viernes, 21 de febrero de 2014

Reflexiones en Círculos


 
Lo que está trayendo toda esta iniciativa de Podemos comienza a ser, al menos, algo digno de estudio sociológico. Poco a poco la gente va recogiendo el testigo y decide agruparse en torno a eso que han tenido a bien en llamar Círculos. Círculos por localidades, comarcas, provincias o regiones; pero también círculos por gremios, colectivos, o toda entidad que pueda verse interesada en defender unos intereses comunes. Bajo mi punto de vista, como digo siempre, lo más interesante no es la opción electoral, eso ya se vería. Lo realmente importante es la articulación social. La organización de una sociedad tan hastiada como indignada, tan desamparada como desesperada que empieza a ver de nuevo aparecer en una de sus múltiples formas un destello de esperanza. La esperanza tiene muchas formas, pero pocas pueden, para afrontar este desfalco, pasar por lugares donde no exista compromiso, participación, organización y lucha.

¿Entenderá realmente esto la gente? A mí, personalmente, hay muchas cosas de todo esto que me preocupan. Hay muchísimos que aún no han entendido el mensaje y lo que esperan es elevar al trono de los dioses a Pablo Iglesias, tocarlo con la varita mágica de la papeleta en la urna y sentarse a esperar, y no. No van por ahí los tiros. Por otro lado, la apertura de este movimiento a todos los estratos sociales, se está llevando a cabo de una forma inteligentísima, hecho éste reconocido por casi todos. Sin embargo, es una jugada que entraña, a mi modo de ver, bastante peligro. Por ejemplo, en el día de hoy han anunciado que se han puesto en contacto con el colectivo de los militares y éstos, expresando también su hartazgo, defienden su derecho como ciudadanos civiles más allá de su posición militar y surge un círculo de Podemos Militares, así como otro de Podemos Autónomos, que también tienen los señores motivos para organizarse. Todo lo que tiene que ver con organizarse para defender intereses comunes es algo altamente constructivo, así como necesario, sin embargo, se hace bajo las siglas de una iniciativa que, por muy ambigua que digan que pueda ser, establece un decálogo en el que existen una serie de puntos que pueden causar mucha polémica. Esto es así en el tema del derecho a elegir por parte de los catalanes, la salida de la OTAN o incluso el tema de la inmigración. A mí, personalmente, me parecen muy correctos estos puntos, pero, ¿será lo mismo para una persona que se deja llevar más por la marea popular de ruptura que va levantando a su paso que por una reflexión profunda y calmada? Me parece un tema espinoso que hay que tratar con sumo cuidado, y no debemos engañar a nadie. Por ejemplo, Juan Carlos Monedero, segunda cabeza visible de este proyecto, defendía abiertamente las políticas venezolanas y acusaba de manipulación a los medios occidentales que velan por los intereses de las grandes corporaciones. No estoy diciendo que esté en desacuerdo con Monedero, lo que digo es que ese discurso no va a ser compartido por muchísimos de los que dicen ahora apoyar esta iniciativa. ¿Cómo casa todo eso? ¿con una reeducación en aspectos político sociales que nos han inculcado?  ¿con un mirar a otro lado? Son preguntas que van surgiendo de forma natural en un proyecto que crece y se hace fuerte, pero que por eso mismo, está cada vez más obligado a saber dónde pisa y pisar fuerte.

Es obvio que hay muchos puntos comunes. Puntos básicos de partida, de justicia social, de igualdad, de apuntar correctamente al enemigo. Es cierto también que los medios llevan manipulando informativamente desde el origen de los tiempos y que no cejarán en su empeño, y esto forma parte al mismo tiempo de este proyecto. Tenemos la necesidad imperiosa de informar/educar/formar o cómo se quiera llamar. Ofrecer perspectivas diferentes, a todo aquél o aquélla que quiere formar parte de este proyecto, de las realidades que pasan desapercibidas, ignoradas por los grandes medios. Desde luego, ayudan los medios a que crean los que forman Podemos en la existencia de esta manipulación, cuando este movimiento está siendo sistemáticamente silenciado. Y visto así, si es posible que el miedo esté cambiando de bando.

viernes, 14 de febrero de 2014

¿De qué va todo esto?


¿De qué va todo esto? Podría preguntarse un chico que está un tanto hastiado de que le taladren desde Facebook sus amigos con invitaciones de los distintos Círculos, o tal vez de ver a la gente compartir vídeos de Pablo Iglesias. ¿Quién sabe? El caso, es que este chico también pudiera ser que aun habiendo visto algún vídeo del líder de la coleta y queriéndose  asomar a una reunión, del mismo modo albergue esa misma pregunta: ¿de qué va esto? Lo cierto, no sabe el chico, o tal vez la chica, es que nadie tiene una respuesta, aunque a buen seguro, muchos podrán aventurarse a darla. Como yo soy tirando a aventurerillo daré la mía, que no es más que una opinión que responde a mi juicio de todo esto.

Podemos es una nueva forma de que los que estamos absolutamente desencantados con casi todo cuanto acontece en las cúpulas de poder(llámase político, económico o mediático), encontremos de nuevo una vía de ilusión, una mísera esperanza, que aunque se empeñe la razón y la experiencia en ponerle el apelativo de mísera, no deja de ser esperanza. Esperanza color verde como la que a unos más jóvenes nosotros invadió hace ya casi tres años  ver una concurrida Plaza Sol y sus coletazos expansivos.

Fuimos demasiado inexpertos en esto de organizarnos y uno de los sentimientos que más imperó, aunque no siempre se reconozca, fue el de reconocer lo difícil que es. Con lo bonito que resulta el sentimiento eufórico que proporcionan los baños de masa. Y en eso, el 15M, hasta la fecha, gana por goleada a esta nueva iniciativa. Pero, ¿ lo que verdaderamente importa son los baños de masa? Sin despreciarlos, y sabiendo la importancia vital de los mismos para según qué momento, no se puede obviar que la casa no se hace por el tejado. Y realmente, tampoco aquello fue empezar por el tejado, visto en perspectiva, fue el primer cimiento, siguieron los ladrillos de la PAH(que aunque existía de antes se hizo fuerte a posteriori), las Mareas, los Barrenderos, los Gamonales y otros muchos intentos frustrados como el Frente Cívico, pero la sociedad(o al menos una pequeña parte muy guerrillera) supo y entendió que las cosas no se mueven criticando, pero claro, las energías tienen sus vaivenes y uno no siempre está dispuesto a gastarlas si no ve una posibilidad, más o menos real, de que valga la pena hacerlo. Y en éstas, y con dos años de jarabe de PP y alguno más de recetas del FMI aparece un tipo con coleta a modo de mesías, para que le lluevan collejas desde casi todos lados y dice: Gente, que vamos a Europa(en voz alta), y muy pronto después(en voz más baja) organizaros!!. Pasa el tiempo, y lo mediático ya ha golpeado, lo mediático es lo que se dijo en voz alta y hace que todo el mundo mire allí, y cuando la gente mira, se cambian los volúmenes de los mensajes. En voz alta: “organizaos”, en voz baja, “elecciones”.

 Ahora cada cual se quedará con su copla porque cada uno es de su padre y de su madre, y aunque ojalá no fuese así, hay muchos recién incorporados que desconocen mucho de las reglas  del juego y esto es un hecho complicado a la hora de establecer ciertos puntos básicos, pero no nos queda otra. Porque, queramos o no, los necesitamos. Y lo más fácil es volver a la formación, la educación política o como se  quiera llamar. Si la gente está dispuesta a cambiar las reglas del juego tiene que estar igualmente dispuesta a mojarse. Mojarse de verdad. Pero mojarse de verdad tampoco debe de confundirse con: haz de tu vida algo que solo gire entorno a la política, porque entonces estamos ante el problema de sentirse abrumados y desistir (cosa que fue frecuente en el 15M). Mojarse debe ser, de un  lado, estar dispuesto a hacer de la vida algo más político en tanto en cuanto obligación por estar informados para que no nos pase lo que ahora y, consecuentemente, actuar. ¿Hay camino por hacer? Todo el camino, menos el que ya llevamos, que es, no lo olvidemos y sintámonos optimistas por ello, mucho más que el que existía el 14 de Mayo de 2011.