lunes, 20 de enero de 2014

Indultados



Tal vez a uno se le ensucie la mente cuando ésta está demasiado tiempo pensando en política, pero me prometo que es la penúltima y nos vamos. Ayer noche en el Objetivo de Ana Pastor se metían a casi fondo en la cuestión de los indultos. Todos los ciudadanos con la sensibilidad a flor de piel hemos oído algún caso que otro de esos que hacen que nos chirríen los oídos y de paso el alma. Tal vez uno de los casos con los que más llegamos a poner el grito en el cielo fue el año pasado cuando vimos como 4 mossos condenados por  endosar tremenda paliza a detenido en calabozos va y resultan (todos ellos) indultados, al tiempo (más o menos por esas fechas) que a un antiguo toxicómano,  por la venta de alguna papelina, se le niega el indulto justo antes de entrar en prisión. Cosas de la vida. Comparaciones odiosas. Y en éstas, los expertos que estudian el tema de los indultos ilustran a la audiencia con su conocimiento sobre el caso, y pal caso no sabe uno si prefiere haberseguido en la ignorancia o haber sido ilustrado, porque esta ilustración es una más de esas que encienden la llama de la cólera y la impotencia.
Parece que nuestra ley de indultos, que se remonta a algo así como a hace 140 año,  establece que será el consejo de ministros el que decidirá sobre si aprobar el indulto o no, en cuyo primer caso será en última instancia el rey el que con su firma lo llevará a cabo. Lo más llamativo es que no parece ser necesario ningún tipo de justificación al respecto. Te indulto y punto. Aquí no se discute nada. No vaya a ser que pensemos, opinemos y esto pudiera parecerse a una democracia. La ley de hace 140 años parece que remarca con bastante claridad la excepcionalidad que tendría que tener la medida. Sin embargo, parece que desde los tiempos de la transición hasta hoy van algo así como 17000 indultos, lo que sale a una media de más de uno por día contradiciendo aparentemente el carácter de excepecionalidad que la ley le otorgaba.
Como las comparaciones son odiosas, recurrimos a compararnos con los países vecinos, y a priori no parece que haya grandes cambios en la forma de llevar a cabo los indultos. Sin embargo, cuantitativamente sí que parece haber una gran diferencia, y es que en el último año, en España se han practicado(como mínimo)  174 indultos, mientras que en Francia 0 y en Inglaterra 1( y más simbólico que otra cosa al ser otorgado a título póstumo).
Lo más llamativo y que hace cantar la gallina es ver qué tipo de individuos se benefician de los indultos y la lista resulta demoledora: Jesús Gil, Vera y Barrionuevo, Gómez de Liaño, los mossos que pegan, banqueros, y suponemos que en un futuro cercano Duques de Palma o Jaumes Matas. Así que, con lo extremadamente complicado que es en esta sociedad perseguir, imputar y finalmente condenar a uno de estos grandes mafiosos de guante blanco y para cuando se consigue va y ZAS, el poder ejecutivo lo tumba de una estocada dando al traste con años de investigación, con el dinero invertido en la misma, y lo que es peor, con la dignidad del pueblo.

Una vez más, España demuestra su grandeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario