jueves, 13 de diciembre de 2012

Breve introducción a la historia de la Tierra



De la historia de la Tierra se sabe muy poco. Los historiadores se dedican a reconstruir la historia de la humanidad, yendo en la búsqueda de documentos, restos arqueológicos y demás, van uniendo las piezas, como en un rompecabezas y así desde hace ya bastante, con la ayuda de unos y otros en una interacción continua, reconstruyen la historia de este pobre mortal que un día decidió hacerse preguntas y se bautizó Homo Sapiens.
Los paleontólogos hacen algo parecido, pero su juego es bastante más complicado, decidieron aventurarse en una empresa mucho más difícil y su lodazal no conoce el fondo. Al igual que historiadores y antropólogos reconstruyen a partir de documentos...pero estos documentos no son escritos por Triceratops, ni Trilobites, ni Belemnites...No son sus escritos, son sus restos en sí mismos los que dan las pistas, sus restos y los principios estratigráficos, y las pruebas radiométricas y por supuesto la unión de piezas de un rompecabezas demasiado ambicioso. Pero los geólogos son así y ante la adversidad también tienen que poner grandes dosis de imaginación y especular. Al igual que los historiadores encuentran lagunas en la reconstrucción cuánto más lejos se van, lo mismo pasa con los historiadores de la Tierra, a menudo se usa el ejemplo de que la historia de nuestro planeta está escrita en un libro de cientos de páginas al que le faltan el 99% de las mismas, sobre todo las del principio...
Con estos ingredientes de partida a un servidor, que apenas pasa de simple aficionado en la materia y con esto tiene hasta que dar clase, se le antoja un mundo atractivo y apasionante. Aunque sea práctico matizar esto de apasionante, pues el trabajo en sí debe ser de los más tediosos y soporíferos de cuantos hayan existido. En cualquier caso, en estas breves pinceladas de la historia del planeta, jugaré a poner un par de ejemplos, que son los mismos en los que me apoyo cuando comienzo a dar esta unidad. Sirven sin duda, para tratar de hacernos cargo, en la medida de lo posible, de lo que la inmensidad del tiempo geológico significa. Nosotros, los Homo Sapiens que inventamos el concepto tiempo, hablamos de horas, días, semanas, meses, viviendo una vida en años. Si acaso, hablamos de décadas para recordar sucesos muy lejanos y de siglos para comprender la historia de la humanidad reciente. En un alarde de atrevimiento y solemnidad usamos el término milenio para hablar de sucesos remotos, o propios de los albores de la civilización. La mayoría de los mortales van parando por aquí. En cambio, la historia de la Tierra se mide en millones de año. El millón de año es su unidad, su moneda de cambio, la única expresión que tiene sentido y que a su vez se empequeñece enormemente a la hora de dividir los grandes periodos de la Tierra.
Al igual que somos incapaces de hacernos una idea de lo que significa una distancia entre una estrella y otra medida en años luz, somos incapaces de entender lo que son decenas, centenas o millares de millones de años. Es imposible, sencillamente nuestro cerebro no está preparado para entenderlo; y eso, en mi opinión, regala una bella cura de humildad a esta soberbia especie.
En cualquier caso, para entender mínimamente dónde se colocan algunos de los hechos más significativos de la historia de la Tierra, siempre resulta interesante cambiar la escala. Coger todo el puñado del tiempo geológico y transformarlo qué se yo, digamos en un año. De este modo, siendo el 1 de enero a las 00: 00 el origen del planeta, la información que tenemos hasta pasada la mitad de Octubre es realmente escasa. Se formaron las atmósferas(sí más de una y más de dos), los océanos, se movieron continentes(más de una y más de dos veces), en algún momento a principios de abril surgió la vida, pero no comenzó siendo la vida prehistórica de los dinosaurios, ni siquiera de los invertebrados con exoesqueleto como Trilobites, tampoco era vida de células evolucionada con su material genético encerrado en un núcleo, esta no aparecería hasta mitad de año, y los seres pluricelulares tendrían que esperar hasta finales de Septiembre...No aparecerían las plantas terrestres hasta finales de Noviembre y en contra de lo que la mayoría tiende a pensar la época de los Dinosaurios no llegaría hasta mediados de Diciembre, el 18 para ser exactos...Estos desaparecerían para el 26 de Diciembre y al día siguiente comenzarían a abundar los mamíferos...
¿Dónde estamos, pues, nosotros? ¿Dónde aparecemos los escribientes de esta historia? La respuesta es a las 23:30 del día 31 de Diciembre, tan solo media hora antes de las campanadas...pero estos serían nuestros antepasados más primitivos, ni hablar siquiera de una sociedad civilizada...En estas, sólo cabe preguntarse: ¿qué supone el transcurso de la vida humana en esta escala?

Un parpadeo

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Viaje por el Oeste Americano II: Secuoia National Park


Aquella carretera se abría ante nosotros. El coche no presentaba demasiados problemas, no era en este caso de conducción izquierda, solo automática, y eso, no tiene mucho misterio. Con tres Cds en el bolsillo, fruto de una compra que aspiró a ser más, en un mercado de segunda mano en alguna plaza de Jersey. A saber: Pop(U2), Morning Glory(Oasis) y la joya de la corona, Two Shoes(The Cat Empire). Demasiado poca música para tantísimos kilómetros, será inevitable sintonizar buenas frecuencias.


No llevamos GPS, en su lugar decidí mirar a través del Google Maps cual sería la ruta más conveniente entre Fresno y un pequeño pueblito llamado Three Rivers bastante cercano a nuestro primer objetivo: Secuoia National Park; y apuntar las carreteras y desviaciones oportunas en mi indispensbable libreta. Tomamos la vía principal CA99 durante 35 millas(algo menos de 60kms) dirección sur para después girar hacia el este durante otras 35 millas por una carretera secundaria. La emoción es evidente. California nos rodea, el sol ilumina un paisaje tan mediterráneo que nos recuerda a nuestra tierra, así como a aquellas series y películas setenteras tan californianas. Así, en poco más de hora y media llegamos a nuestro primer destino. No cuesta nada dar con el primer motel que haya de cobijarnos las dos noches siguientes. Justo al lado de la carretera, tal y como aprendimos en las pelis, ahí está: Western Holiday Lodge Three Rivers. Al bajarnos del coche descubrimos que el tiempo es sencillamente perfecto. La emoción nos embriaga, como no puede ser de otra manera. Aún quedan un par de horas de sol y hace suficiente calor como para darnos un buen baño en la piscina. Pero antes, lo que toca es el “check in” y toda la instalación en general.   
  
Así, la tarde discurre entre la felicidad del que recorre un “nuevo mundo” y la tranquilidad del que no tiene prisa por llegar a ningún lado, las metas y objetivos vendrán mañana. Finalmente, recuerdo perfectamente cómo fuimos a un restaraunte Mexicano para cenar...sería el primero de muchos en este viaje, pero se guarda un recuerdo especialmente hermoso de aquél, y de aquella noche. 

Al día siguiente hacemos algo parecido a madrugar, damos cuenta del buffet libre del desayuno y calzamos coche y carretera. En menos de quince minutos damos con la primera casetilla que nos hace pagar para entrar en un parque natural, y serían tres. Si no me falla la memoria, 15$, pero esto sería para toda la semana. Así que cruzamos, aún crece nuestra emoción, y nos paramos para las fotos de rigor. Más abajo un río más caudaloso pero que nos recuerda al Guadiaro por la vegetación mediterránea que le rodea, es anunciado por un cartel que reza del siguiente modo: "Río Mortal, mucha gente muere aquí ahogada 

Mucha gente muere aquí ahogada cada año”, es el Kaweah river. Seguimos adelante y vemos lo que de forma natural se asemeja a un dolmen, solo que ningún humano, ni siquiera Hulk, hubiese podido nunca levantar. Hasta cuándo aguantará es una incognita. Le auguramos aún una larga vida, pero un mal porvenir a uno de esos turistas que tanto le gusta fotografiarse bajo la inmensidad de la roca. Es el Tunnel Rock. 

Otra parada es al centro de visitantes, arañar un poco de información antes de la inmersión en los árboles más grandes del mundo. Lo más significativo es saber que tendremos que esperar hasta que sea en punto para poder pasar por un determinado tramo que se encuentra en obras. Además de eso, la anécdota que tiene tanto de graciosa como de terrorífica de encontrar un cartel en la puerta de entrada al centro de visitante informando de que entrar con pistolas está prohibido. Esto es USA.

Por fin pasamos por el punto de espera y poco después nos dan la bienvenida majestuosos árboles que exigen lo máximo a la flexibilidad de nuestro cuello si queremos ver la copa, y no solo son las secuoias sino también un tipo de pino brutalmente altos. Adentrándonos en el parque paramos finalmente en un lugar más poblado para acercarnos por primera vez a estos seres a los que tan necesariamente debemos mostrarles admiración y respeto. Buscamos un recodo en el camino donde dejar el coche y adentrarnos un poco por los secretos de estos árboles. Es difícil tratar de explicar con palabras lo que se siente al estar ante los seres vivos más grandes del planeta, los mismos que llevan allí desde antes de que nuestra civilización decidiera poner el contador de los años a 0.    Testigos mudos, caminamos solemnes al tiempo que a veces nos convertimos en niños para tratar de trepar un poco por estos dos que están más unidos, o corretear sobre aquel otro gigante muerto que yace en el suelo. A poco que se camina y se aleja uno de la carretera es imposible no acordarse de los osos negros (Black Bears) que se sabe por allí merodean, aunque hay tantas ganas como miedo a verlos... aún no asoman el pelo, su pelo negro.     

Pasado un rato abandonamos esa porción de bosque y vamos en 
busca de la joya de la corona en estos lares: El que es el ser vivo más grande de este planeta llamado Tierra. 83 metros de altura,11 metros de diámetro(33 de circunferencia), una estimación de 1250 toneladas(más de 10 veces más que la ballena azul, el que es el animal más grande que jamás haya existido). Llegamos a él, ahí está, el General Sherman. El momento es un momento único, pero en honor a la verdad huelga decir aquí que sería la primera vez de unas cuantas en las que descubrimos que los lugares más emblemáticos estaban ensuciados por la huella de la accesibilidad. Como una manía patológica, estos yankis te llevan el camino hasta la misma puerta, para que no haya turista de menos de 200kg ni de menos de 90 años que se quede sin llegar hasta el monumento en cuestión. Es considerado por su parte, pero se le roba gran parte de la magia. 



Después de eso durante ese día y gran parte del siguiente visitamos “La roca del moro”, pasamos con el coche por debajo de una Secuoia derruida, visitamos el centro de visitantes, conocimos otra comunidad de Secuoia más alejada, pasamos parte de la tarde bañándonos en un remanso del río de la muerte, cenamos, dormimos, y volvimos a viajar...pero eso, será otra historia.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Griñán, gañán..




Me levanto de buena mañana, es miércoles, vísperas de un puente que sentará como agüita de mayo, pongo la radio camino al trabajo y casi sin querer, La Ser, aún demasiado dormido, neuronas bostezando y para mi sorpresa el presidente de nuestra comunidad, esa misma que ayer celebraba 35 años, dice algo así como: “Los ciudadanos tienen que movilizarse...Movilizarse masivamente contra los recortes(o las injusticias o lo que sea)” Me quedo petrificado. Estas palabras del entrañable Griñán me sirven de café expreso y mis neuronas a un tiempo han bostezado, se han estirado, han echo abdominales, el desayuno y han trazado todo el mapa de una idea: la de dedicarle esta entrada al insólito despertador. Qué bonitas palabras estas de Griñán...Qué honorables viniendo de un político gobernante de una comunidad ni más ni menos. Pero...a poco que uno se pare a pensar es imposible no encontrar un cúmulo importante de contradicciones, o más diría, paradojas metafísicas capaces de acabar con el funcionamiento del propio universo... Acaso el señor Griñán clama también por las movilizaciones contra las medidas adoptadas por su gobierno, o acaso piensa que estas están exentas de ser reprochables. Suponiendo que no, ya que muchas de estas medidas van contra el bienestar social y en la línea de los recortes, supongo que lo que Griñán argumentará en este caso es que dichas medidas son impuestas por el Gobierno central...A lo que yo respondo: Si ud. clama por movilizaciones masivas para acabar con la injusticia social que estamos viviendo, ¿ no debería al menos, en su condición de gobernante, predicar con el ejemplo y mostrarse rebelde, reivindicativo e inconformista ud. también? ¿Qué excusas encuentra ante esta posibilidad? ¿Por qué ud. no ha mostrado nunca públicamente su rechazo ante la medida conjunta de su partido, gobernante entonces, junto con los gobernantes de ahora de poner un techo de gasto para las comunidades autónomas, modificando para ello de forma unilateral y con carácter urgente la tantas veces vendida como intocable constitución? ¿No será señor presidente que sus palabras se suman a un populismo que persigue dañar al gobierno actual a costa de sumarse a la línea que la hastiada sociedad marca? Estoy completamente de acuerdo con sus palabras señor Griñán. Creo firmemente que las movilizaciones sociales de forma masiva han de ser el cauce para salir de todo este embrollo, pero francamente, que esas palabras vengan de ud. que no hace ni un minúsculo guiño para solventar dichas injusticias, sino más bien lo contrario, no deja de ser una paradoja, que más que paradoja se me antoja tomadura de pelo. Tenga ud. cuidado señor presidente no vaya a ser que las movilizaciones masivas finalmente vengan, y el pueblo clame justicia de forma parecida a cómo lo hacían los franceses a finales del siglo XVIII...no vaya a ser que los aristócratas corráis la misma suerte, por más que tratéis de subiros, en la última parada, en el tren del vulgo.