martes, 10 de diciembre de 2019

Viejas preguntas de siempre



Hay una ristra de días, semanas, meses y años que siguen pasando; esforzados, empeñados, tozudos en no dejar de hacerlo. Hay una ristra de propósitos que pierden sentido, que se convierten en una caricatura de sí mismos cada vez que los descubres ahí, casi callados, clamando su espacio, casi sin quererlo, casi sin creérselo. Hay una vida que cambia casi sin darnos cuenta, donde la esencia se mantiene pero casi ya no cuenta. Hay un pequeño niño- adolescente yo que pide que le hagan caso, aunque ya no sepa ni qué decir. Y en estas la vida va transcurriendo. Hay un Ying, y hay un Yang, que no saben muy bien quiénes son quién. Siempre en el mismo sitio, aunque en distinto lugar, uno va perdiendo la valentía como si ya no fuera aquel. Casi sin darse cuenta de que nunca será otro. Acaso, si nuestros viejos sueños, las vetustas inquietudes, las antiguas disconformidades, se van oxidando, no querrá decir que ya no merezcan un abrazo. No querrá decir acaso que estábamos equivocados.
En el universo de lo que se tiene que hacer vamos extinguiéndonos, resignándonos dulcemente a lo que se supone que tenemos que ser… y aceptamos. Aceptamos el giro aplastante de la rueda, como si esa rueda dijese alguna verdad. Como si existiese alguna verdad.
En el universo de las cosas con las que debemos cumplir nunca podrá, aunque nos engañen, eclipsarse la esencia de quienes verdaderamente somos.
Así, de ese modo, darán igual los días, las semanas, los meses y los años, nuestros viejos sueños, dudas e inquietudes seguirán inmersas en aquel ADN que acertamos torpemente en llamar alma. Aunque lo olvidemos. Seguirá siendo así.
Pero entre tanta marejada quedamos mareados, perdiendo nuestra ubicación, sin saber ni por asomo muy bien qué hacer.
¿Cómo dar la vuelta a la tortilla? ¿Cómo romper la estúpida rueda?

viernes, 6 de diciembre de 2019

Hablemos de Greta


Resulta que hay que hablar de Greta, no nos queda otra, aunque no queramos, hay que hablar de Greta. Algunos, no estoy muy de acuerdo con ellos, como suele pasar, la erigieron por ciertas circunstancias que desconozco pero me las puedo imaginar, como símbolo mundial contra el cambio climático. Y ven en a ella a una suerte de líder mundial que venga a elevarse al cielo para salvarnos de este mal. Yo, que hace mucho que detesto esa necesidad de mesías que tiene nuestra especie, pues nos recuerda a lo más obtuso y primitivo de nuestras creencias, quiero entender que sería mejor no depender para grandes hitos, para grandes luchas y retos colectivos  de un individuo, indistintamente si este individuo es esta, si resulta octogenario, adolescente, local, de Suecia o la Conchinchina. No, no me gusta endiosar a nadie, será porque no creo ni en dios,  ni en dioses.
Sin embargo, hay que reconocer que a nuestra especie, por más que no nos guste, este tipo de hechos, a veces les sirve como catalizador para sacarla de la inopia y que comience, de este modo, a mirar hacia un lugar. Así pues, por poco que nos gusten la figura de los dioses, a veces, no vienen mal. Ojalá no fueran necesarios, pero siendo nuestra especie la que es, a veces, funcionan. Y, en cualquier caso, lo hagan o no, creamos en la necesidad de ellos o no, la culpa de que sean alzados al olimpo tampoco es de ellos. No fue de Ghandi, ni de Lennon, ni del Ché. Ni tampoco lo es de Greta Thunberg. Greta Thunberg ha luchado por una causa que cree justa apoyándose en sólidos y, hasta ahora, irrefutables argumentos, tal vez con la exagerada intensidad que una persona con el síndrome de Asperger puede propiciar debido a su capacidad de obsesionarse. Así que esta adolescente, hace algo más de un año, tras haber caído en depresión unos años atrás por no entender por que la gente no hacía nada para evitar el cambio climático, comenzó a darse cuenta de que lo mejor que podía hacer era irse  a protestar frente al parlamento sueco, coincidiendo con las elecciones, para exigir al gobierno de su país que cumpliese con lo establecido en el acuerdo de París respecto a las emisiones de CO2, fíjate tú que locura lo que pedía la chavala, que cumplieran con su compromiso. Tras las elecciones Greta dejó lo de la huelga escolar para los viernes solo y, estudiantes de todo el mundo decidieron que resultaba inspirador. A buen seguro, eso pensaron los que la organizaron, pero no los otros tantos millones de estudiantes que les pareció buena idea no asistir a clase porque, los estudiantes en general, toca decirlo, los de ayer y los de hoy, el motivo por el que hacer huelga siempre les parecerá bueno, aunque no tengan ni idea de ello ni antes, ni durante, ni después de la misma. Pero esa, es otra historia.
Así, la buena de Greta fue transformándose en icono, se la fue invitando a ir a dar discursos a sitios solemnes y sus vídeos comenzaban a viralizarse. Por entonces, mientras la mayoría de los mortales no la odiaba, los que siempre hemos andado preocupado con esto de que el clima cambie empezamos a conocerla y a resultarnos inspiradora. Porque esa gente que somos los que siempre nos ha preocupado lo de clima siempre hemos sido grandes ignorados, predicadores en el desierto mientras el tiempo se iba agotando y ver que, de repente, por la razón que fuese, la gente comenzaba de una puñetera vez a darse cuenta era motivo, al menos, de cierto alivio. Por lo que, aún sin creer en figuras mesiánicas, agradecí la aparición de la Thunberg.
Pero claro, la Thunberg iba apuntando lejos,  más que ella el tsunami generado a través de las redes sociales. Pronto Greta comenzó a ser una chica muy visible. Y la gente tenía que opinar algo sobre ella. Y como la gente es más de quedarse con lo emocionalmente primario antes que con el significado de las palabras, descubrieron que la chica se expresaba de forma extraña, el ceño fruncido, la voz ruda y decía cosas feas a los de generaciones mayores, es decir, a las suyas....hmmmm, algo empezaba a no cuadrar. ¿Quién diablos era esa chica y por qué estaba tan enfadada? Entonces esa gente, que es la misma de siempre, empezaron a ver que unos decían Greta mola, y otros Greta es una marioneta, amargada, muñeco roto, manipulada, que no tiene ni idea y las cuatro cosas que dice se las han dicho que las diga. Así que fue fácil declinar la balanza: Greta mala. Y más salía en los medios, más fácil odiarla. Así que ya teníamos a una nueva Goldstein. Curiosamente, al principio se tomaba más la tesis de: "pobre niña sin infancia", a lo que algunos les recordábamos que bueno, era ya más bien adolescente. Porque lo cierto es que Greta parece menor de lo que es. Así que a esa misma gente, ahora, les parecía mejor meterse con ella. Entonces algunos decían: "oye, os estáis metiendo con cosas relacionadas con su autismo" Pero que va, ellos siempre saben lo que hacen y si no, encuentran partidos que les hagan creer que así es. Y en estas, día tras día, más gente se va sumando a la moda de odiar a Greta y cosas tan patéticas como vomitivas y denunciables comienzan a instalarse en las pantallas de todo el mundo. Así vemos al señor Frank Cuesta, que tantas veces ha demostrado ser un cenutrio, metiéndose en una jaula con un "animal" al que llama Gretus amargatus y se pega unos cuantos minutos haciendo algo supuestamente relacionado con el humor para denostar la figura de la sueca. Así mismo, parece que otros presentadores de otras partes del mundo como Brasil dijeron otras barbaridades aún mayores sobre la activista, acarreándoles el despido. Igual que el entrenador de un equipo de fútbol italiano, que también tuvo que dimitir. Está bien. Está muy bien que Greta acabe sacando, aun sin pretenderlo, los instintos más bajos de esa caterva de ineptos tan en boga en estos días incapaces de pararse a pensar por solo un segundo en el significado de las palabras que dice el sujeto que tanto odio, de repente, les despierta. Está muy bien, porque así se retratan y quedan, para el resto de los ciudadanos como lo que son, una panda de ignorantes con la boca muy grande y muy poca educación.
Estos ciudadanos tan preocupados por el uso y abuso que hacen de la "niña"Greta, nunca dijeron una palabra sobre el que sufrió Marisol, Joselito o Michael Jackson, porque ellos los hacían sonreír y no les ponían por delante una escena apocalíptica de difícil digestión. Mucho mejor, seguir creyendo a señores que, como Espinosa de los Monteros, se atreven a decir en plena cumbre del clima que él no conoce ninguna evidencia científica que diga que el cambio climático está producido por el hombre. Muestran su ignorancia delante de millones de personas y se vanaglorian de ella, a nadie parece preocuparle porque para eso ya tenemos a una chica de 16 años que lanza verdades como puños pero que es maravillosa para reírnos de ella y hacer saña.
 ¿Quién dijo que la verdad tuviese algo que ver con lo que de verdad importa?

lunes, 16 de septiembre de 2019

Hay que comer menos carne


Hablar del consumo de carne empieza a estar de moda. Antiguamente estaban por ahí los vegetarianos que eran como personas que se sabían que existían pero nadie realmente conocía a ninguno, y si lo conocía comía huevos, mantequillas y en muchas ocasiones hasta pescao. Ahora ya no quedan vegetarianos,  pero en su lugar vienen pegando con fuerza los veganos, que vienen a ser como vegetarianos 2.0. Lo cierto es que el resto de los mortales que no pertenecen a este grupo tienden a presentar una animadversión importante hacia ellos, y ésta, suele ser recíproca. Y en este caso, no se sabe muy bien si fue antes el huevo o la gallina, si se me permite la expresión. Lo cierto es que muchos consideran que hay mucho "fanático" que impone su filosofía en esto de no comer carne, pero como son minorías, a las mayorías que tienen la razón del convencionalismo de su lado, se les suele pasar por alto que ellos no son menos radicales en la imposición de sus principios que los primeros. Como quiera que sea, es una decisión personal así que, de entrada por tanto, cada cual que haga lo que salga del alma. Sin embargo, hay muchas razones para poner sobre la mesa este debate y tratarlo como se merece, porque igual a la población del 2019 le interesa tomarlo en cuenta de la forma menos contaminada posible. Así que, mientras se meten unos con otros y se insultan entre ellos tratemos de analizar algunos datos.
En primer lugar, veamos las razones que suelen ser las primeras en motivar el paso al veganismo por parte de quien así lo quiere hacer y, muy posiblemente esta (no doy datos, digamos que me los invento) tiene que ver con la ética que los mueve a evitar el abuso animal. Y bien, en este caso, el razonamiento cae por su propio peso, hay, en esta población mundial de crecimiento sostenido, un incremento paralelo de los consumos de carne, tanto a nivel relativo como absoluto. Así, son cada vez más los animales utilizados en la industria cárnica. Como la carne se vende mucho y somos tantos y además vivimos en una sociedad capitalista que hace que cada cual trate de sacar el máximo beneficio posible, prima la eficiencia y el rendimiento en la producción, sin importar otros tantos aspectos, por lo que, a menudo, las condiciones para llevar a cabo este aumento de la rentabilidad sacrifican las libertades más esenciales de animales, normalmente, altamente evolucionados y, por lo tanto, con un sistema nervioso más complejo. Esto nos lleva a reconocer de una forma cada vez más clarividente un sufrimiento por parte de los animales así explotados. Por tanto, si quieres dejar la carne, está claro que el tema de la ética es una razón que estará de tu lado. 
Por otro lado, se argumenta que la salud es un punto a favor de convertirse al veganismo, sus detractores, en cambio, dirán lo contrario. Lo cierto es que hay suficientes evidencias como para saber que un alto consumo de carne traerá de forma casi seguro, además de un incremento en el aporte proteico, también con las grasas...grasas de origen animal además, que en la mayoría de los casos son saturadas (las que no son buenas). Ya sabemos lo que pasa con el exceso de grasas, así que por ahí la cosa queda clara....pero en este caso estaríamos hablando de problemas relacionados con el abuso de carne, no con el hecho de comer carne en sí. Es cierto que hay otro problema asociado con el anterior y este es el hecho de que en la industrialización extensiva de la ganadería, el hacinamiento, las hormonas, los antibióticos o el estrés sean problemas muy a tener en cuenta en la calidad final del producto que, de un modo u otro, parece bastante razonable afectarán a tu propio producto, tu cuerpo. Sin embargo, aquí podemos sacar otro pero, y esto es que, una producción extensiva en la agricultura, de igual manera, salvando las diferencias, está expuesta a toda suerte de agentes químicos, modificaciones genéticas, etc. , ergo el debate sobre la idoneidad del alimentos en términos de salud está servido. Por otro lado, y para acabar con el aspecto de la salud, está claro que las personas veganas tienen que tener cuidado a la hora de complementar una serie de nutrientes que de forma recurrente pueden encontrarse en la carne pero no de forma tan común  en productos no cárnicos o ni derivados de ellos, como puede ser el caso de la vitamina B12 la rivoflavina o los omega3. Está claro, como bien argumentan ellos, que estos haberlos haylos, solo que tendrán que tomar las preocupaciones suficientes para garantizar su ingesta, por lo que un vegano sí puede tener todos los nutrientes necesarios en su dieta, pero tal vez debe tomarse más molestias para ello. Por norma general, esto suele ser así por lo que su salud, como atestiguan no pocos estudios científicos, suele ser mejor que la de los "carnívoros". Para finalizar, en lo relacionado con el consumo de carne y la salud, debemos tener en cuenta que cada vez más estudios señalan que para la humanidad tendrá que afrontar graves problemas médicos debido a la presencia de bacterias superresistentes, estimando así que para el 2050, 50 millones de personas morirán por este hecho; y este hecho, a su vez, parece relacionarse, entre otras cosas, con el abuso de antibióticos en la ganadería extensiva.

Llevando dos aspectos que tienden a apuntalar al veganismo como opción, me detendré brevemente sobre otro que, aunque a veces algunos de ellos tratan de argumentarlo, el biólogo que hay en mí se bufa y no lo admite y es que, en no pocas ocasiones he tenido que leer u oír que nuestro pasado evolutivo no nos hizo carnívoros, o cosas similares, cuando esto viene a ser, más bien lo contrario. Pero como no quiero perder el tiempo aquí porque me quedan muchos temas que tocar invito a cualquiera a que dé un breve repaso en relación a la evolución humana más reciente y lo que la incorporación de las proteínas cárnicas a su dieta supuso en ciertos desarrollos cerebrales, y ya no tanto por la potencia nutricional de estas en sí, que también, sino por otros motivos como por la coordinación y cooperación que las técnicas de caza supusieron, sin duda, muy relacionadas con el desarrollo del habla, entre tantas otras cosas.

Y, finalmente llegamos a la madre del cordero: las razones medioambientales. Existen desde hace varias décadas una cantidad creciente de científicos, técnicos y expertos en general que nos advierten de la mala deriva que está tomando nuestra forma de estar en el planeta y de cómo ésta podrá acarrearnos consecuencias que irán, muy especialmente, contra nosotros mismos. Pero al mismo tiempo hay muchos negacionistas que parecen no estar de acuerdo. Se nos habla más que nada del cambio climático como paradigma del problema ambiental más acuciante que afrontamos, y en gran parte es verdad, pero tal vez, con esta obsesión climática olvidamos que no es, ni de lejos, el único problema al que nuestra civilización debe mirar de frente. Y en este aspecto, como siempre, el gran número que alcanza la población y la forma de consumir son las dos grandes causas detrás de cada problemática y la alimentación no escapa a estas. Así pues,  la FAO en un informe de 2006 adjudica a la ganadería un 18% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero(GEI). Otros estudios más recientes han disminuido en algunos puntos esta cifra, aunque en cualquier caso sigue siendo muy elevada. Entre otras cosas ha trascendido a la opinión pública que solo el ganado vacuno es responsable de la mitad de las emisiones de metano(CH4) en el planeta debido a sus flatulencias, siendo este gas un GEI que contribuye individualmente de un modo mucho más potente al efecto invernadero, sin embargo, no es ni de lejos el motivo real o principal de semejante contribución a la emisión de GEI. Porque lo cierto es que los motivos de impacto de la industria ganadera extensiva son diversos. Resulta bastante esclarecedor si comparamos la cantidad de agua para conseguir un kilogramo de carne con la de un kilo de verdura. Aunque esta cantidad varía mucho según el tipo de carne, verdura, fruta o legumbre que sea; en cualquier caso, siempre será muy superior la utilizada para la producción de carne, siendo de unos 15000 litros por kilogramo para la carne de vacuno y unos 300 litros para un kilo de fruta, si bien es cierto que otros tipos de carne requieren mucha menos cantidad de agua.
Así mismo, la producción de carne requiere, obviamente, más superficie de terreno que, por ejemplo, la producción agrícola, entre otras cosas, para la producción de carne hace falta, como no puede ser de otra forma, producción agrícola de la que la carne que alimentamos se nutra. Así, sin irnos demasiado lejos, parece que detrás de esas noticias viralizadas de este verano sobre incendios en el Amazonas se encuentra la necesidad de obtener terreno destinado directa o indirectamente a la ganadería. De hecho, se estima, que el 80% de los incendios que ocurren en el Amazonas son con este fin.
Si todo lo dicho no fuese suficiente, no deberíamos olvidar otras problemáticas asociadas como son la desertización de los suelos debido principalmente al sobrepastoreo, así como la contaminación de aguas superficiales y subterráneas con diversos productos nitrogenados derivados de los orines y las heces.
Dicho todo esto, las relaciones de domesticación del ser humano con otras especies se remontan a la famosa revolución neolítica, hace ya casi 10000 años; y durante todo este tiempo no han existido la gran mayoría de las problemáticas relatadas hasta este momento. Tampoco la vemos en las bellas piaras de cerdos que se revuelcan por el fango esperando a ser alimentados con tiernas bellotas de encinares adehesados. La sostenibilidad en la producción ha existido y aún existe; hay múltiples ejemplos, sin embargo, una vez más nos encontramos con las problemáticas propias, no ya de nuestra especie, sino de nuestra civilización, por lo que para alimentar a tan amplio número de individuos con semejante sed de carne y necesidad de precios bajo se hace prácticamente imposible concebir otros modelos de producción, no es de extrañar por tanto que a menudo un kilogramo de fruta sea más caro que uno de carne.
Considerando todo lo anterior, mi conclusión es que hay que comer menos carne. No diré que haya que dejar de hacerlo, aunque me parece muy bien como opción, pero sí reducir muy significativamente el abuso que de ella y de los derivados de productos animales hacemos. Al mismo tiempo fomentar un tipo de producción sostenible y ecológica de tal forma que a los productores les compense y los consumidores se la puedan permitir; mientras que, de forma paralela, sigamos buscando en la educación una nueva conciencia ecológica, lejos de reproches, insultos y broncas, que busque en la sostenibilidad una piedra angular a partir de la cual ir creando un nuevo modelo económico y vital si acaso queremos soñar con tener un futuro no traumático. 

jueves, 12 de septiembre de 2019

Cine de cines...



Mia Wallace saca un cigarro  Red Apple en el Jack Rabitt Slim frente a un matón que parece aún más colocado que ella. Suena Jonnhy Cash fuera de un remolque que sirve de casa mientras Budd, el hermano de Bill, espera paciente en medio de ninguna parte. Contempla Shoshanna Dreyfus la proyección en la pantalla, queda, serena, como si el cambio de rollo no fuese a tener lugar. Se cuela Sharon Tate a hurtadillas en un cine para verse a ella misma actuando y dejarse emborrachar por la reacción de un público sincero. Queda prendado a sus casi sesenta años, como un chiquillo de quince, Max Cherry, sucumbiendo ante el magnetismo fatal de Jackie Brown...
Es Tarantino poesía, en sus cosas cotidianas que nos cuenta, en su costumbrismo, en su colorida belleza, en sus silencios, cuando ocurren. Emociona, el Tarantino de la sangre, cuando Beatrix Kiddo se da de bruces frente a una nueva realidad en forma de niña de 4 años para casi gritar victoria tirándose al suelo jugando, muerta de desconcierto y felicidad.
Es Tarantino tensión sostenida a la que tras una nueva vuelta de tuerca consigue darle otra más haciendo que contengas el aliento, que sufras, sin querer moverte para no hacer ruido, como si fueses la dureza de Perrier Lapaditte aguantando los embistes de Hans Landa hasta acabar resquebrajando; o la ira de un "Monsieur"Calvin que sintiéndose estafado tensa la cuerda del racismo y el odio hasta límites insospechados; o de nuevo La Novia siendo enterrada viva en un giro a negro donde solo suenan jadeos y tierra cayendo sobre un ataúd.
Es Tarantino diálogo ingenioso que entre el absurdo y lo cómico va asentando la base de la trama y los personajes como la conversación entre Vincent Vega y Jules Winfield de camino al trabajo sobre costumbres europeas primero y los pies de Mia Wallace después; o la larga disertación sobre precios de recompensas y la carta de Lincon entre John Ruth y el Mayor Warren.
Es Tarantino una cabeza que opera a velocidad de vértigo construyendo giros en la trama inesperados, jugando con los flashbacks como nadie ha logrado hacerlo y con una profundidad en los personajes que roza lo patológico. Y aquí no puedo poner ejemplos, porque todo su filmografía es un ejemplo en sí mismo.
Es Tarantino un universo y otro dentro del mismo, donde a cada rato aparecen detalles escondidos que lo va hilvanando todo, predicciones de pilotos que serían después películas, guiños para frikies ávidos de estos easters eggs. Y entre guiño y guiño uno ya no sabe si este existe o se lo inventa...pero a Samuel L. Jackson le apuntan a las pelotas en Jackie Brown y le disparan a las misma en los Odiosos Ocho, mientras que en la anterior, Django, le comenta al propio Django que no le cortará las pelotas porque se desangraría demasiado pronto...cosa que le paso a él mismo en la película siguiente. Marcas inventadas de tabaco, de comida, de zumos, etc. Detalles por doquier
Es Tarantino música, sobre todo no original, porque busca la que conoce, la que tiene en su cabeza, que tal vez alguna vez oyó y le inspiró esta o aquella escena, la soñó, la vio y creó una infinidad de momentos que han pasado a la historia del cine y estas canciones con ella: Mr Blonde bailando Stuck in the Middle with you justo antes de empezar con su tortura; o la propia Mia Wallace comenzando a bailar Girl You´ll be a Woman soon justo antes de acabar con sobredosis; Jackie Brown marchándose vencedora con la insuperable Across 110th street; la Novia apunto de enfrentarse a O-Ren en estampa zen bajo la nieve al ritmo de las palmas de la increíble versión de Dont Let Be Misunderstood por parte de Santa Esmeralda o el baile erótico de Arlene al terrorífico Doble Mike al ritmo de Down in Mexico en Death Proof. La música engloba absolutamente todo el universo Tarantino cobrando una importancia primordial, igual que en cualquier otra película pero en su caso, como casi en todo lo demás, con un sello particular imposible de no reconocer. La banda sonora de una filmografía que se ha convertido en la B.S.O. de la vida de muchos.
Pero sobre todas las cosas, Tarantino es cine. Tarantino no dejó de ser nunca aquel cinéfilo que comenzó a trabajar en una tienda de alquiler de pelis que vino a hacer las veces de la escuela de cine que nunca llegó a pisar. Si ves una entrevista con Tarantino enseguida su desenfrenada pasión por el cine lo envuelve todo y comienza a agitar las manos excitado hablando de directores de cualquier época o región con su entusiasmo característico. Da igual que no lo sepas, pero enseguida podrás ver miles de guiños al cine en casi cada escena, en casi cada diálogo...y si no, solo tienes que observar su filmografía que es ya en sí misma una oda a todo el cine al que rindió pasión.Cine negro, cine afro, cine serie B, cine bélico, cine oriental, Spaghetti Western y por último un retrato al marco que vivió cuando era pequeño. Todo en Tarantino es cine, tanto es así que siento y sé que se me escapa gran parte del jugo que del mismo pudiera exprimir, pero, desde mi gran ignorancia, disfruto en grandes dosis la genialidad de ese excéntrico de Tennessee que está a solo una película de dejarnos para siempre con las ganas, al tiempo que pegará al salto al olimpo de los más grandes...olimpo en el que para mí, dicho sea de paso, hace ya mucho que se encuentra.

domingo, 25 de agosto de 2019

Historias de frío con la calor (parte II)



Los que cumplimos años y por suerte aprendemos que conectarnos con la naturaleza es la mejor forma de pasar el tiempo vamos como yonquis buscando nuevas sensaciones, explorando nuevos parajes, formas y, en estos tiempos, buceando por la red en busca de información sobre remotos lugares que algún día puedan ser alcanzados. Los yonquis de la naturaleza descubrimos que, de entre todas las innumerables formas de consumo, pudiera ser que la alta montaña nos brinde las dosis más puras. Solo basta con llevarse lo preciso, una mochila, crema solar, gafas de sol, alguna cuerda por si acaso, o mejor un amigo que sepa manejar las cuerdas, algún crampón de forma excepcional por si acaso allá arriba hay que andar por nieve, en caso extremo, ya puestos, un piolet y, sobre todo, muchas ganas de aventura. 

Aunque nos definamos como yonquis estamos muy lejos de serlo, por desgracia. Tal vez por las circunstancias, por lo lejos que nos queda, por las responsabilidades diarias, el caso es que nuestras dosis, al menos en mi caso, tienen que esperar demasiado, por lo que, siendo así, no llego ni a principiante. Solo sé lo suficiente como para saber que engancha, por lo que el deseo de que llegue una nueva ocasión se va haciendo más fuerte y entre tanto vamos configurando en la mente nuevas futuras rutas, tal vez Pirineos, y quién sabe si no, algún día, por qué no, Los Alpes.

Y cosas así, supongo les pasa a muchos que, como yo, se van sintiendo indefectiblemente atraídos por el poder de la alta montaña y, por supuesto, nada de malo hay en ello. Pero como todo en esta vida, las cosas tendrán que tener una evolución natural, digo yo. No sé, se me antojaría extraño que me dé la fiebre tan fuerte de forma que coja todos mis recursos económicos y los que no tengo y ahorre para plantarme en un par de años en el pico más alto del mundo. Pero entiendo que algo muy parecido a esto sí debe sentir mucha gente en las últimas décadas y es que, el Everest, como todo el mundo sabe, se ha convertido en una suerte de feria. Supongo que, para los grandes alpinistas de siempre, los de verdad, se les antojará raro y les dará bastante rabia la prostitución de esta montaña sagrada porque, precisamente, lo que tiene de sagrado parece quedar a un margen. En el techo del Himalaya se rompen los récords de asistencia prácticamente a cada año, ya sabéis, cosas de ser casi 8mil millones de personas en el globo y la fuerza de Instagram. Pero lo cierto es que, a pesar de todo, no debe ser fácil. En primer lugar, entiendo que no está al alcance de cualquiera y no me vengo a referir aquí a la condición física, que también, sino a la económica. Parece ser que entre los permisos que concede Nepal y permanecer por allí campamento arriba, campamento abajo, seguros, sherpas y las cosas que necesites para ello durante tres meses, la cosa no suele bajar de los 35mil dólares. Aunque hay tarifas más lujosas, qué duda cabe, que hasta para subir al Everest siempre hubo clases. Cuentan que queda muy bien si eres un alto ejecutivo poner tu foto en el despacho cuando te reúnas con un cliente importante y demostrar de qué pasta estás hecho. Claro que la pasta de fuera no ofrece garantías de absoluta seguridad a casi 9000metros de altura, por eso, a día de hoy, cuentan que hay doscientos cadáveres hasta llegar arriba. No todos se ven, claro está, pero sí la mayoría, ya sabéis con el frío las bacterias, los hongos y demás amigos de la descomposición les da por trabajar poco y en su lugar un dulce rigor mortis se apodera de los músculos del fallecido que junto con el hielo inmortalizan la foto que nunca llegará a sus despachos pero probablemente sí lo haga al despacho de otros, porque muchos de estos sirven como hitos a los ascendentes, a modo de mojón de carretera. 

— Ey Paul, ahí está “el saludador”!!! Di Hi!!!!

— Lo veo Johnny, y mira, ese de más arriba es “el botas verdes”

—¿Nos hacemos unas fotos?

Aunque no creo que el personal esté para muchas fotos a esas alturas, a mí personalmente verme en esa situación me da bastante mal rollito. Supongo que no es cosa para pitorreos porque sin duda significa una señal clara de que podrías ser el próximo. La hipoxia suele camuflar a la hipotermia, ya que la falta de oxígeno a menudo va acompañada de alucinaciones o euforias. Es común que los que ascienden consideren que por los indicadores físicos que presenta el alpinista se les invite a no seguir intentándolo y que estos, por el subidón del edema cerebral reclinen el ofrecimiento. Y claro, en esas condiciones tan extremas la cosa no está para ponerse a discutir más de la cuenta. A partir del cuarto campamento base (7900metros) hasta la cima es un “sálvese quien pueda”. Se hace prácticamente imposible cargar con ningún cuerpo, por no hablar de esperar la llegada de algún helicóptero de rescate. Nada llega a esa altura. Por eso los cuerpos se acumulan en la subida, nadie puede ir a recogerlos y cargarlos, aunque exista incluso alguna empresa que se dedique a empujarlos ladera abajo para quitar el mal fario que dicen dan algunos de ellos.

El Himalaya está lleno de historias dantescas, terroríficas e incluso tragicómicas porque lo cierto es que, como no cabe duda, intentar hacer cumbre en el pico más alto del mundo supone todo un logro. Si en La Antártida comentaba el otro día que ninguna especie, salvo el pingüino emperador, lograba pasar el invierno, en el Everest ni siquiera esto. El riesgo de sufrir el famoso “mal de altura” por falta de oxígeno comienza a partir de los 2500 metros, sin embargo, existen poblaciones viviendo incluso a 5000 metros de altura. De ahí son los sherpas, cuya sangre ha metabolizado y sintetizado muchísima más cantidad de glóbulos rojos que ayude a transportar mejor el oxígeno ante tanta escasez. Por eso los sherpas viven ayudando a todo aventurero que se mete en dicho periplo. Con más de 150000 sherpas la región hace su agosto en las condiciones más invernales del globo, aunque eso sí, en invierno ni se intenta. 

Comencé a escribir la entrada con la idea de realizar cierta crítica a esas personas que intentan subir porque se ha convertido en algo realmente cool, pero, me cuesta no admirar el valor y la dureza de todo aquel que se atreva con semejante aventura. Aunque, ¿es valentía y valor o solo locura? Entiendo que no es lo mismo que lo intenten personas que antes que eso hicieron dosmiles, tresmiles, cuatro, cinco, seis e incluso sietemiles, antes de subir al Everest; y sospecho que esto debe de estar muy lejos de ser así. Entonces, creo que aquí radica un poco la crítica que debiéramos plantearnos, es ese creer que el dinero todo lo puede y que se pone por delante de la profesionalidad. Es el no aceptar un no por respuesta. Por otro lado, si tanto te gusta la montaña y ascender a lugares tan duros y remotos, ¿por qué no hacerlo en los vecinos, que son igual de duros pero no están tan absolutamente masificados? Y entonces, la respuesta, una vez más, evidencia lo ridículo de nuestra especie. La adicción no a lo bello en sí, a la pureza, sino al postureo, al estar en lo trending....y esto, acaba regalando al mundo escenas como las de este verano con colapsos de centenares de alpinistas antes de hacer cumbre.

Desde tierra, a nivel del mar, los tristes mortales conocedores de las mieles de la alta montaña, seguiremos bicheando pequeños proyectos para el próximo año que, a lo sumo, superen en un solo peldaño, a lo realizado el año anterior.

miércoles, 21 de agosto de 2019

Arde el planeta



Arde la Taiga en el mundo, más de 4´5 millones  de hectáreas(ha) avanzan sin control desde la Rusia Siberiana (Krasnoyarsk) hacia el noreste dirección Alaska. Alaska y su taiga también llevan lo suyo y ya este verano los incendios ahí superaron la extensión de los de California el año pasado. Pero, si esto no fuese suficiente, el Amazonas comienza a arder de forma descontrolada también.  Las imágenes por satélite detectan unos 73000 incendios activos en lo que va de año, lo que supone un 80% más respecto al año pasado. A Bolsonaro, le acusan de no estar haciendo nada al respecto.
Y ahora pongamos todos estos datos en cierto contexto. La Taiga es un bioma característico de las regiones circumpolares, limitada por la tundra al norte y la estepa al sur. Se extiende a lo largo de todo el planeta, Rusia, Alaska y Canadá, dominan en ella los bosques de coníferas, majestuosos viejos árboles rudos capaces de soportar las duras condiciones de los inviernos allí. Los bosques de gimnospermas que rodean el planeta en las altas latitudes del hemisferio norte(no se encuentran en el sur por no existir tierra suficiente para ello) suponen la mayor masa boscosa de nuestro planeta, por encima incluso del Amazonas, el otro gran pulmón. Pulmones. ¿Por qué? Esto es fácil y todos lo sabéis, pero lo explico igual. Árboles, reino vegetal, nutrición autótrofa, capturan CO2, parece que el exceso de CO2 es precisamente el problema que tenemos en este planeta cuando nos hablan de Cambio Climático, aunque bueno, siempre habrá negacionistas que lo sigan poniendo en duda para la crispación de nuestros nervios. Así pues, si las mayores masas de bosques del planeta disminuyen ostensiblemente la capacidad de captar dióxido de carbono, de forma paralela disminuirá también ésta. Pero no solo eso, en los incendios masivos, descontrolados y prolongados en el tiempo, se produce a su vez la emisión de CO2 a la atmósfera que es exactamente lo que ocurre cuando se produce la combustión de la materia orgánica. Entramos pues en un círculo vicioso que se retroalimenta. Pero los datos que nos van llegando comienzan a ser verdaderamente extremos y preocupantes. A modo de ejemplo esclarecedor, el escándalo que están suponiendo los incendios en Canarias alcanzan alrededor de unas 6000 ha. Mientras que la zona quemada en la taiga rusa han supuesto hasta la fecha un total de 4,5 millones de ha. Es decir, 750 veces superior. Considerando que la densidad de la biomasa en la taiga es muchísimo mayor es lógico pensar lo que puede suponer en términos de emisiones de CO2 a la atmósfera estos incendios que ya calculan que podrían seguir activos hasta febrero. Sí, he dicho bien, hasta febrero.
Mientras tanto, en la otra parte del mundo, el otro gran pulmón del planeta arde con la misma fuerza incontrolable. Un 80% más respecto al anterior. Mucho más que en cualquiera de los años registrados anteriormente, dejando a una lado algo tan absolutamente desolador como imaginar la cantidad de especies que el fuego arrasa a su paso en un lugar como la selva más grande del mundo, el caso omiso que parece que el presidente de Brasil hace ante esta catástrofe, los negacionistas parecen frotarse las manos mientras todo se destruye, mientras todo se acelera.
Cumplía cien años hace unos días el padre de la teoría de Gaia al que le dedicaba una entrada para la ocasión. Lovelock, en su teoría de Gaia plantea cómo la Tierra se comporta como un superorganismo  vivo que, como tal, tiene mecanismos de defensa, igual que los tienes tú para afrontar los ataques de determinados microorganismos combatiéndolos mediante mecanismos como la fiebre. Del mismo modo presenta nuestro planeta el efecto albedo producido por las grandes zonas blancas(polos) reflejando en la mayor medida posible la radiación recibida y, por tanto, enfriando; o mediante los océanos grandes sumideros de CO2, al igual que los grandes masas vegetales, representadas en primer lugar por la taiga y las selvas. Hoy, como ya vaticinó el centenario científico, los grandes mecanismos reguladores parecen estar en grave peligro, por lo cual todos los efectos, en gran parte camuflados, por el incremento del efecto invernadero se acelerarán. El famoso punto de no retorno. Lovelock y otros muchos científicos incluso pusieron fecha. Se habló del 2050, después del 40, últimamente del 35. Parece que pudiera ser que aún esté más cerca y, entre tanto, tú, con suerte, abrumado por la apocalipsis que pinto te agobies, normal. Después, dejarás de leer y a seguir sin hacer nada, igual que yo, ni más ni menos.
Puede que, ante este panorama, lo único verdaderamente sensato sea asumir y en parte, por qué no, desear la extinción de esta especie cancerosa que tan torpemente se consideró ser racional.

domingo, 18 de agosto de 2019

Historias de frío con la calor(parte I)



La Antártida, esa pequeña porción de tierra escondida del resto del globo, allá abajo, donde nadie la ve, con sus 13,7 millones de kilómetros cuadrados(unas 25 Españas) nada parece sobrevivir perennemente a sus inviernos. Nosotros, con nuestras historias de Amundsen y Scott, conseguimos crearnos un imaginario de tierra inhóspita, vacío, nada y grados bajo cero. Y además de eso, como el sitio era grande, y quizás el día de mañana, quién sabe si no sería buen lugar para explotar, aunque este Tratado del 59, que bien sabe a grano en el culo, nos lo impide ahora, pudiera ser que mañana no, y para ello hay que estar bien preparados. En sus puestos, para cuando den el pistoletazo de salidas y, para eso, lo mejor era construir bases. Bases veraniegas, que lo del invierno ya se sabe, o si nos ponemos muy atrevidos, tecnológicos y aventureros también permanentes, que seguro que para el día de mañana nos dejan todavía mejor situados si hay que repartirse el pastel. Las bases serán militares y científicas, y así no solo decimos que sea para posicionarnos bien. 
Muchos países quieren ese pastel y algunos lo quieren impugnar, pero el Tratado Antártico dijo que de eso nada, que no hay soberanía, al menos de momento. Aunque Argentina, que se siente cerca, tenga muchas ganas y necesidad de ello, por eso tuvieron a los primeros humanos nacidos en la Antártida(qué frío por dios) y tienen más bases que nadie. Claro que también está Chile que está al lado, y Estados Unidos, que bueno, son Estados Unidos y siempre tienen que tener la mejor parte del pastel. También Noruega que para eso llegaron al centro primero, y otros que andan cerquita como Nueva Zelanda o Suráfrica y otros que, siempre quieren la mejor parte del pastel, como Francia o Rusia. Pero,¿qué pastel? No sabemos muy bien, desde luego podríamos decir que agua dulce, aun en forma sólida, más del 70% de la que hay en el planeta se encuentra allí, normal, si la altura media congelada ronda los dos kilómetros, en una superficie equivalente a Europa occidental, claro está que ahí hay mucha agua, tanta como que si se descongelara el nivel del mar subiría 55 metros. Pero supongo que no es agua lo que se busca, aunque viendo el panorama futuro que tiene el agua potable disponible no es tan mala idea. 
Está claro que tampoco son resorts lo que se buscan, la gente prefiere, por lo general, sitios más cálidos, y aunque el cambio climático es una realidad imparable, no sé yo, está la cosa lejos aún. Árboles tampoco, bosques no hay ninguno, y recursos comestibles cárnicos solo se me ocurre alguna foca Leopardo que otee, aunque no sea un otárido(chiste taxonómico), a algún Emperador con su paso torpe acercarse a la costa. Pero claro, tampoco andaría(ni nadaría) la Leopardo por esos lares en el frío invierno. Y es que solo el Emperador, y la Emperadora, son los únicos valientes que podrían proveernos de alimento cárnico, grasiento pero cárnico, a nuestra especie durante los doce meses del año. El mayor de todos los pingüinos, y si se me permite el más espectacular y bello, se adentra a  decenas de kilómetros de la costa o incluso a algún centenar, estableciéndose en colonias. Allí las parejitas monógomas felices, se prometen amor eterno, la hembra invierte toda, o casi, su energía en construir el huevo mientras que, el invierno, al paso de un tiempo inexorable, va marcando grados bajo ceros en el calendario, así que toca relevarse, demasiado frío todo como para hacerlo solos, aunque seas una perfecta adaptación evolutiva a vivir en el lugar más gélido que se pudiese pensar. Toca cambiar el huevo, rápido y con precisión, nos ponemos frente a frente y aquí,bajo tu vientre, me refugio en la calidez de estas plumas tan bien tejidas, y esta capa de grasa. Nos vemos amor, volveré, o eso espero. EL viaje es largo, caminar bajo dos patas de pato y con este culo que me pesa, aunque pese menos ahora,no es tarea fácil, y menos por estas placas de hielo...aunque igual por las placas de hielo me puedo deslizar mejor. Me voy, tardo un mes en llegar a la costa, depende de cuánto se haya ido el hielo tierra adentro. Allí me pondré las botas un par de semanas, para  crear un buen almacenaje en forma de papilla a medio descomponer de peces varios que, con suerte, servirán a nuestro retoño a mi regreso. Reza al dios Pingu para que no me coja ninguna Leopardo por el camino y pueda sobrevivir al frío y nos vemos a la vuelta. Cuida bien de nuestro hijo mientras tanto, nacerá en mi ausencia y te dejará en los huesos, se llevará las pocas reservas que te van quedando. Pero antes de eso, pégate bien fuerte al resto de los machos de la colonia. Benditos padres sois, cuánto que aprender de vosotros los de la especie humana. Pegaros bien fuerte, decía, y no dejéis que nadie se quede fuera, que -70ºC son demasiado pocos, y con ventiscas de 170 km/h ya ni te cuento. Bueno, dame un piquito. Nos vemos. 
Y así los días se hacen tan cortos y tan fríos que nadie podría creer que mientras tanto aquí pasamos olas de calor, este mundo nuestro. Los pingüinos emperadores de las distintas 80 colonias censadas vía satélites en el 2012 van realizando una peregrinación parecida, en busca de alimento, en busca de alimentar a su cría, en busca de alimentar la especie. Para cuando vuelvan las hembras, varios miles de aves iguales y desesperadas son difíciles de distinguir a simple vista, hace falta algo más que un buen ojo selectivo. En la ecuación, se encargó la evolución de meter grandes diferencias de frecuencia en los sonidos, y un oído muy sensible para distinguirlo. Con suerte en algunas horas las primeras ovejas estarán con sus parejas. Otras, tardarán días, otras nunca se encontrarán, tal vez la Leopardo tuvo suerte, que también tiene que sobrevivir y alimentar a sus crías y seguir haciéndose un hueco en esto de perpetuar la especie. A nuestros amigos los emperadores, al fin y al cabo, en líneas generales, no parece irles tan mal, el censo vía satélite sorprendió a los más optimistas cuando pareció indicar que su población superaba el medio millón de individuos. Aún así,la evolución de esta especie totémica por su capacidad de enamorarnos y concienciar por su belleza, sigue siendo una incógnita en tanto en cuanto no se sabe con certeza de qué modo las consecuencias del cambio climático le harán pasar factura. Y en eso andan los científicos, algunos de esas bases, estudiando, midiendo, pesando, conjeturando, teorizando,haciendo ciencias, para darnos lo mejor de nuestra especie.
Y así, el frío sigue llegando a una Antártida tan inexplorable como atractiva. Tan fría como enigmática. Tan bella como sus Emperadores. Y nosotros, los tristes mortales, solo nos atrevemos a soñarla, leer de aquí y de allá, embebernos en imágenes, poner algo de música y escribir estas líneas.

jueves, 1 de agosto de 2019

Notas de viaje



Los viajes inspiran, qué duda cabe, uno va por ahí absorbiendo nuevas sensaciones y a veces encuentra un pequeño remanso pa dedicarle unas pequeñas líneas a lo que experimenta. Está bien porque de algún modo constancia de lo que se vive y de cómo se siente, más allá de lo meramente descriptivo. Por eso, recién aterrizado de un viaje, compilo los pequeños retazos  que han ido surgiendo sobre la marcha para darle una forma que no tienen pero, aún así, dejarlos todos bien juntitos a esperas de ver si hago a posteriori un cuaderno de viaje al uso narrando algunas de las experiencias vividas

Hace dos años justamente hablaba de no querer darle la razón, por una vez, a la frase de Sabina en Peces de Ciudad: "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver" cuando a la vuelta de nuestro viaje por Portugal parábamos, 8 años después, en Lagoa de St André. Hoy, en cierto modo, se repite la historia. En esta ocasión no han pasado ocho, solo uno, desde que estableciéramos nuestro campamento base en un camping mágico cerca de Hervás para conocer una región no menos mágica. En esta ocasión cambia el destino y eso de llevar campamento base, la casa va a cuestas, pero la logística nos invitaba a parar, y con la parada el recuerdo intenso de lo poco que a estas alturas supone un año, convertido en decisión correcta al ver las caras iluminadas de los niños ante la sorpresa...durará poco la parada; la aventura continúa, pero qué poca razón parecía llevar Don Joaquín, aunque yo creyese siempre que la tenía.

                                                                                                                             23-07-2019


Ribadeo es frontera hermosa en forma de ría para darle a Galicia su lugar. Frontera, como todas inventadas, pero en este caso muy lógica y natural Nos esperan, poco después, catedrales en forma de playa, para la cual decidió nuestra especie hacerlo bien, a pesar de los engorros y pedir permiso y así hacer que las aglomeraciones tan propias de los nuestros sean algo menos aglomeraciones. Se ve una cola en el fondo y alguien me dice que es no es nada. Es raro, muy raro, tener que que pedir permiso para entrar en una playa y encima hacer cola, pero no seré yo el que diga que no sea necesario. Mas raro es si cabe que me hagan pagar y pague por cagar antes de entrar. Pero bendito baño. Recuerdo lo que nos chocó hace una treintena de años la misma idea en la capital francesa y cómo decidimos por entonces desecharla, pero hoy me vale para entrar con menos peso a las catedrales en forma de playa y de paso inspirarme para escribir estas líneas. Podría sentirme mal por tener al resto de la familia esperando por mí, pero más rato pasé ayer rellenando los informes para los permisos y estos están en mi correo

No entrarán sin mí....

...o al menos eso me decía en ese momento que escribía en el WC porque al final entraron. Se ve que se colaron, aun ellos sin saberlo. Me di cuenta cuando la chica de la escalera me pidió la credencial. Yo, que iba solo y descargado, y ellos que eran tres. Cuando me preguntó si solo le respondí que entendía que los otros tres se habían colado. Ella hizo mutis por el foro, gotita de sudor, sonrisa galega y a seguir.

Más abajo estaba la familia, con su primogénito encaramado, como le gusta en lo alto de algún pedrusco pizarroso o esquístico que pal caso viene a ser lo mismo, espero no encontrarme a geólogos exquisitos para recordarme que en realidad son gneis. El caso es que le hice saber a su madre que igual no debería subir y mientras empezábamos a discutir sobre si sí o si no, un señor, muy guarda él, nos pitó con el pito, como no podía ser de otra manera. 

Se ve que en la playa de las Catedrales no puedes hacer nada sin pedir permiso, ni sin toparte con una marabunta de personas que vienen a demostrar que lo de la restricción está muy bien, pero igual le tienen que poner otro nombre. Mientras mascullo en mi soliloquio interno sobre el asco que da nuestra especie acudiendo como moscas a la miel, la majestuosidad del paisaje va acallando mis voces y en esas tesituras, como de costumbre, me voy moviendo, al tiempo que nos alejamos y la dificultad de alguna nueva cueva me aleja por fin de la muchedumbre y entonces, definitivamente y sin paliativos, lo gozo. Qué mágico lugar. 

Ahora que estamos en tierras gallegas, al borde pero gallegas, por insistencia de los amigos y familiares que fueron antes a las Catedrales y nos presionan hasta la extorsión para no dejar de hacerlo, nos enfrentamos a la posibilidad de cambiar el rumbo del viaje y es que, deshacer lo ya andado en ruta furgonetara se me antoja, al menos a mi parecer, algo como que pá qué... así que, de un plumazo, borramos Gijón y Picos de las anotaciones imaginarias,no sin cierto pesar, y anotamos Santiago, el cual se acerca a estas horas a menos de 20kms y un futurible norte portugués que queda demasiado lejos y borrable a estas horas...veremos qué pasa

                                                                                                                                                 26-07-2019

Uno se pregunta si es viajero o turista y si acaso eso tiene sentido o importa. Algo se busca, algo se encuentra y algo se lee. Más o menos lo que la intuición nos hacía pensar que podían ser la diferencias por ahí se hallan. Y, honestamente, puede que tengamos aún mucho más de turistas que de viajeros, pero más de viajeros que ayer. En cualquier caso, es fácil descubrirnos un poco de cada parte. Somos turistas cuando ávidos buscamos información para llegar y devorar lugares. Puntos de interés. Quizás también seamos turistas cuando tenemos más necesidad de la cuenta de fotografiar los momentos o una atracción fatal por degustar platos ricos en buenos bares(bonitos y baratos). Pero tal vez seamos más viajeros cuando giramos el rumbo y nos levantamos sin nada decidido. Cuando renunciamos a un lugar "imposible de no visitar" por ahorrarnos aglomeraciones o cuando nos alejamos un poco de todo a oír el mar. Como este mar que ahora oigo que se ha cruzado en mi camino sin haberlo planeado y del cual aún desconozco el nombre y no tengo ningún interés en hacerlo. Lo oigo, me dejo calentar por el sol que lo calienta y me siento en las rocas que él, cuando está de malas, erosiona. Ahora me tumbo, me siguen llegando sonidos y olores. Aún siento que me encuentro a años luz de ser capaz de describir las sensaciones de los sonidos y los olores, tal vez el día que sienta que pueda hacerlo sea un buen escritor, mientras tanto lo único que acierto a decir es que no suena como nuestros mares del sur. Si de repente alguien, estando allí, me colocase aquí, creo que podría ser capaz de adivinar que estoy en mares de Galicia. Y qué sé yo de los mares de Galicia? Solo que tienen olores y sonidos diferente que no sé describir pero me embriagan y calman a partes iguales...
Seguiremos caminando

                                                                                                                                                    27-07-2019

Y decididos sacamos pecho orgullosos de nuestra tierra, al tiempo que en un alarde de honestidad admito la insuficiencia en su ciudad. Convencido argumento que el entorno es un paraíso; y lo es, pa qué engañarnos. Pero me pregunto si acaso no lo es Somiedo, Ubiñas, la Ría de Muros o la de Arousa... cuántos paraíso escondidos por el planeta que en un alarde de ignorante osadía obviamos como si no existieran. Ayer, otro patriótico de la tierra, viajado y osado ignorante como yo, me confesaba que después de todo lo vivido no ponía por delante ningún rincón del mundo que no fuera de esquina a esquina que abarca su ría de Muros y Noia, y yo lo entendía, porque así lo quiero entender, cuando me embriaga Bolonia de sol a sol con su luna incluida y vuelvo a casa exhausto y borracho de felicidad; o cuando un nuevo sendero se descubre pa ser explorado por algún recóndito nuevo rincón de mis Alcornocales...y puede que no lo cambie, pero cómo anteponer la belleza de nuestros paisajes a los de Pola de Somiedo, o a los del Parque Natural de Luna y Babia al norte de León. Viajar es toparnos de bruces con nuestra ignorancia para relativizar nuestro egocentrismo en forma de tierras prometidas y aspirar la belleza desbordante que regala cada rincón de este planeta inigualable que se empeña en recordarnos, grabarnos a fuego, que no tendremos nunca mejor cometido que luchar por no mandarlo a tomar por culo 
                                                                                                                                                    28-07-2019


Salimos de Portugal por los pueblos que nos desembocan en Badajoz, y los áridos campos, las ancianas en las puertas, los hombres en el bar,letrinas en vez de vaters, nos recuerdan el pasado de una infancia que hoy se ve ya tan lejos. Esa que retrató Serrat con su Pueblo Blanco, y me pregunto si a Serrat, el día que muera le harán el favor de enterrarlo en la ladera de un monte más alto que el horizonte entre la playa y el cielo. Y pienso cuánto dolería al pueblo la muerte de Serrat y si igual esta nos llevase a tiempos remotos en los que se miraba al futuro con sed de libertad e ilusión, dejando tiempos oscuros atrás. Se va mi mente a Serrat como si hablara de otra cosa que no fuera lo mismo que recordar la España que retrató, la España que fue que hoy se pinta de otra cosa, como el mundo en general, se pinta con menos matices. El precio de la globalización, tsunami que arrasa toda la diversidad histórica y cultural de los pueblos que se despoblan del Mediterráneo a Galicia, de Cádiz a Aragón y de las tribus que se extinguen o se prostituyen al auge del afán de la caza fotográfica. El precio de lo inevitable y nos ponemos bucólicos... pero no seré yo el que quiera "vivir colgado de un barranco y preguntarme por qué nace la gente si vivir o morir es indiferente"
                                                                                                                                                    30-07-2019

jueves, 25 de julio de 2019

Happy 100


Uno no cumple cien años todos los días, así que, si ese alguien, aunque no lo conozca personalmente, me ha servido de referente en demasiadas ocasiones se me antoja suficiente excusa como para hacer un alto en el camino y, sacar un hueco en la ajetreada y anárquica agenda del que viaja en ruta parando sin saber muy bien dónde, cómo o por qué. Y en estas, me escabullo en el primer pub que amable me ofrece copa, cargador y wifi en algún rincón de la plaza principal de la bella Cudillero, así que tampoco me voy a quejar porque el ritmo del regatón no me ayude a concentrarme.
Debía correr el año 2000 cuando el bueno y antipático del profesor de Introducción al Estudio de las Ciencias Ambientales(o algo similar) nos hablaba de un tal James Lovelock(el cumpleañero), como le suelen ocurrir a los profesores plastas y entusiastas(tal vez ambas sean sinónimos), como pude descubrir en carne propia pasados los años, dar la tralla con aquello que les apasiona se convierte en estandarte principal. Así las Edades de Gaia se convirtió en lectura obligatoria y aunque en ella ya intuíamos cosas interesantes, como suele ocurrir, no fue hasta el rescate de la obra, varios años después, cuando empecé a darme cuenta de lo interesante de la teoría que desgranaba el padre de la Teoría de Gaia. No son muchos los que conocen la Teoría de Gaia, sin embargo, ya se cuela en los libros de textos de muchas materias de mi especialidad. La teoría de Gaia que no es otra que la que considerar a nuestro planeta como un gran ente vivo(quiera entenderse de un modo más o menos metafórico) en el cual cada sistema interacciona y depende de los otros. Los mecanismo de autorregulación de nuestro planeta, igual que ocurre en ti, la hacen sobreponerse de los males a los cuales se pueda ver abocada. Lovelock, como tantos grandes a lo largo de la historia de la ciencia, fue pasando cada día un poco más de los caminos marcados y se iba haciendo independiente, y como suele ocurrir en la historia de la ciencia se le trató con facilidad y generalización de loco, a él y a su idea...pero como también suele ocurrir, parece que eso se la sopló bastante.
Siguió a lo suyo, y el tiempo le dio la razón. A mi entender, puede que desde la ignorancia, para mí el inglés es sin duda uno de los padres de la concienciación medioambiental. Sin embargo, Lovelock ha levantado ampollas con sus ideas acerca del uso de la energía nuclear y es que para el centenario, el objetivo principal para que el ser humano pueda contar con tener un futuro en el seno de Gaia(Gaia seguirá sin nosotros)hay que reducir a cero no hoy, sino ayer, toda emisión de gases de efecto invernadero y aún así los daños serían inevitables. Bueno, pues en este contexto, Lovelock entiende que solo las energías nucleares pueden tratar de suplir a los combustibles fósiles, mostrándose bastante crítico con las renovables. Es quizás este uno de los aspectos más polémicos del científico.
En cualquier caso, con poco tiempo por delante, me faltan ganas y capacidad para seguir diseccionando lo poco que sé de la figura de este grande. En cualquier caso, con una hora de antelación, venga desde la península su merecida felicitación, por una larga y próspera vida dedicada al conocimiento y la divulgación. Felicidades, Sir James

miércoles, 10 de julio de 2019

Buscando la llave de la felicidad


Supongo, o doy por hecho, que hacer una lista sobre los mejores grupos de la historia de la música en nuestro país puede resultar casi tan estúpido como hacerlo sobre cualquier otra cosa, porque esto de las listas, básicamente, es lo que tiene, que son estúpidas en sí mismas. Sin embargo, tal vez un sudoku o un crucigramas pueden resultar igual de estúpidos y fíjate la pila de horas que ha echao el personal en ellos a lo largo de los años. Y es que, cuando el aburrimiento aprieta en un atardecer de verano cualquiera, las listas, igual, ya no saben tan mal, como se planteaban hace un momento. 
He de confesar, por otro lado, que esta tontería lleva años rondándome la cabeza, primero tenía en la mente hacerla sobre los diez mejores y en dos entregas...y así mentalmente, iba poniendo y quitando según las cualidades y atributos que en mis escuchas recuerdos o venazos varios me iban llegando. Finalmente, he decidido que será sobre los 5 mejores...y que posiblemente dedique una a cada uno, y pudiese ser que termine de hacerlo para el año 2030, y más si me extiendo tanto en prolegómonos como hasta ahora.
Me voy centrando, he dicho varias veces, intencionadamente eso de los 5 o 10 mejores, pero sabe perfectamente el lector que esto no existe...no existe para él, ni para mí, ni, mucho menos, a nivel absoluto. Las cosas van y vienen, las sensaciones, las vivencias, los recuerdos y un sin fin de otras experiencias más o menos tangibles. El caso, es que he partido de la base de centrarme en grupos como tal, dejando a un lado a los grandes y prolíficos cantautores que, en muchos casos, bien han sido como un grupo, y si no que le pregunten a Sabina y sus secuaces que tantas veces lo sacaron a flote, pero no, ese espectro musical lo dejo a un lado, por la sencilla razón de que es mi lista y hago lo que sale de los huevos. Dicho esto, volveré a insistir en la idea de lo subjetivo de la misma, como no puede ser de otra manera, pero, a pesar de la subjetividad, la misma se basa en grandes razones, muchas de las cuales pretendo que pasen por la música, en sí misma. Así como la evolución del propio grupo, lo cual me parece una característica fundamental a la hora de valorar la carrera del mismo... así, sin más dilación, comience my top5.

NUMBER 5: ESKORZO

Corría la primavera del 2002, y en unas 3 de la tarde de una resaca festivalera, un muy joven yo a demasiados kilómetros de su nueva casa, veía a una Marabunta dejarse llevar por el frenesí convirtiendo el polvo del albero en una suerte de nube que nos bofeteó a todos para quitarnos la resaca de un plumazo. Y así conocí a los granainos. Desde entonces sus dos discos hasta la fecha me acompañaban con frecuencia en mis idas y venidas de Algeciras a Granada, haciendo que su mestizaje fuese transformando un poco mis fronteras musicales que, posiblemente, gracias a ellos, ganaron mucho en flexibilidad. Esperé conseguir con cierta urgencia su tercer disco y tuve la suerte de ver con algunos buenos amigos, en distintas ocasiones, la fuerza incomparable de sus conciertos, acá por la Copera o allá por la fiesta del Zaidín.  Pasó el tiempo, y como con casi toda la música español en general me olvidé un poco de ellos, para desempolvarlos algún lustro después e ir siguiéndolos en pequeñas dosis.
Las razones por las que creo que sin duda Eskorzo, a pesar de que tú posiblemente no hayas oído mucho de ellos antes de esto, es uno de los mejores grupos de la historia de nuestro país tiene mucho que ver con su capacidad de explorar nuevos horizontes sin perder, ni en un ápice, su esencia vitalista y fiestera. Cánticos inconformistas, antisistemas como el look de su líder, Toni Moreno, que tanto recuerda a sus orígenes hippies, granainos, llenos de barrio de Graná. Esa es la grandeza de Eskorzo, ninguna necesidad de grandes poses e imposturas. Solo música. Música de la buena, de la que solo una banda de verdad es capaz de llevar a cabo, ritmos que te invitan a moverte basados en la batería, la percusión, el bajo, pero también una guitarra que juega un papel fundamental en el aspecto rítmico. Ritmos que coquetean a lo largo de su historia con el reggae, el tango, el ska, o el afrobeat y la cumbia más recientemente. Siempre metiéndoles gasolina con la trompeta y el trombón...y un cantante, con voz ruda, pero cálida al mismo tiempo, aspecto canalla y energía contagiosa. Todos los requisitos de un perfecto showman como pico de lanza de la banda.
Eskorzo saca el Paraísos artificiales en el 2009 para dejar a todos sus seguidores un poco descolocado porque en este disco se meten de lleno en una suerte de pop psicodélico pero muy bien trabajao y, como ya se ha dicho, manteniendo toda su esencia. Unos años después exploran con disco experimental mediante los ritmos que el célebre Fela Kuti hizo universales. Y así Eskorzo versiona algunos clasicazos a ritmo de Afrobeat. Después de esto, y con 20 años a las espaldas, lejos de ir echando el freno, aceleran, y quizás rozan el mejor momento de su carrera, sin dejar de lado el afrobeat, van metiendo nuevos ritmos, muy latinos, especialmente la cumbia, pero una cumbia, como todo, eskorzera. Y así, a día de hoy, tras casi 25 años de historia, me tienen más entregado que nunca, y ahora que llega el verano no dejo de buscarlos por el spoty, pa cargarme las pilas y escribir esta entrada mientras no dejo de mover los hombros.,.


Larga vida a Eskorzo!!!!



lunes, 13 de mayo de 2019

En la churrería


Amanece, un sábado cualquiera, y a mi hijo, siguiendo esa ley no escrita, le da por levantarse bastante antes de lo que suele hacer entre semana. Demanda, con insistencia un desayuno, y para rizar el rizo se agotó lo indispensable. Toca salir a por pan….pero claro, el sol asomando la cabeza por la Roca nos dice que todavía no son ni las 8, y a esa hora, de esos días, no madrugan tanto los panaderos. Ni siquiera aquella tienda que siempre está abierta, me pide en su cartel que la espere hasta las 8. Sigo patrullando el barrio hasta que me doy de bruces con aquella churrería a la que prometí no volver por el descaro en la subida de sus precios para, acto seguido, disminuir, sin decirlo, el tamaño de las ruedas…pero las circunstancias mandan. Parada, freno de mano y a pedir algo con voz muy ronca y ojos fotofóbicos.
Aun así, siempre los hay más madrugadores y ya se fue uno antes de pedir y otro esperaba mientras yo hablaba. Sale un tema de conversación tan banal como necesario, la insufrible calor…”no es un poco raro, para el mes que estamos ya tanto calor”. Me prometo no hablar, pero ante la insistencia salgo con un “y lo que nos queda”, como haciendo ver que cada año próximo será peor. Como no pillan muy bien lo que pretendo decir, aunque creo que tampoco han hecho por escucharme, digo algo así como: “es lo que tiene el cambio climático”. El que esperaba antes que yo comienza a decir algo relacionado con lo tonto que somos yéndonos a buscar otro hogar en Marte, y sin saber muy bien cómo, ni por qué, en una nueva frase mía que no entienden o no quieren entender acaban hablando de lo mal que está Algeciras. Que esto ya no es lo que era, y sí, me voy temiendo lo peor. Efectivamente, mi intuición, aun desperezándose acertó lo que venía y la conversación acaba acelerando el ritmo del odio, los espumarajos y la bilis a pasos agigantados. Para ese entonces creo que ya había cogido los churros y puede que incluso si no hubiesen sido antes de las 8 de la mañana de un sábado y hubiesen dejado algún espacio temporal entre exabrupto y exabrupto, quizás hasta hubiese metido algo de baza, por eso de intentar hacerles entender lo exagerado del odio que exhalaban. Pero no, demasiada sobredosis para mi ser dormido…entre negros, moros, pagas, colas y médicos los fui dejando y cual bomba de humo, me fui…prometiéndome, de nuevo, no volver, ahora por ignorante y racista.

martes, 23 de abril de 2019

La gran batalla final de Invernalia




A punto de concluir Juego de Tronos, la saga vuelve a coincidir con un nuevo ciclo electoral, tantas coincidencias parecieran empezar a ser algo dantesco…y puede que los sueños más turbios acaben por hacerse realidad y los caminantes blancos acaben por hacerse con el trono, a un lado y a otro de las pantallas.
Las encuestas, parecieran alejarnos, otra vez, de ideas catastrofistas de tintes apocalípticos, al menos para los que tenemos ese pequeño defecto de ser de izquierdas. Si a las encuestas nos remitimos Pedro Sánchez, el desdichado, ninguneado y tantas veces dado por muerto, será por fin el presi electo. Podemos sería su muleta (aunque no la única) confirmándose su hueco casi marginal que tanto recuerda a la IU de antaño. Pareciera difícil ser felices con este panorama, pero el contexto manda, y visto lo visto, virgencita que me quede como estoy.
Al menos el PP del rancio del Casado y su triste legado, y tantos recuerdos preferibles de olvidar, serán, por fin, castigados, como no vimos antes. Claro que el trasvase de votos se reparte, de un lado al chico bueno de Rivera, al que todos quieren abrazarse, pero al que todos les cuesta hacerlo. El electorado pijo, correcto, de la derecha de toda la vida, y joven, sabe que es el momento de pasar página. Que estos neocon, son el paso lógico, propio de los tiempos que corren. Momento definitivo para dar sorpasso al PP, pero en el fondo, tienen que admitir, qué poco les convence. Otra buena parte del trasvase se va más a la derecha. A ese monstruo decrépito que duplica su hedor a naftalina y del que todo el mundo habla. Abascal y los suyos derribaron la puerta en el sur del sur y desde entonces no se habla de otra cosa. El temor a la extrema derecha se ha desatado…y las encuestas, ¡ay las encuestas!!, auguran que lo peor no llegará.
 Pero, visto lo visto, ¿tenemos que seguir creyendo religiosamente en las encuestas? Que yo sepa, se nos han dado unos cuantos casos recientes en los que se nos puso la cara del que se tragó un cazo. De hecho, la última, fue la que ellos protagonizaron, aquí mismo, en el sur del sur. Si a las encuestas nos remitimos, a pesar de la gran subida, el efecto parece haberse, en cierto modo, detenido. Pero permitidme que ponga, a estas horas, la nota apocalíptica. No me fío de las encuestas. Y no es que no me fie así en general, al contrario. No me fío en particular en el caso de un partido como VOX. ¿Por qué? Creo que con VOX, igual que ocurriera con Podemos en su día, las lógicas se escapan a lo de siempre establecido. Y el porqué de esto se debe, fundamentalmente, a que son partidos que calan en nuevos sectores, muchos de ellos marginados e históricamente desmovilizados. En barrios donde el absentismo ha sido siempre muy alto (hecho este que tiene bastante que ver con la marginalidad del mismo) VOX ha encontrado grandes caladeros. El simpatizante de VOX, no nos engañemos, fascina tanto con su partido, como temor tiene el que no lo hace. Y la fascinación puede ser muchas cosas, pero también un gran elemento a la hora de hacer campaña. Y esta campaña, a diferencia de las que estamos acostumbrados, no se ve, no se siente, no llena estadios, no abre telediarios, pero lo mueve todo, desde abajo. Y nosotros, los que una vez la hicimos con toda la ilusión en los albores de Podemos, parece mentira que lo hayamos olvidado. De ese modo, en las Europeas del 14 ninguna encuesta daba un solo eurodiputado a Podemos, y sacamos 5. Por eso, solo algunas encuestas daban un parlamentario a VOX el pasado diciembre y sacaron 12. ¿De verdad, vamos a creernos que sacarán el porcentaje que marcan las encuestas? No seré yo el que diga que vayan a experimentar semejante aumento. Eso ya no es posible. Pero sí hay mucho voto oculto que no recogen las encuestas. Mucho me temo, y ojalá me equivoque, que finalmente sacarán de 3 a 4 puntos más de lo que le dan las encuestas, yéndose al 16 o el 17%. Y lo peor, es que este aumento no recaerá directamente sobre el PP, porque este tipo de electorado que no recogen las encuestas vienen de aquí y de allí y, muy especialmente, de la abstención. Y en este contexto, habría que tirar de calculadora para ver si el bloque del tripartito no acaba sentado en el trono.
No pretendiera generar pánico con estas palabras, ni creo que mi hipótesis sea ciencia exacta, ni mucho menos. Sin embargo, basándome en la experiencia, creo que este análisis nos debiera al menos, tener un poco con el cuerpo en vilo y, sobre todo, que no nos haga bajar la guardia, confiarnos y ya que estamos, quedarnos en casa el domingo.
El dragón de ojos azules(verdes) se ve alzando el vuelo allá lejos por el horizonte…una horda de muertos avanzan maltrechos pero con paso firme, mientras a este lado del muro de Invernalia, a otros tanto, les toca apretar el culo…
Winter is coming…veamos qué pasa

miércoles, 17 de abril de 2019

Our Planet



Sopla un aliento de eso que llamamos vida, en forma de nueva oportunidad, de final de película épica, que venga a forjar un principio. Todos los esfuerzos de tanta gente por hacer tomar conciencia a una gran mayoría adormilada, para que despierten y empujemos entre todos a esa gran minoría que con intereses espurios sigue espoleando, machacando, maltratando y aniquilando, uno a uno, cada ecosistema de un planeta que se desangra y agoniza un último SOS. Puede que pequemos de exagerados por querer darle esa perspectiva de ahora o nunca. No pecaremos de ilusos, sabiendo que, si la reacción comienza, las cosas no están solucionadas. Nada de eso. Tan solo que, si no comenzamos, está la certeza de que no habrá final feliz. Si tenemos alguna oportunidad, pasa por reaccionar ya.

Algo parecido a esto advierten científicos de todo el mundo. Algo parecido a esto parecen tener en cuenta algunos gigantes que apuestan por reverdecer al planeta. Me resulta esperanzador lo que Netflix ha hecho. Netflix, que es una plataforma de gran peso a nivel mundial y que se ha colado en las casas de un porcentaje importante de ciudadanos en todo el mundo,  apuesta por un documental tipo BBC. Es decir, de altísima calidad audiovisual, emulando lo que la cadena pública británica lleva haciendo desde hace décadas y, muy especialmente, los últimos años. Algunos documentales de la BBC como The Hunt, Planet Earth, Blue Planet o África, son de una belleza extraordinaria, haciendo que tengan casi más que ver con un formato de película que de documental de la naturaleza al uso . Esto en un principio no los hace en sí mismo mejores o peores, pero lo cierto es que sí son mucho más interesantes a la hora de transmitir la belleza y por tanto crear vínculos con los entornos naturales de nuestro planeta y las especies que los habitan. Estas series documentales normalmente cuestan varias decenas de millones de euros y algún lustro que otro en filmarse. Llevando a cabo despliegues sin precedentes, que movilizan múltiples equipos a lo largo y ancho de todo el mundo para conseguir mediante técnicas y tecnología innovadora, imágenes de una nitidez, intimidad o espectacularidad nunca vista anteriormente. Esto, a su vez, se suele acompañar con una música épica que consigue  a cada escena momentos cumbres que hacen que las emociones afloren por doquier. Esto, pudiera parecer algo  nimio, recurso televisivo fácil o poco serio para lo que estamos hablando, pero lo cierto, es que a la hora de crear vínculos que hagan tomar conciencia, se me antojan gestos fundamentales. Sin embargo, algunos de estos documentales de la BBC han llegado incluso a ser criticados por algún que otro naturalista que los acusa de olvidar con demasiada facilidad la situación de Sexta Extinción en la que andamos envueltos, y parecer dar, por el contrario, una imagen demasiada "bonita"...
Y en estas, aparece la apuesta de Netflix. Para ello cuenta con el creador de Planeta Tierra y Blue Planet, Alastair Fothergill, con ese sello propio e inconfundible al que se le suma como maestro de orquesta, como no puede ser de otra manera, la voz de Sir David Attenborough. Sir David Attenborough que a sus 92 añazos sigue con una actividad frenética, convirtiéndose en el mayor de los símbolos para esta nueva concienciación ambiental que parece hacerse tendencia, o será que algunos queremos verlo así. Hace mucho tiempo que me alejé de ídolos a los que rendir culto, pero no de tener a grandes referentes a los que admirar, y sin duda alguna, Attenborough es uno de ellos. Su pasión, su conocimiento, su dilatadísima trayectoria,  lo convierten quizás en una de las personas más activas y en el mayor de los referentes por la protección de nuestro planeta. Netflix, además, con este documental  va de la mano de WWF, y a las escenas hermosas características de cada ecosistema, de cada hábitat, de cada pequeño rincón del planeta, de cada estrategia adaptativa del pez más insólito, o la belleza más esplendorosa del ave más colorida, se le suman, en esta ocasión, claras advertencias de la situación real, del retroceso de nuestros ecosistemas, de las consecuencias claras, directas y observables del cambio climático. De la pérdida de la biodiversidad acuciante que hacen tambalear nuestros cimientos y echar la vista hacia otro lado por pura vergüenza. Pero también dan claras pistas de las complejas interrelaciones entre distintos ecosistemas o partes de estos. 

Desaparecen bosques a pasos agigantados, como en Madagascar con una tasa del 80%; quemamos selvas en Indonesia para plantar Palma de la cual extraemos el aceite milagroso de bajo coste, que no es saludable pero que nos entra bien en casi todo. Desplazan los osos polares sus hábitats, pescan en ríos bajos como si fuesen Grizzleis, buscan en la basura en poblados remotos de Rusia, o se alimentan de la carroña de morsas despeñadas que a su vez, encuentran menos sitios donde descansar y ante las masificaciones comienzan a actuar caóticamente. La caza furtiva sigue agravando el estado de consevación de especies tan majestuosas como el gorila, que se encuentra en Estado Crítico, muy al borde de la extinción. Se redujeron en un 90% las praderas donde los antiguos bisontes americanos que dominaban por millones subsisten llegando a escasas varias decenas de miles. EN todos los rincones del planeta la disponibilidad de agua dulce se hace cada vez más impredecible. Sin embargo,nuestros ecosistemas presentan una gran resiliencia, y está demostrado que cuando cesa nuestra actividad negativa en ellos comienzan a recuperarse de forma muy efectiva, como en Chernobil, donde la vida se abre paso para demostrarnos que la radiación no hace más estragos que la mano del hombre.

Resumiendo, con un documental como este nos encontramos con: belleza épica en estado puro, que interpela a nuestra alma y nos hace mirar. También con altas dosis de comprensión ecológica y claros gritos de advertencias, manteniendo a su vez un hilo de esperanza, para que sepamos que la ventana de oportunidad, aun siendo muy pequeña, aún existe. Y, finalmente, con una plataforma, que apuesta claramente por ella y que tiene una capacidad de alcance nunca vista anteriormente.  Es por estas tres razones, que Our Planet, pudiese suponer una pequeña piedra más para ese puente que algunos locos se empeñan en construir colectivamente para no resignarnos con lo que anuncian que viene. 

Cuando uno comienza a comprender someramente la belleza que nos rodea en este planeta y cómo funciona la misma, y cuál es el grado de amenaza al que se enfrenta, resulta muy difícil, por no decir imposible, seguir mirando a otro lado, sin que algo no nos chirríe. Ver una serie documental no es nada revolucionario, y que exista, tampoco, pero es un peldaño esencial. No podemos infravolar la importancia real de la toma de conciencia, pues sin ella, nada vendrá. Ese, al menos, debe de ser el objetivo número 1, como punto de partida. Empecemos