lunes, 1 de abril de 2013

Ese Mundini




A menudo criticamos las redes sociales como facebook. Con la seriedad del que pretende ser solemne aducimos todo lo que se ha perdido con la falta de realidad en el trato humano y vamos concatenando un sinfín de blas, blas, blas...hasta que, por pura inercia, nuestro espíritu existencialista se aborrece de sí mismo y decide callar. Es frecuente oírnos blandir esta espada, sin embargo, en una hipócrita paradoja apenas argumentamos las bondades que regalan estos medios, porque como las meigas, haberlas haylas. Así pues, heme aquí a punto de, por una vez y sin que sirva de precedente, halagar al maldito mundo cibernético que nos ve envejecer criando celulitis y cardiopatías varias. A saber:

Hace casi dos añitos ya, en una soporífera noche de aburrimiento eterno me hallé buceando por blogs ajenos, tal vez por algún amigo que prestó un enlace en dicha red, y como sin querer lo encontré. Aquel viejo conocido, compañero de instituto, admirado por sus dotes baloncestísticas. La vida por las circunstancias inherentes a la misma puso tierra y tiempo de por medio entre su persona y la mía, pero no tan alejadas debían estar las fuentes de las que bebieron nuestras almas porque al paso de los años supo y pudo la convergencia hacer caso a la coherencia y volver a establecer un contacto que tal vez antes nunca llegó a tal cosa. Admirado por su verso, me salió la vena creativa a la guitarra en tiempos en los que la sequía compositora me mantenía drenado. Llovió, casi diluvió, pero siempre le faltó a un servidor un talento innato para tales menesteres. Así iba recogiendo del árbol del paraíso versos de primera para músicas de tercera. No pasaba nada, a él, que nunca quiso tocar a bombo y platillo, no le importaba, hasta le ilusionaba. No era yo Drexler, o Ruibal, pero claro, algo es algo, supondría la figura. Pasó el tiempo, y su gordo y engordado cuchitril seguía alimentándose de versos ondecasílabos que tejían sonetos...

Las vueltas del destino, y las personas en el camino que actúan como trampolines dieron hace pocos meses con nuestro amigo el poeta regalándole alas nuevas por estrenar a su autoestima. De esta guisa, y con una replanificación familiar a la vuelta de la esquina, nuestro mago de las rimas decidió que era hora de dar forma a ese trozo del ciberespacio, reducirlo a libro y sacarlo de paseo, para de ese modo, poder concluir con las tres metas que se nos presuponen en la vida: Yo planté un árbol con él, es un padre modelo de difícil alcance y ahora, regala a todo amante de lo bueno, más de 100 sonetos para enriquecer las estanterías (yo lo tengo entre Hernández y Machado).

Consultas externas, de venta en las farmacias de la palabra, prologado por el genuino Tito Muñoz, autor de letras tan estratosféricas como “De cuando estuve loco” (JM Serrat) y el que ha protagonizado junto con al autor del libro maravillosos “sonetos a pachas” en los últimos meses, de disfrute gratuito, una ventaja más, a través de los muros del facebook. Por otro lado, a su presentación fue el gran Téllez de maestro de ceremonias. Una de esas personas que tiene el impagable mérito de hacer que los acomplejados algecireños saquemos pecho hablando de nuestra tierra si usamos su nombre o el de Paco...Pronto será para una mayoría el de Stewart Mundini uno más de esos nombres que se sumen a esa escueta lista.

Las Consultas Externas de Stewart Mundini pudiera ser el primer libro de un poeta que estudien nuestros hijos en el futuro, pero como eso es mucho decir en estos tiempos que corren lo que nadie negará, y menos que nadie su autor, es que supone el quite de una espina que sabe a gloria. Tenga guardadas o no grandes lunas el futuro para Stewart, ya nunca podrá dejar de decir eso de: “Que me quiten lo bailao”.

Alegre, gustoso, encantado de poder llamar amigo al autor del libro, creo que será de justicia adjuntar algún soneto, no vaya a pensar el malintencionado pensamiento del lector de esta entrada que la amistad reconocida me ciega y no son gigantes esos versos, sino tan solo molinos de viento. Aceptando ese margen de la duda, es de recibo brindar un par de sonetos, y tal vez de ese modo contribuir a animaros a dar un poco de glamour a vuestras estanterías.


Más cerca que al principio
Con esto de la edad, que no perdona
y avanza sigilosa e impasible,
se aprende a comprender lo incomprensible
y a subsanar la rabia que se encona.

Más cerca que al principio del final
y con el ecuador ya superado,
fui de extremadamente moderado
a moderadamente radical.

Ya me cansé de andar buscando excusas,
ya basta de apartarme las pelusas
para arrojar balones al abismo.

La vida pasará y esa factura
la pagaré con aires de locura,
y, luego ya, que arrase el cataclismo


Perdona esta disculpa

Perdona esta disculpa va, como siempre, tarde
conoces mi tendencia a no mirar atrás,
ya sabes que si cuelgo el traje de cobarde
beso por donde pisas y voy por donde vas.

Las flores que envié te produces alergia,
se perdió en el correo la carta que escribí,
tu tú puesto en mi yo: misteriosa sinergia
leve como el zumbido de un débil colibrí.

Perdona la escenita de la paja en tu ojo
la viga de mi ojo no me dejaba ver,
cuando caigo en la cuenta de mi error me recojo

y recojo las migas de la cena de ayer.
Perdona esta disculpa, descorre los cerrojos
va, como siempre tarde, abre, va a amanecer.





2 comentarios:

  1. Ay, compadre, lo hormona me hace mella,
    a mi, que siempre he sido un tipo duro,
    me tenga o no sus lunas el futuro,
    me bastan, de tus letras, las estrellas.

    Ya sabes que no ando muy sobrado,
    Abril llegó (en todos los sentidos)
    pero sería un desagradecido
    si no apuntillo el homenaje dado.

    Gracias de veras, niño, gracias, gracias,
    hoy no canto al abrojo, ni a la acacia,
    le canto al mecanismo de la vida.

    Pero debía, porque lo mereces,
    dejarte aquí un regalo, ¿te parece
    un buen comienzo en plena bienvenida?

    Ese Mundini.

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  2. Mi entrada ha quedado más que compensada con este Sonetazo...y eso que era completamente altruista...Gracias y Enhorabuena...que todos los sentidos de Abril te traigan más inspiración, si es que caben todavía

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