lunes, 8 de abril de 2013

Adiós Lady Margaret



Hoy, Damas y caballeros, ha muerto la mamá del neoliberalismo...
Aferrada a las doctrinas de Milton Friedman, Lady Tatcher gobernó, como dicen, con puño de hierro...pero, ¿qué quiere decir eso de gobernar con puño de hierro? Bien, lo cierto es que no soy inglés, ni tampoco había nacido cuando entró la señorita al 10 de Downing Street, pero está la historia, y la contrahistoria, las cosas que se escriben y los documentales que se ven. Parece que una de las grandes inventoras, y si no inventoras, simpatizantes con la causa; o impulsora, de estas medidas “estructurales” ,tan de moda en nuestros días, fue esta señora que hoy se despide. Como hablar mal de los muertos queda feo, y más cuando están humeantes, preferirá la prensa hablar bien de ellos, que da mucho más juego, es más políticamente correcto y en fin quién le va a reprochar a ella lo que hizo...Bahh...pero, ¿qué hizo?
La señorita Tatcher, acodándose a la perfección con Reagan al otro lado del Atlántico, fue pionera, junto con el actor, en llevar a cabo las medidas que allá por los 70 el economista Friedman trató de llevar a la práctica en EEUU pero que otros presidentes, un pelín más sesudos, tuvieron la sensatez (o el miedo) de no llevarlas a cabo. Pero esta chica no. Arrasó con las medidas Neocon. Privatizó todo lo privatizable y le quitó al Estado toda capacidad de decisión. El mundo al servicio de las grandes multinacionales...y desde entonces hasta ahora aquellos primeros ladrillos se transformaron bajo su mandato en sólidos cimientos que tras la caída del telón de acero y los años venideros terminarían por forjar este hermoso y tambaleante edificio burbujeante que tantas veces parece estar rozando el descalabro.

La Thatcher entró a principios de los 80, y sus medidas pasaban por recortar el gasto público, bajar impuestos, reducir empresas estatales y desregular la industria. El paro creció tanto durante el primer año de su mandato que su popularidad cayó bajo mínimos. Todo parecía indicar que su carrera sería corta, pero como por arte de magia(llamémoslo así) ocurrió justo lo que su entredicha popularidad necesitaba: La inigualable vieja fórmula del éxito para con tus conciudadanos. una Guerra. Así, con su discurso solemne, se dirigió a su pueblo para hacerles saber que los argentinos habían invadido unas islas que practicamente ningún inglés conocía, algo así como lo de Perejil pero solo un pelín menos ridículo. Claro, ella, a diferencia de nuestro Trillo y nuestro Ansar, mandó buques y esas cosas a cruzar el Atlántico. Tres meses después la guerra concluyó y los victoriosos militares fueron recibidos cual selección triunfante con su copa del mundo. La multitud estalló en júbilo bajo las consignas patrióticas regalándole a la Dama todo un camino libre para darles por culo.
Las medidas de Libre Mercado de Friedman, que hasta entonces solo se habían llevado a cabo en Chile y Argentina con los regímenes dictatoriales de Pinochet y Videla, a esas alturas de la historia con el comunismo vivito y coleando de la mano de una moribunda URRS, eran demasiado caústicas como para ser aceptadas por la población. Por eso ni siquiera Nixon se había atrevido a hacerlo. Pero ahora el panorama había cambiado, con Reagan y Thatcher jugando a lo mismo, con el lavado de cerebro del patriotismo bélico y con la crisis económica, todas las excusas eran buenas. Reyes de la publicidad y el marketing, eran conocedores de que cualquier objeto puntiagudo, duro, grande y punzante entraría bajo cualquier orificio si se conseguía vender de la forma adecuada. Y así lo hicieron. Bajo el nombre del progreso para el Reino Unido, Margaret Thatcher vendió las compañías nacionales del Acero, del Agua , de la Electricidad, del Gas, del Teléfono, las Aerolíneas, y el Petróleo. Para solo algún año después privatizar también las Viviendas públicas, los Servicios Municipales, los financieros y finalmente la Banca. Crecieron las protestas, estalló la violencia. Los mineros protagonizaron una huelga que tendría paralizado el centro de Londres por un buen espacio de tiempo. La huelga duró un año, pero la Dama ya se había metido tanto en el papel de mujer fatal que no iba a retroceder. Y no lo hizo.

Antes de la llegada de Thatcher un gerente de una empresa ganaba 10 veces más que un empleado medio. En 2007 ganaba 100 veces más.

Las consecuencias de aquellas políticas son reflejadas hoy día en la manera en que nos conducen a esas llamadas “medidas estructurales” consistentes en BAJAR EL GASTO PÚBLICO, PRIVATIZAR, AJUSTARSE AL DÉFICIT y ese largo etc. que tan maniatados, hartos y desesperados nos tienen...

A veces para entender las causas de las cosas hay que ir hasta más atrás de ZP, de Aznar e incluso más allá de nuestras fronteras...

Señorita Thatcher, la verdad es que no sé si será enterrada o incinerada, poco me importa, no caeré en la ordinariez, estupidez o bajeza de desearle ningún mal, al fin y al cabo ya no tiene sentido. Puestos a desear hubiera deseado que no hubiese gobernado, pero tampoco nada se puede hacer ya con respecto a eso. Lo único que tiene sentido desear es que la historia la ponga en su sitio, para de este modo, tratar de no repetirla.

2 comentarios:

  1. Hola Hijo mío de mi alma:
    Me ha encantado la entrada. Nada que ya no supiera. Pero no has mencionado que con su amiguito del otro lado del charco, cual si fueran Bush y Aznar, acabaron con la URSS, ofreciendo al Gorbi prebendas personales que aceptó para propiciar la perestroika. Quizás de aquella historia lo mejor fuera la caída del muro, sin olvidar que la unificación de Alemania trajo un descalabro económico del que aún hoy se resientes.
    En fín, que en este mundo y en esta vida, las consecuencias de los actos de unos pocos pueden ser tan nefastas como perdurables. Mientras que aquí seguimos los demás, hasta el último pelo de la cabeza de adaptarnos a cambios de recortes o consumo exacerbado, según les venga a ellos bien. Lo único cierto es que al final todos acabaremos como ella ha acabado hoy. Entonces, ¿para qué tanta ostia????

    ResponderEliminar
  2. Tampoco mencionas su lamentable politica en Irlanda del Norte. Lo de las prebendas rusas es un chiste muy gracioso, que cosas se inventa la gente. No deberiamos creer todo lo que se dice en los documentales. Otros puntos siniestros de esta historia: que fuera la maiden el principal apoyo de Gonzalez para la entrada espanola en la UE y en la OTAN con el voto contrario de Francia y la comparacion entre la inglaterra de antes y de despues de su mandato, en el supuesto caso de que la verdad le interese a alguien

    ResponderEliminar