Hoy, Damas
y caballeros, ha muerto la mamá del neoliberalismo...
Aferrada
a las doctrinas de Milton Friedman, Lady Tatcher gobernó, como
dicen, con puño de hierro...pero, ¿qué quiere decir eso de
gobernar con puño de hierro? Bien, lo cierto es que no soy inglés,
ni tampoco había nacido cuando entró la señorita al 10 de Downing
Street, pero está la historia, y la contrahistoria, las cosas que se
escriben y los documentales que se ven. Parece que una de las grandes
inventoras, y si no inventoras, simpatizantes con la causa; o
impulsora, de estas medidas “estructurales” ,tan de moda en
nuestros días, fue esta señora que hoy se despide. Como hablar mal
de los muertos queda feo, y más cuando están humeantes, preferirá
la prensa hablar bien de ellos, que da mucho más juego, es más
políticamente correcto y en fin quién le va a reprochar a ella lo
que hizo...Bahh...pero, ¿qué hizo?
La
señorita Tatcher, acodándose a la perfección con Reagan al otro
lado del Atlántico, fue pionera, junto con el actor, en llevar a
cabo las medidas que allá por los 70 el economista Friedman trató
de llevar a la práctica en EEUU pero que otros presidentes, un pelín
más sesudos, tuvieron la sensatez (o el miedo) de no llevarlas a
cabo. Pero esta chica no. Arrasó con las medidas Neocon. Privatizó
todo lo privatizable y le quitó al Estado toda capacidad de
decisión. El mundo al servicio de las grandes multinacionales...y
desde entonces hasta ahora aquellos primeros ladrillos se
transformaron bajo su mandato en sólidos cimientos que tras la caída
del telón de acero y los años venideros terminarían por forjar
este hermoso y tambaleante edificio burbujeante que tantas veces
parece estar rozando el descalabro.
La
Thatcher entró a principios de los 80, y sus medidas pasaban por
recortar el gasto público, bajar impuestos, reducir empresas
estatales y desregular la industria. El paro creció tanto durante el
primer año de su mandato que su popularidad cayó bajo mínimos.
Todo parecía indicar que su carrera sería corta, pero como por arte
de magia(llamémoslo así) ocurrió justo lo que su entredicha
popularidad necesitaba: La inigualable vieja fórmula del éxito para
con tus conciudadanos. una Guerra. Así, con su discurso solemne, se
dirigió a su pueblo para hacerles saber que los argentinos habían
invadido unas islas que practicamente ningún inglés conocía, algo
así como lo de Perejil pero solo un pelín menos ridículo. Claro,
ella, a diferencia de nuestro Trillo y nuestro Ansar, mandó buques y
esas cosas a cruzar el Atlántico. Tres meses después la guerra
concluyó y los victoriosos militares fueron recibidos cual selección
triunfante con su copa del mundo. La multitud estalló en júbilo
bajo las consignas patrióticas regalándole a la Dama todo un camino
libre para darles por culo.
Las
medidas de Libre Mercado de Friedman, que hasta entonces solo se
habían llevado a cabo en Chile y Argentina con los regímenes
dictatoriales de Pinochet y Videla, a esas alturas de la historia con
el comunismo vivito y coleando de la mano de una moribunda URRS,
eran demasiado caústicas como para ser aceptadas por la población.
Por eso ni siquiera Nixon se había atrevido a hacerlo. Pero ahora el
panorama había cambiado, con Reagan y Thatcher jugando a lo mismo,
con el lavado de cerebro del patriotismo bélico y con la crisis
económica, todas las excusas eran buenas. Reyes de la publicidad y
el marketing, eran conocedores de que cualquier objeto puntiagudo,
duro, grande y punzante entraría bajo cualquier orificio si se
conseguía vender de la forma adecuada. Y así lo hicieron. Bajo el
nombre del progreso para el Reino Unido, Margaret Thatcher vendió
las compañías nacionales del Acero, del Agua , de la Electricidad,
del Gas, del Teléfono, las Aerolíneas, y el Petróleo. Para solo
algún año después privatizar también las Viviendas públicas, los
Servicios Municipales, los financieros y finalmente la Banca.
Crecieron las protestas, estalló la violencia. Los mineros
protagonizaron una huelga que tendría paralizado el centro de
Londres por un buen espacio de tiempo. La huelga duró un año, pero
la Dama ya se había metido tanto en el papel de mujer fatal que no
iba a retroceder. Y no lo hizo.
Antes
de la llegada de Thatcher un gerente de una empresa ganaba 10 veces
más que un empleado medio. En 2007 ganaba 100 veces más.
Las
consecuencias de aquellas políticas son reflejadas hoy día en la
manera en que nos conducen a esas llamadas “medidas estructurales”
consistentes en BAJAR EL GASTO PÚBLICO, PRIVATIZAR, AJUSTARSE AL
DÉFICIT y ese largo etc. que tan maniatados, hartos y desesperados
nos tienen...
A
veces para entender las causas de las cosas hay que ir hasta más
atrás de ZP, de Aznar e incluso más allá de nuestras fronteras...
Señorita
Thatcher, la verdad es que no sé si será enterrada o incinerada,
poco me importa, no caeré en la ordinariez, estupidez o bajeza de
desearle ningún mal, al fin y al cabo ya no tiene sentido. Puestos a
desear hubiera deseado que no hubiese gobernado, pero tampoco nada se
puede hacer ya con respecto a eso. Lo único que tiene sentido desear
es que la historia la ponga en su sitio, para de este modo, tratar de
no repetirla.
Hola Hijo mío de mi alma:
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada. Nada que ya no supiera. Pero no has mencionado que con su amiguito del otro lado del charco, cual si fueran Bush y Aznar, acabaron con la URSS, ofreciendo al Gorbi prebendas personales que aceptó para propiciar la perestroika. Quizás de aquella historia lo mejor fuera la caída del muro, sin olvidar que la unificación de Alemania trajo un descalabro económico del que aún hoy se resientes.
En fín, que en este mundo y en esta vida, las consecuencias de los actos de unos pocos pueden ser tan nefastas como perdurables. Mientras que aquí seguimos los demás, hasta el último pelo de la cabeza de adaptarnos a cambios de recortes o consumo exacerbado, según les venga a ellos bien. Lo único cierto es que al final todos acabaremos como ella ha acabado hoy. Entonces, ¿para qué tanta ostia????
Tampoco mencionas su lamentable politica en Irlanda del Norte. Lo de las prebendas rusas es un chiste muy gracioso, que cosas se inventa la gente. No deberiamos creer todo lo que se dice en los documentales. Otros puntos siniestros de esta historia: que fuera la maiden el principal apoyo de Gonzalez para la entrada espanola en la UE y en la OTAN con el voto contrario de Francia y la comparacion entre la inglaterra de antes y de despues de su mandato, en el supuesto caso de que la verdad le interese a alguien
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