viernes, 14 de junio de 2013

Viejas sensaciones


De alguna manera, colgado de un latido no se vive tan mal...La esperanza de vivir eternamente si llegó a existir hace tiempo que se esfumó y hoy no es ni un deseo, sin embargo, aún asalta esporádicamente esa sensación de abismo cuando una cadena de pensamientos cualquiera te sorprende dejándote con los pies al borde del precipicio. De ese precipicio que da al vacío y seco de la NADA. Esa nada de la Historia Interminable, esa Nada que me visitó por primavera vez apenas alcanzar el uso de la razón y comprender de forma virulenta cuando mis adorables padres leían del libro Gordo, ese de Petete; que el sol un día se extinguiría, que la vida un día se acababa. No consiguió mi rabieta ablandar el corazón de mis padres y prometerme vida eterna. Tampoco recuerdo haber escuchado entonces monsergas de otras vidas. Tampoco la hubo cuando ese episodio existencialista volvió a visitarme unos trece años después cuando algún profesor de filosofía daba cuenta de la Nada aristotélica. Aun con granos y voz de hombre la rabia y los golpes en el suelo me hicieron emular a aquel pequeño de tres años, y aunque ya no estaba mi padre, pues se encontró con la Nada muchos años antes, tampoco me prometió entonces una comprensiva y razonable madre, vida eterna, ni tampoco se dejó caer entonces con palabras bíblicas, aunque a esas alturas de la película tampoco las hubiese creído. 

El tiempo pasó y de alguna manera la resignación fue la que pudo digerir de alguna forma esas espasmódicas  sensaciones, que desde entonces y hasta ahora aún visitan a deshora a este mente perturbada. Afortunadamente supo el tiempo, o tal vez eso que llaman madurez, gestionar mejor su causticidad, e incluso en alguna época reciente, esperé con los brazos abiertos su arremetida."Ven" le decía "Esta vez no giraré la cara" y a veces, hasta lo conseguía. Ha podido el tiempo y mis costumbres compartir esta experiencia con algunos que gustosamente llamo amigos, y a los que además tengo por gente de intelecto;y  para mi sorpresa  descubrir que no era yo un Homo Raris. Supo también el tiempo acercarme a lecturas, música, cine donde descubrí que dichos atropellos son tan viejos como el propio tiempo, o al menos, tanto como nuestra conciencia. Así surgieron tantas cosas, como por supuesto, la religión, ese paño de lágrimas que antes de ser  cadena de esclavos, fue consuelo a preguntas sin respuestas y deseos inalcanzables, pero eso, ya es otra historia.

Siendo como fuere la Nada será, la Nada vendrá y tan inútil resulta negarlo como vivir ajeno a ella. Obsesionarse con lo que será inevitable poco puede aportar, sin embargo, pequeñas dosis de realidad nos catapultarán a una vida más consciente, más auténtica, o si lo prefieren más real. Así pues, bajo esta simplificada perspectiva teórica de la existencia venga a visitarme una vez más si quiere la idea de la dama de la guadaña y su hermana Nada, pues una y la otra siempre serán la misma cosa.


http://www.youtube.com/watch?v=iKVHko9YIq8




miércoles, 12 de junio de 2013

Al calor del hogar...

 
Girando sobre compases de sobra conocidos, abarcando ilusiones  que ayer fueron mayores, anhelando quimeras de eternas juventudes, aspirando a una vida que refulge en verano. Si la primavera carga pilas, el verano nos eleva al cielo, en teoría, luego en la práctica más bien suele aplastarnos contra el suelo al golpear con sus celcius sobre nuestros espíritus soñadores y descubrir una vez más que la realidad supera la ficción y se caga en ella. Pero aún así, para los de alma sureña el calorcito se combate sin problemas si el agua del mar está a menos de 50 metros y el grifo de la cruzcampo hace gala de su punto glaciar con la escarcha sobre el metal... y es que aquí, en el sur, a pesar de los pesares, el pesimismo eternizado por razones objetivas; y también subjetivas, encuentra un recodo en el camino para desfallecer y que tras un breve luto de rayos de sol se olviden de él. ¿Quién quiere saber de las palabras de aquel presidente que tuvo bigote si el gazpacho puede entrar antes de la cerveza? ¿Quién quiere conocer las subidas y bajadas de sendas primas, riesgos, Ibex53 si el bronceado nos hace a todos más guapos? ¿y quién saber de los datos del paro si queda el mar para nadar? Sin embargo, no es lo mismo observar los toros desde la barrera que desde el pedestal, por tanto, no pretendieran estas palabras ser frívolas, cínicas o insolidarias, sino simplemente un nuevo aliento, un nuevo hálito, para que en estos tiempos de crisis no olvidemos que a pesar de todo hay unas cuantas cosas que no nos podrán quitar, que son gratis y que son las que valen de verdad...
Sin bajar la guardia de la lucha y el espíritu crítico, sin perder nuestra semblante de mosca cojonera y nuestro creciente perfeccionamiento en sentar bases para crecer desde cimientos sólidos cooperativos para que la lucha de clases esta vez, y bajo el velo de la red de redes, sea eficaz... Siendo como fuere, la lucha sigue y seguirá, pero lejos de echar tanta leña al fuego como los medios y el poder pretendieran, invito desde mi rincón, atemperado desde el último mes, a echar agua, agua de vida, de verano, playa, cerveza, amigos, mar, música, noche, risas y sonrisas...porque como ya he dicho y arriesgándome a ser redundante hay cosas en la vida que valen mucho más que todo cuanto nos puedan quitar.