A menudo criticamos las redes sociales
como facebook. Con la seriedad del que pretende ser solemne aducimos
todo lo que se ha perdido con la falta de realidad en el trato humano
y vamos concatenando un sinfín de blas, blas, blas...hasta que, por
pura inercia, nuestro espíritu existencialista se aborrece de sí
mismo y decide callar. Es frecuente oírnos blandir esta espada, sin
embargo, en una hipócrita paradoja apenas argumentamos las bondades
que regalan estos medios, porque como las meigas, haberlas haylas.
Así pues, heme aquí a punto de, por una vez y sin que sirva de
precedente, halagar al maldito mundo cibernético que nos ve
envejecer criando celulitis y cardiopatías varias. A saber:
Hace casi dos añitos ya, en una
soporífera noche de aburrimiento eterno me hallé buceando por blogs
ajenos, tal vez por algún amigo que prestó un enlace en dicha red,
y como sin querer lo encontré. Aquel viejo conocido, compañero de
instituto, admirado por sus dotes baloncestísticas. La vida por las
circunstancias inherentes a la misma puso tierra y tiempo de por
medio entre su persona y la mía, pero no tan alejadas debían estar
las fuentes de las que bebieron nuestras almas porque al paso de los
años supo y pudo la convergencia hacer caso a la coherencia y volver
a establecer un contacto que tal vez antes nunca llegó a tal cosa.
Admirado por su verso, me salió la vena creativa a la guitarra en
tiempos en los que la sequía compositora me mantenía drenado.
Llovió, casi diluvió, pero siempre le faltó a un servidor un
talento innato para tales menesteres. Así iba recogiendo del árbol
del paraíso versos de primera para músicas de tercera. No pasaba
nada, a él, que nunca quiso tocar a bombo y platillo, no le
importaba, hasta le ilusionaba. No era yo Drexler, o Ruibal, pero
claro, algo es algo, supondría la figura. Pasó el tiempo, y su
gordo y engordado cuchitril seguía alimentándose de versos
ondecasílabos que tejían sonetos...
Las vueltas del destino, y las personas
en el camino que actúan como trampolines dieron hace pocos meses con
nuestro amigo el poeta regalándole alas nuevas por estrenar a su
autoestima. De esta guisa, y con una replanificación familiar a la
vuelta de la esquina, nuestro mago de las rimas decidió que era hora
de dar forma a ese trozo del ciberespacio, reducirlo a libro y
sacarlo de paseo, para de ese modo, poder concluir con las tres metas
que se nos presuponen en la vida: Yo planté un árbol con él, es un
padre modelo de difícil alcance y ahora, regala a todo amante de lo
bueno, más de 100 sonetos para enriquecer las estanterías (yo lo
tengo entre Hernández y Machado).
Consultas externas, de venta en las
farmacias de la palabra, prologado por el genuino Tito Muñoz, autor
de letras tan estratosféricas como “De cuando estuve loco” (JM
Serrat) y el que ha protagonizado junto con al autor del libro
maravillosos “sonetos a pachas” en los últimos meses, de
disfrute gratuito, una ventaja más, a través de los muros del
facebook. Por otro lado, a su presentación fue el gran Téllez de
maestro de ceremonias. Una de esas personas que tiene el impagable
mérito de hacer que los acomplejados algecireños saquemos pecho
hablando de nuestra tierra si usamos su nombre o el de Paco...Pronto
será para una mayoría el de Stewart Mundini uno más de esos
nombres que se sumen a esa escueta lista.
Las Consultas Externas de
Stewart Mundini pudiera ser el primer libro de un poeta que estudien
nuestros hijos en el futuro, pero como eso es mucho decir en estos
tiempos que corren lo que nadie negará, y menos que nadie su autor,
es que supone el quite de una espina que sabe a gloria. Tenga
guardadas o no grandes lunas el futuro para Stewart, ya nunca podrá
dejar de decir eso de: “Que me quiten lo bailao”.
Alegre, gustoso, encantado de poder
llamar amigo al autor del libro, creo que será de justicia adjuntar
algún soneto, no vaya a pensar el malintencionado pensamiento del
lector de esta entrada que la amistad reconocida me ciega y no son
gigantes esos versos, sino tan solo molinos de viento. Aceptando ese
margen de la duda, es de recibo brindar un par de sonetos, y tal vez
de ese modo contribuir a animaros a dar un poco de glamour a vuestras
estanterías.
Más cerca que al
principio
Con esto de la edad, que
no perdona
y avanza sigilosa e
impasible,
se aprende a comprender lo
incomprensible
y a subsanar la rabia que
se encona.
Más cerca que al
principio del final
y con el ecuador ya
superado,
fui de extremadamente
moderado
a moderadamente radical.
Ya me cansé de andar
buscando excusas,
ya basta de apartarme las
pelusas
para arrojar balones al
abismo.
La vida pasará y esa
factura
la pagaré con aires de
locura,
y, luego ya, que arrase el
cataclismo
Perdona esta
disculpa
Perdona esta disculpa va,
como siempre, tarde
conoces mi tendencia a no
mirar atrás,
ya sabes que si cuelgo el
traje de cobarde
beso por donde pisas y voy
por donde vas.
Las flores que envié te
produces alergia,
se perdió en el correo la
carta que escribí,
tu tú puesto en mi yo:
misteriosa sinergia
leve como el zumbido de un
débil colibrí.
Perdona la escenita de la
paja en tu ojo
la viga de mi ojo no me
dejaba ver,
cuando caigo en la cuenta
de mi error me recojo
y recojo las migas de la
cena de ayer.
Perdona esta disculpa,
descorre los cerrojos
va, como siempre tarde,
abre, va a amanecer.
Ay, compadre, lo hormona me hace mella,
ResponderEliminara mi, que siempre he sido un tipo duro,
me tenga o no sus lunas el futuro,
me bastan, de tus letras, las estrellas.
Ya sabes que no ando muy sobrado,
Abril llegó (en todos los sentidos)
pero sería un desagradecido
si no apuntillo el homenaje dado.
Gracias de veras, niño, gracias, gracias,
hoy no canto al abrojo, ni a la acacia,
le canto al mecanismo de la vida.
Pero debía, porque lo mereces,
dejarte aquí un regalo, ¿te parece
un buen comienzo en plena bienvenida?
Ese Mundini.
Mi entrada ha quedado más que compensada con este Sonetazo...y eso que era completamente altruista...Gracias y Enhorabuena...que todos los sentidos de Abril te traigan más inspiración, si es que caben todavía
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