¿Quién ha visto alguna vez en hora punta del telediario alguna noticia relacionada con una sustancia llamada coltan? ¿Quizá haya leído algo en la prensa?¿Algo sobre la República Democrática del Congo, la guerra, los muertos y los móviles? Supongo que todos los que hayáis oído hablar sobre este "insignificante" e "intrascendente" tema, lo habéis hecho por medio de otras fuentes, ya sea algún amigo paliza concienciado, o algún email cargante de esos que nos recuerdan lo miserables que somos. Bueno, cosas que pasan, me apuntaré a la línea del amigo paliza o email cargante en esta entrada, para una vez más atizar colectivamente a nuestras conciencias con una pizca de información para que nos duela un poco más, de este modo, mirar para otro lado.
Resulta que el coltan (que curiosamente no reconoce el corrector automático este del word) es una mezcla de los minerales de columbita(col) y tantalita(tan), de aspecto grisáceo metálico oscuro. Por muchos conocidos como el "oro gris" sirve de materia prima básica para la construcción de componentes de última tecnología, siendo una lista interminable los productos para los que se necesita el coltan, destacando especialmente los móviles. Dicho metal se encuentra concentrado casi en su totalidad en la República del Congo, y viene siendo la causa directa de una guerra en la región que se acerca hoy a los 15 años y que carga a sus espaldas más de 5,5 millones de muertos. Es evidente que las grandes compañías móviles, así como otras muchas de gran calado tecnológico, son cómplices y culpables directos de todas las atrocidades que allí se vienen cometiendo. Es evidente que nosotros, impúdicos y maravillosos ciudadanos, somos responsables indirectos, pero directos, de todas las atrocidades que se cometen allí. Víctimas y verdugos a partes iguales no paramos ni un segundo a pensar en las consecuencias de nuestro consumo desmesurado, miremos hacia otro lado.
La guerra comenzó en agosto del 1998, y el asunto es más complejo que la explotación del coltan. Pero era evidente que los intereses económicos derivados de ésta eran muy apetitosos como para no pelear. Auspiciando la guerra estaban poderosísimas compañías multinacionales de las que tan bien hablamos. Ruanda y Uganda se aprovechaban de los beneficios de la explotación del coltan congoleño, ya que grandes países occidentales(valga de ejemplo, como no, EEUU) prestaban ayuda económica y militar, al tiempo que les perdonaban la deuda y los ponían como ejemplo de desarrollo económico.¿Todo a cambio de qué? Pues a cambio de una buena ración del tan preciado coltan robado y traficado desde la República Democrática del Congo(RDC)
Pasaron unos años y la cifra de muertos ascendía sin parar, no en vano, ha sido la guerra que más muertos ha causado desde la SGM(que extraño no haber oído acerca de esto por la tele, no?). Al final el tema trascendió, básicamente debido a la presión ejercida por informes de ciertas ONG, y la comunidad internacional tuvo que darse por enterada y hacer el paripé y llevar a unos cascos azules que poco harían y elaborar una lista negra de empresas que fomentaban todo este tráfico de coltan. La lista ascendió a 34, de estas, 27 eran empresas occidentales. La guerra terminó alrededor del 2003, pero la explotación de coltan sigue siendo una realidad que sume en la pobreza y explotación al pueblo congoleño, muy especialmente a niños, al tiempo que enriquece a sus gobernantes y a las empresas que se benefician directamente. ¿Detrás de todo esto? Nosotros, que tenemos que consumir y comprar y tirar para entonces volver a consumir, comprar y tirar. Veremos anuncios en la TV que nos dirán lo estúpidos que somos por no tener el móvil de última generación, poco después, alguien se nos habrá adelantado y ya tendrá un móvil más bonito, nos corroerá la envidia y utilizaremos puntos, permanencia y pasta para tener un móvil más mejor. Somos así. Nuestra calidad baremada por nuestros bienes de consumo. Al tiempo, ignoraremos la realidad subyacente a todo proceso productivo. Externalización de costes lo llaman.
Extraer coltan tiene mucho parecido con la extracción del oro. Es un trabajo minero, con la dureza inherente que eso implica. Además mediante los procesos de extracción a menudo escapan ciertos gases radioactivos lo cual incrementa los riesgos de la extracción. Las medidas de seguridad en las minas brillan por su ausencia y a menudo mueren por enterramiento debido a desprendimientos de tierra niños que suelen trabajar bajo supervisión militar.
Los trabajadores en la RDC suelen ganar entorno a 10$ mensuales, mientras que en las minas la cantidad puede llegar a multiplicarse de cuatro a veinte veces. Un trabajador experimentado conseguirá extraer un kilogramo de coltan al día. Para hacernos una idea de cómo funcionan estas redes de tráfico de coltan valga de ejemplo como la compañía Somigl(compañía mixta formada por tres empresas: belga, ruandesa y surafricana) paga a un grupo guerrillero de la RDC 10$ por kilogramo de coltan, al tiempo que lo revende en Londres por 300$ o más. Una de las grandes compradoras es la compañía alemana, subsidiaria del monopolio farmacéutico de Bayer. Así funciona el mundo, y no por ser complejo es menos cruel.
Crímenes contra la humanidad aparte, la guerra del coltan ha propiciado una destrucción sin precedentes en las áreas implicadas en la extracción. Estamos hablando de la selva ecuatorial congoleña que presenta una de las zonas más ricas en biodiversidad del planeta, contando con especies tan majestuosas como el gorila de espalda plateada o el elefante del Congo. La realidad es que las poblaciones de estas especies se han visto diezmadas en un 90 y 80% respectivamente en los últimos años.
Lo cierto es que a pesar de semejante barbarie, la dependencia de nuestro mundo actual del coltan es absoluta. "Si ese niño que está golpeando llega un momento en que no encuentra más, el mundo ultramoderno que conocemos se viene abajo. ¿Cómo el siglo XXI depende de ese niño dándole martillazos a una piedra? ¿Estamos locos, o no estamos locos?" Alberto Vázquez Figueroa.
pd: Adjunto una entrevista muy interesante a Alberto Vázquez Figueroa en cuarto milenio. He de reconocer que no me gusta nada este programa, pero al menos la entrevista es interesante e ilustrativa.
http://www.youtube.com/watch?v=WAtDgGudvGE
http://www.youtube.com/watch?v=qLw-1R3SJLw&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=L-0C26k8_UU&feature=related
Resulta que el coltan (que curiosamente no reconoce el corrector automático este del word) es una mezcla de los minerales de columbita(col) y tantalita(tan), de aspecto grisáceo metálico oscuro. Por muchos conocidos como el "oro gris" sirve de materia prima básica para la construcción de componentes de última tecnología, siendo una lista interminable los productos para los que se necesita el coltan, destacando especialmente los móviles. Dicho metal se encuentra concentrado casi en su totalidad en la República del Congo, y viene siendo la causa directa de una guerra en la región que se acerca hoy a los 15 años y que carga a sus espaldas más de 5,5 millones de muertos. Es evidente que las grandes compañías móviles, así como otras muchas de gran calado tecnológico, son cómplices y culpables directos de todas las atrocidades que allí se vienen cometiendo. Es evidente que nosotros, impúdicos y maravillosos ciudadanos, somos responsables indirectos, pero directos, de todas las atrocidades que se cometen allí. Víctimas y verdugos a partes iguales no paramos ni un segundo a pensar en las consecuencias de nuestro consumo desmesurado, miremos hacia otro lado.
La guerra comenzó en agosto del 1998, y el asunto es más complejo que la explotación del coltan. Pero era evidente que los intereses económicos derivados de ésta eran muy apetitosos como para no pelear. Auspiciando la guerra estaban poderosísimas compañías multinacionales de las que tan bien hablamos. Ruanda y Uganda se aprovechaban de los beneficios de la explotación del coltan congoleño, ya que grandes países occidentales(valga de ejemplo, como no, EEUU) prestaban ayuda económica y militar, al tiempo que les perdonaban la deuda y los ponían como ejemplo de desarrollo económico.¿Todo a cambio de qué? Pues a cambio de una buena ración del tan preciado coltan robado y traficado desde la República Democrática del Congo(RDC)
Pasaron unos años y la cifra de muertos ascendía sin parar, no en vano, ha sido la guerra que más muertos ha causado desde la SGM(que extraño no haber oído acerca de esto por la tele, no?). Al final el tema trascendió, básicamente debido a la presión ejercida por informes de ciertas ONG, y la comunidad internacional tuvo que darse por enterada y hacer el paripé y llevar a unos cascos azules que poco harían y elaborar una lista negra de empresas que fomentaban todo este tráfico de coltan. La lista ascendió a 34, de estas, 27 eran empresas occidentales. La guerra terminó alrededor del 2003, pero la explotación de coltan sigue siendo una realidad que sume en la pobreza y explotación al pueblo congoleño, muy especialmente a niños, al tiempo que enriquece a sus gobernantes y a las empresas que se benefician directamente. ¿Detrás de todo esto? Nosotros, que tenemos que consumir y comprar y tirar para entonces volver a consumir, comprar y tirar. Veremos anuncios en la TV que nos dirán lo estúpidos que somos por no tener el móvil de última generación, poco después, alguien se nos habrá adelantado y ya tendrá un móvil más bonito, nos corroerá la envidia y utilizaremos puntos, permanencia y pasta para tener un móvil más mejor. Somos así. Nuestra calidad baremada por nuestros bienes de consumo. Al tiempo, ignoraremos la realidad subyacente a todo proceso productivo. Externalización de costes lo llaman.
Extraer coltan tiene mucho parecido con la extracción del oro. Es un trabajo minero, con la dureza inherente que eso implica. Además mediante los procesos de extracción a menudo escapan ciertos gases radioactivos lo cual incrementa los riesgos de la extracción. Las medidas de seguridad en las minas brillan por su ausencia y a menudo mueren por enterramiento debido a desprendimientos de tierra niños que suelen trabajar bajo supervisión militar.
Los trabajadores en la RDC suelen ganar entorno a 10$ mensuales, mientras que en las minas la cantidad puede llegar a multiplicarse de cuatro a veinte veces. Un trabajador experimentado conseguirá extraer un kilogramo de coltan al día. Para hacernos una idea de cómo funcionan estas redes de tráfico de coltan valga de ejemplo como la compañía Somigl(compañía mixta formada por tres empresas: belga, ruandesa y surafricana) paga a un grupo guerrillero de la RDC 10$ por kilogramo de coltan, al tiempo que lo revende en Londres por 300$ o más. Una de las grandes compradoras es la compañía alemana, subsidiaria del monopolio farmacéutico de Bayer. Así funciona el mundo, y no por ser complejo es menos cruel.
Crímenes contra la humanidad aparte, la guerra del coltan ha propiciado una destrucción sin precedentes en las áreas implicadas en la extracción. Estamos hablando de la selva ecuatorial congoleña que presenta una de las zonas más ricas en biodiversidad del planeta, contando con especies tan majestuosas como el gorila de espalda plateada o el elefante del Congo. La realidad es que las poblaciones de estas especies se han visto diezmadas en un 90 y 80% respectivamente en los últimos años.
Lo cierto es que a pesar de semejante barbarie, la dependencia de nuestro mundo actual del coltan es absoluta. "Si ese niño que está golpeando llega un momento en que no encuentra más, el mundo ultramoderno que conocemos se viene abajo. ¿Cómo el siglo XXI depende de ese niño dándole martillazos a una piedra? ¿Estamos locos, o no estamos locos?" Alberto Vázquez Figueroa.
pd: Adjunto una entrevista muy interesante a Alberto Vázquez Figueroa en cuarto milenio. He de reconocer que no me gusta nada este programa, pero al menos la entrevista es interesante e ilustrativa.
http://www.youtube.com/watch?v=WAtDgGudvGE
http://www.youtube.com/watch?v=qLw-1R3SJLw&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=L-0C26k8_UU&feature=related
Tengo la inmensa suerte de tener un amigo paliza, notable conocedor de su campo de estudio que es capaz de dejarlos perlas como esta entrada, de darnos un coscorrón de vez en cuando para que se tambaleen nuestras mentes. Me alegra también que esa suerte la compartan un puñado de chavales que despiertan, si no al mundo, a nuestra patética sociedad.
ResponderEliminarDe tu entrada de hoy destaco la relación que estableces entre sociedad compleja y sociedad cruel. Está muy de moda justificar atrocidades, crímenes y opresiones innecesarias arguyendo la complejidad del sistema financiero, la macroeconomía y “los mercados”. Tanto es así que prefieren censurar determinadas informaciones u ofrecerlas sesgadamente. Éste es un caso.
A veces pienso, como dices, que todo empieza por nuestra actitud hacia los bienes de consumo. De nada sirve que empaticemos con la situación de los congoleños, si después no somos capaces de consumir tecnología de forma más o menos adecuada. Digo más o menos, porque ya estamos en una maraña de superficialidades de la que será difícil salir.
Aquí estoy, un domingo por la mañana escribiendo en tu blog, aunque podría haberte enviado una carta en un papel u organizar un debate en el pueblo o no sé … esas iniciativas comunicativas que tenía la gente antes, esas formas de intercambiar ideas, donde primaba el contacto humano. No obstante, comunicarse está bien. Supongo que con ello tampoco acabaría la explotación humana y económica del Congo, pero nos alienaríamos un poco menos
Un abrazo y gracias.
Me ha gustado tu entrada, me ha sorprendido, me he enterado de mucho que no sabía y me he seguido asombrando de lo perfectamente hipócritas que somos en este mundo? no, en esta sociedad de mierda que hemos ido creando. Pero la pregunta subsiguiente es: ¿cómo volvemos atrás? ¿cómo conseguimos el equilibrio entre un desarrollo económico y un desarrollo social justo, tolerante y ecuánime? Una no tiene por qué saberlo todo, pero no saber ciertas cosas, aunque los aparatos de comunicación hayan fallado, es lamentable. Y aferrarse además a ese mirar a otro lado de los medios no exhime de culpa, o al menos de ese resquemor de nos saber lo que se tiene que saber para poder ser críticos y opinar con criterio.
ResponderEliminarGracias por tus aportaciones y no dejes de hacerlo porque los palizas también deben existir....
besos
mamá
Hola compañero!
ResponderEliminarMuy muy grande tu entrada, muy documentada por lo que veo...
Te recomiendo que leas "Coltán" de Alberto Vazquez Figueroa, Es una novela (ficción) pero da una visión muy clara de cómo funcionan las cosas en el mundo.
Te diré, querido amigo, que, pese a todo, esta segregación existente en la sociedad (norte/sur, oriente/occidente Primermundo/tercermundo) es además de totalmente injusta, completamente necesaria para la supervivencia de la especie humana.
Es una matemática devastadora, pero muy simple:
El planeta no podría soportar un "primer mundo" global sencillamente porque se acabaría el oxígeno. Piénsalo, en las sociedades desarrolladas la población se acumula en grandes ciudades que consumen mucho más oxígeno del que producen... este déficit se contraresta con el superhábit de las sociedades rurales propias del tercer mundo.
Es difícil de digerir, pero necesitamos que el tercer mundo siga siendo el tercer mundo.
Lo del coltán es muy preocupante, pero... ¿imaginas qué barbaridades no se harán subrepticiamente desde occidente para proteger nuestro preciado aire?
Un abrazo...
PD: Juel! me he explayao!!!
La geopolitica y la tan "integradora" globalizacion nos dicen que si, que este fuckin World depende de ese niño y sus manos golpeando para encontrar al oro gris.
EliminarLastima que demos lastima.
Saludos.