sábado, 27 de octubre de 2012

El Alma de Mariló



Si la señorita Mariló Montero lleva razón y resultase que el alma se traspasa con los trasplantes, a buen seguro la totalidad de nuestros dirigentes poseen algún órgano trasplantado de un asesino en serie, o cualquier tipo de psicópata incapaz de empatizar un ápice con ninguna emoción humana. Puede que sea así, o puede que para escalar hasta estos cargos que ocupan sea requisito indispensable trabajar y macerar un alma con la empatía amputada. Siendo así, serían ellos los que no debieran figurar como donantes, no vaya a ser que en estos años de tanto ajetreo se nos mueran jóvenes y desgracien a uno de esos pobres infelices que esperan entre la angustia y el deseo ese órgano que haya de devolverles las ganas de vivir. Pero tampoco.
Me parece que lo más probable es que la exmujer de aquel presentador de cuyo nombre no me quiero acordar va a estar equivocada y las almas no cambian de domicilio una vez muerto su portador, por más que nos empeñemos en trasplantarlas. Puede que hubiese visto aquel aclamado film que nos volvió a regalar González Iñarritú en los que con una de esas historias a tres bandas que tanto le gusta montarse, Sean Penn trazaba unas artimañas para averiguar la identidad de su salvador, que a pesar de muerto quién sabe si no pudiese él, tan estupendo y atractivo, de algún modo, suplir su identidad. No le fue mal del todo. 21 gramos dicen que tenían aquellas almas...pero no señorita Mariló. A pesar de que la metáfora y la poesía de aquella película hiciesen estremecer las nuestras(almas claro), no pasaba de película de ficción; y si usted, por algún casual es aficionada a consumir ciertas sustancias a tempranas horas de la mañana, no seré yo quién se lo impida. Pero háganos un favor: entienda que el tema tiene un componente de seriedad mayor del que a priori sus presumibles amigos del opus le dijeron, y es que, querida Mariló, esperar un órgano no debe de ser la mejor de las experiencias. En cambio, recibirlo, sí que puede aproximarse. Podemos entender, si queremos jugar a ser comprensivos ciudadanos, que lo hiciste sin mala intención. Pero ud. no puede olvidar que trabaja en una televisión, pública por cierto, y que es un modelo para muchísimas personas que la siguen a diario(no es mi caso dios me libre)y tratar con tanta frivolidad un tema tan delicado como si estuviese hablando con amigos en un bar, es cuanto menos digno de retractarse públicamente arrodillada y escupiendo miles de perdones por la boca porque, querida Mariló, si yo la escucho en una conversación decir que “ si recibieses un órgano de un asesino, no lo querrías” pensaría que eres exageradamente gilipollas. Pero si te lo escucho decir en un programa de televisión(pública por cierto) lo que pienso es que ud. es una hija de puta. Y no querría yo equivocarme al pensar tan mal sobre nadie, no vaya ser que acierte y acabe ud. también de dirigente política.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Jarrillo Lata Soft Machine




Más apañao que un Jarrillo Lata...expresión de la tierra donde las haya, la calidad de lo humilde, lo sencillo y lo bueno cogidos de la mano. Estos Jarrillos no son tan folclóricos, ni tan anónimos, y si se hace un poco de justicia el tiempo impedirá aún más su anonimato.
Desde Málaga, respetando la esencia de la música de la tierra, amigos del maestro Rockberto sus guiños a éste son continuos y no podía faltar el homenaje en el disco. Sus letras profundas, reivindicativas, lucha de lo cotidiano, anhelo de libertad, libre albedrío y recuerdos para su gente: cercana y gigante.
Casi ninguno de estos jarrilleros pasa de los treinta; y si bien es cierto que vivir de la música en un país donde la incultura es plaza pública y la música la mayor de las violadas no es plato fácil, hay esperanza- Hay esperanza porque entre más de 40 millones de almas muchos oídos se libraron de la quema, y están las redes sociales que se alejan de la prostitución de las discográficas cuarentaprincipaleras, pero hay que luchar, seguir, ser pertinaz y sin duda esta gente ha hecho los deberes. Su segundo disco, fruto del trabajo de casi un año, es la consagración de un grupo que habiendo empezado hace apenas cuatro años, da paso firmes y de gigantes. El binomio de Agustín Sánchez y José Torregrosa está funcionando a la perfección en la composición de los temas. El primero, un guitarrista de primer nivel que disfruta la música como a pocas personas le he conocido. Acertadamente me dijo una vez: “el músico perfecto ha de combinar artesanía, teoría y alma...” Este guitarrista combina su amor a Pink Floyd,Hendrix, la bossa, el Jazz, los Beatles, Tabletom y un infinito etc. con estudios de guitarra clásica en el conservatorio superior. El resultado es evidente...y si no me equivoco apenas pasa de los 25 años, lo que quiere decir, si mi intuición es acertada, que estamos ante uno de los mejores guitarristas futuros en este país.
El vocalista tiene todo lo que necesita un cantante para liderar un grupo: showman, sentimiento, calidad interpretativa y una gran capacidad de expresarlo todo en sus letras. 
A esto hay que sumar al bajista y el batera de Jarrillo Lata que marcan el ritmo pá que muevas las patas...y si la cosa queda coja, que no es el caso, le metemos más ritmos afrocubanos con una percusión andaluza que quita el sentío. ¿No es suficiente?¿ Se echa algo de menos? Pues metamos dulces y melódicos vientos que suavicen el sentimiento garrapatero, trombón, flauta travesera y algún saxo si la ocasión lo requiere.
Jarrillo Lata: música malaguita universal. La dureza de la incertidumbre y la carretera, el tedio de las repeticiones en los ensayos, el inmenso placer de buscarse la vida creando, la magia impagable de dar un concierto. El deseo y el anhelo de dar el gran salto. Los que más o menos los conocemos lo deseamos. Lo deseamos porque creemos en la justicia y en la buena música y ver a esta gente vendiendo discos y dando conciertos importantes sería el siguiente paso lógico que el grupo malagueño tendría que encontrar. Desde este humilde rincón aportar un granito de arena para la difusión de un grupo que dará que hablar. Ahora suban el volumen, reclínense, juzguen vosotros mismos y disfruten...


sábado, 20 de octubre de 2012

Escribir o No escribir...That´s the Question



A veces para escribir uno mira, observa, deduce, piensa, tratando de buscar, deseando encontrar una gran idea. Ese es el primer paso. Una idea interesante que aflore, que venga a mí. Cuando esto ocurra, le daré forma. Un poco de aquí, un poco de allá; y así conversando con el hombre que siempre va conmigo esbozo el escorzo del nuevo fruto creativo literario. O al menos, algo parecido a eso era cuando uno se tornaba prolífico y lo hacía bien, o al menos eso creía. Luego, lo que ocurre en los tan conocidos parones, tiene mil causas. En primer lugar, hacer descender de la escalera de prioridades el hecho de escribir. Siendo así, por una u otra razón, tu mente pierde enfoque en los necesitados prolegómenos de la escritura y el acto posterior nunca llega. No se consuma. Después, pasa el tiempo y a veces, como con tantas cosas, añoras y dices: “Debo de retomarlo. No estaría mal si...” Pero, no porque has perdido el hábito, la rutina, las habilidades, y ni siquiera encuentras una mísera o mediocre idea que hilar, que decorar, que embellecer y que parir. Entonces, lo que no existe ni siquiera se desvanece. Siendo así, vuelve a pasar el tiempo. A veces, de nuevo te obligas, y te obligas a sacar el bisturí para con la realidad cotidiana. Pero estás cansado. Necesitas un cambio de registro, no es que lo desdeñes, solo que no quieres forzar. Lo que haya de llegar tendrá que fluir.
Entonces, decides, un buen día, sin saber muy bien si es acertado, escribir por escribir. A ver que ocurre, a ver que pasa. Al fin y al cabo, ¿cuál es el motivo que conduce a rellenar espacios en blanco? ¿Reconocimiento? ¿No estancamiento?¿Aportar algo a la sociedad? ¿O, sencillamente, sentirme bien conmigo mismo por el hecho de hacerlo? Siendo así, que suene la música que fluyan los dedos. Si no les gustó, lo siento, tal vez pueda prometer algo mejor para la próxima. Por algo hay que empezar. Si tal vez, ni siquiera es eso, no me guarden rencor, no haberlo leído, pero no se quejen, tampoco es para tanto, ni los libros de caballería del Quijote merecieron morir en aquella pira.

viernes, 5 de octubre de 2012

Otro compás





Como siempre, uno mira atrás y descubre, casi sin querer pero tampoco sorprendiéndose, que el tiempo es aquel viejo conocido que avanza inexorable e impertérrito hacia un futuro que siempre acaba convirtiéndose en presente tan solo durante el breve lapso que no es pasado; y en esas, los viandantes de la vida, transitamos. Es bueno hacerlo. Bueno es poder contarlo, sentirlo, vivirlo, de algún modo palparlo y sentir que la magia, esa magia que a veces, escondidas dentro, o tal vez detrás, de las pequeñas cosas, encierra la vida. Y la vida, al fin y al cabo, es para ser vivida. El verano acabó, como siempre acaba. Y las temperaturas bajan y las nubes reaparecen y las lluvias esperadas, y el puesto de castañas sustituye al de los chumbos y el comienzo de curso nos trae esas nuevas perspectivas y/o ilusiones, porque como ya dije, el año comienza aquí, aunque la iglesia se empeñe en hacernos creer lo contrario.
Ilusiones digo. Ilusiones a todas esas personas que la suerte de la vida les ha sonreído un poco. Ilusiones a todos esos luchadores que a pesar de que la sonrisa de la vida no se muestra tanto sacan de nuevo fuerza para incubar ilusiones, porque como ya dijera un gran amigo: “no se puede vivir sin ilusiones...” Pero la realidad a veces se empeña en maltratar y denostar a nuestras mejores y más viejas amigas, y quedan demacradas y a veces muertas. Muertas las ilusiones poco nos queda, solo fútbol. Pero claro, no a todos nos gusta comer del mismo plato, y no todos admitimos la dosis de opio que nuble la vista de la misma forma. Entonces es cuando descubrimos, mirando aquí o allá, que nos intentan joder, al fin y al cabo ya lo sabíamos antes del verano. La pregunta es: ¿hasta cuándo lo consentiremos? Tal vez la muerte de una mente lúcida, que pasa inadvertida por casi todos, nos conduzca un poco más al compromiso de buscar la lucidez nosotros también, o es que acaso pensamos que la lucidez no está reservada para nosotros. La mente es un órgano que se desarrolla con el uso, igual que un bíceps o un sistema cardiorrespiratorio. Cierto es que pueden haber ciertas limitaciones pero antes son éstas sociales que genéticas. Sí tendremos que admitir que hay mucho trabajo pendiente...pero nunca es tarde si la dicha es buena. Al fin y al cabo si algo positivo trae la crisis es un resurgir en ideas donde el bien común se muestre prioritario, la pega es que de momento apenas pasan de ideas, y las mejores ideas, no lo olvidemos, son aquellas que se materializan al llevarse a la práctica.
Si transitamos por este mundo consumiendo una línea de tiempo que más pronto que tarde llegará al final...¿por qué preocuparnos con cosas tan grandes? Eso sostienen muchos, y claro no dudemos de que no les falta toda la razón, pero supongo que la respuesta es sentir que tan solo somos un eslabón más dentro de este cosmos, de esta cadena vital que un día se transformó en nuestra especie, otro día en nuestros padres, ayer en nosotros, hoy en nuestros hijos y mañana quién sabe si en otra especie o sencillamente en otros tantos eslabones que busquen perdurar... “Un enjambre de moléculas puestas de acuerdo de forma provisional. Un animal prodigioso con la delirante obsesión de querer perdurar No dejaremos huella, sólo polvo de estrellas”.
Nada quedará más que la nada, pero eso no debe entristecernos, sino permitírnos ver con más nitidez la relatividad de todo, y el espacio real que ocupan las cosas.
Acabó el verano, comienza el otoño, suenan los primeros acordes de este nuevo curso, suban el volumen, disfruten de la música