Estamos de enhorabuena, el señor Donald Trump ha vuelto a ganar las elecciones. Todavía mi madre me ha confesado que se sentía sorprendida. Lo cierto es que no entiendo por qué. No soy un experto en política internacional como parece que ahora es la moda entre un nada desdeñable porcentaje de la población que consume horas y horas de youtube narrando los intrincados entresijos del orden mundial. Me limitaré, simplemente, a realizar un análisis más sencillo.
Jeff Bezos y Elon Musk han hecho campaña a favor de Trump.
Si no me equivoco son los dos hombres más ricos del mundo. Su patrimonio,
actualmente supera, muy
holgadamente, los 200 mil millones de
dólares (cada uno, claro). O dicho de
otro modo: 200.000.000.000 dólares.
Comparado con lo que ha podido ganar Messi durante muchos años, digamos 50
millones( 50.000.000) se nos antoja una cifra bastante, bastante elevada. Es
como si tienes 200000 euros y tu vecino 50. O sea, Messi es pobre al lado de
estas dos grandes fortunas. Pero claro, al lado nuestra, por ejemplo, Messi
ganaría (si ganase 50 millones al año) redondeando, unos 4 millones al mes. O
un millón a la semana. Es decir, lo que
tendría que trabajar un tipo que ganase 2500 euros durante 35 años. Messi lo
ganaría en una semana. Y no olvides que
Messi es pobre al lado de las dos
personas más ricas.
Ayer, decía la lista Forbes que los 100 españoles más ricos
habían incrementado su fortuna durante el último año en un 27%.
Es decir, como si el tío que ganase 2500
euros del ejemplo anterior pasase a ganar 3200 al año siguiente. Cosa que no
suele ocurrir y que, además, tampoco es comparable, porque no es lo mismo
incrementar tu fortuna digamos de 10mil euros a 12,5 mil que el hecho de tu
fortuna pase de 100mil millones a 127 mil, por las facturas y tal, claro.
Pero esto tampoco es nuevo.
Veamos, en el año 2010, hace sólo
14 años, el hombre más rico era Carlos Slim tenía un patrimonio de
unos 50 mil millones de dólares. 5 veces menos de lo que tiene el hombre
más rico hoy. Y si nos vamos a los 90 esa cifra era inferior a 20mil millones.
Tan solo del año 2000 al 2024 el número
de milmillonarios ha pasado de 470 a 2700 y el valor neto que acumula dicho grupo de 898 mil millones a 14
billones. Es decir, se ha multiplicado por más de 15. En resumidas cuentas (tanto
para decir lo que ya sabemos): la gente que más tiene cada vez tiene más.
Pero tal vez ni siquiera eso sea lo peor. Lo peor de todo es
que son tratados como dioses. Da náuseas
leer ciertos comentarios en redes. Y ellos lo saben. Y apuestan a caballo ganador, que es, ni más ni menos que
al más neoliberalista de los dos(porque
tampoco es que Kamala sea comunista). Y así,
no solo los votamos y los encubramos, sino que compramos todas sus tesis
económicas que son las causantes en última
instancia de todos los problemas que nos acucian. Besamos el pie que nos
pisa el cuello. Así fue siempre, y así
siempre será. No hay lugar para
pensar en lo contrario. Con Trump seguirá el negacionismo climático y se seguirá
armando estas redes infestas de
fascistas ultraneoliberales que nos acusan a los de izquierda de todos sus males, al tiempo que claman el
fin de los Estados pero les reclaman que los salven cuando llega la tormenta.
El poder económico más desatado que nunca ahora gobierna sin cortapisas, sin
paliativos, sin máscaras. Antes lo hacía igual. Pero ahora, es peor. La
desigualdad sigue creciendo y al tiempo que crece más adoramos a sus causantes
y más odiamos al del escalón inmediatamente inferior al nuestro. Siempre fue
así; hoy es peor.
Esta sociedad tan absolutamente enferma, enferma demasiado al que se asoma a
mirarle a los ojos. Pareciera que
estamos anclados en un sempiterno “todo tiempo nuevo es más oscuro y negro”. Solo queda salir de detrás de la pantalla,
bajar el volumen de todo. Y salir afuera donde quiera que aún quede algo parecido a lo que tiene que ser la
vida, mientras quede.
Por lo demás, estoy seguro
de que no tenemos remedio.
Buen punto y final a una semana de locos.