Han tenido que pasar cuatro días
para que me ponga a escribir con la determinación de hacerlo, tal vez porque esperaba
que resucitases al tercer día, pero no. No hay psiquiátricos, ni milagros
religiosos, más allá de las innumerables muestras de admiración, los infinitos
homenajes que se reproducen y replican a lo largo de todas nuestras fronteras y
más allá, desde todo tipo de escenarios. Y aquí seguimos, hurgando en la herida,
sin cansancio, rebuscando en tu obra y en lo que esta supuso para tanta gente.
Y una vez más, se escapa una lagrimilla, sin mi permiso.
Me decía ayer una antigua alumna
que cómo se puede sentir tan triste y vacía, que lo está gestionando fatal. Esta
chica es psicóloga y tiene más de 30 años, y fue, precisamente, en un concierto
tuyo, la última vez que nos vimos. Y a otra psicóloga he leído en estos días
que sentirnos devastados por la muerte de alguien que no conocíamos es
plenamente normal, ante las dudas sobre si no estamos un poco locos, de tantos
y tantas que éramos compartiendo este sentimiento. Será porque tal vez, el
poder del arte bien nos pudiera salvar de una vida inerte, de una vida triste,
de una mala muerte.
Y así, este señor que se cagaba
en todo con su voz de yonki mientras le cerraban las puertas de las radios y de
toda clase de institución política, hoy se va rodeado de homenajes y elogios
como no recuerdo haber visto nunca antes en este país. Ahí es nada.
Fito se quiebra, al cantar en
directo, las Nubes de Tu Pelo. Si te Vas es coreada por 15 mil
personas a pleno pulmón antes del concierto de Dani Martín en el Wizink.
Melendi mete un trocito de La Vereda por medio de su canción Arriba
Extremoduro. Évole y Estopa le dedican una columna en algún periódico. Se
emocionan Broncano y Mara Torres en sus programas… Manu Carrasco, el Kanka,
Rozalén, Leiva …y un sinfín de ejemplos que hacen muestra de cómo de hondo has
tocado nuestros corazones. Yo, sin ser nadie, decido homenajearte poniendo tu
discografía de principio a fin…ahora mismo suena La Pedrá. Escribo estas líneas,
mientras allá, desde lo lejos van llegando los viejos recuerdos , están royéndome
por dentro. Y es que muchos se han puesto de acuerdo en decir que este
dolor tiene que ver con la muerte de una adolescencia que andaba por ahí
enterrada y ha aflorado con tu marcha, entonces el tsunami de recuerdos nos
ahoga. Y sí, en el caso de muchos, Robe, está vinculado a fuego con la
adolescencia, pero para muchos otros, ha sido la adolescencia y mucho más, ya
que tanto su evolución musical, así como letrista, poeta y filósofo, han sido
asombrosas.
Robe, has estado presente en todas
y cada una de mis grandes etapas vitales. En múltiples versiones, siempre
acababa volviendo a ti, ojiplático para descubrir que habías vuelto a superarte.
Que lejos de acomodarte en tu nuevo éxito, tomarías una pausa para acabar con tu
disco más admirado: La Ley Innata…y aún te quedaba tiempo para superar el medio
siglo y sacar un par de últimas joyas con sus respectivas giras. Que lejos de
echar de menos de forma insoportable a Extremoduro, tu nuevo proyecto más
calmado mantenía la esencia de tu calidad compositiva, pero con violines, coros
estratosféricos y dulces teclados y clarinetes. Pero si alguien había pensado
que eso sería el nuevo “Robe”, le das unos años y vuelves a la caña extrema con
la guitarra de Woody Amores y su Ley Innata parte 2(Mayéutica). Y si alguien
cree, queya no puede volver superarse, vuelves a callar bocas para que hasta el Museo del Prado te
rinda homenaje con su Poder del Arte…Se nos Lleva el Arte, Don Roberto.
Y es que, si la rebeldía y su
espíritu subversivo buscaban confrontar en la primera época, con el tiempo ha
cultivado una madurez que, sin alejarlo de esa rebeldía y espíritu subversivo,
sí lo han alejado de la necesidad de ser tan soez, eso sí, sin dejar de serlo,
cuando así entendía que para expresar lo que sentía hacía falta serlo. Y es que,
en esto, el Rey de Extremadura, ha sido también maestro. En el 95, cuando llega
mi hermano con sus cassettes del insti, lo único que nos llamaba la atención
era eso de “me follo hasta las cabras, me cago en los sembrados…” y las risas,
para el niño de 12 años eran el motivo principal por el que asomarse a esa
ventana. No pasaron más de dos días, para descubrir que más allá de esto, había
miles de capas que rascar. Hoy, a ningún músico le tiembla el pulso si tiene
que usar alguna palabra malsonante en alguna letra. Se ha normalizado. Y creo
que esto también ha sido cosa suya.
Robe, ¿Quién nos hablará de lunas,
amapolas, cielos y corazones…? ¿Quién se cagará en dios, y mandará a la mierda
a todo lo que se menea? ¿Quién llamará a las cosas por su nombre sin necesidad
de ser un hipócrita?
La horda de “amigos que te
admiramos” recogemos tu legado y lo haremos llegar más lejos aún. Histórico
será recordar cómo metiste siete temas entre los 10 más oídos con tu muerte en
Spotify. Veo vídeos y fotos en los que compruebo que siempre me has acompañado,
y sin poder evitarlo ellos, a mis hijos también. Y hoy, los chavales, flipan
viendo que España entera se emociona con la muerte de un señor mayor de pelo
enmarañado, y algunos de los más jóvenes se emocionan también. Son ellos, los
que han hecho himnos canciones como La Vereda. Que ha sido un momentito solo
de bajada, que aquí no pasa nada.
Gracias, Robe, gracias por tanto…
todo será una guarrada sin ti, soñábamos con verte con los enanos. Soñábamos
volver a no creernos que tú próximo disco volviera a superarse pero, dentro de
la tristeza, aflora, con fuerza, la sensación de que la belleza de tu legado
superará con fuerza la tristeza. De grande a genio, de genio a leyenda…de
leyenda a mito…La era postRobe ha comenzado y a partir de ahora, cada vez que
suene el quejío de tu voz, la frase, la metáfora, el acorde perfecto, se nos
hará un nudito en la garganta y se nos llevará el aire…y seremos muchos, muchos,
muchos, los que compartiremos este sentimiento. Gracias, amigo. Gracias, por tanto.
Hasta siempre
Hasta siempre, siempre
Hasta siempre, siempre,
siempre!!!!
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