lunes, 31 de agosto de 2015

Dando ejemplo


En Alemania las madres disponen de 98 días de ayuda al 100% (42 días antes del parto) más un un año al 67%, mientras que los padres reciben también un 67% durante un año. En Reino Unido la madre tiene 273 días. En Italia 154 días y los padres 91.  En Bulgaria(sí, Bulgaria) 2 años, el primero al 100%, el segundo salario mínimo. Y bueno, a los países escandinavos mejor los dejamos si no queremos empezar a llorar. Es cierto que hay otros países que no se diferencian mucho del nuestro pero, en cualquier caso, hay muchos otros que sí. Por esto y porque es de sentido común que un bebé recién nacido pase el máximo tiempo posible con su madre, las voces que en este país demandan mayores derechos a este respecto van siendo un clamor. Por esto y porque además de contar tan solo con 112 días de baja maternal la madre y 14 días el padre, la realidad es que a menudo las trabajadoras no pueden contar siquiera con este derecho por presiones y amenazas (suavizadas, pero amenazas) de muchos jefecillos de turno. Esa es la realidad de este país en el que unos raquíticos derechos sociales se ven diariamente pisoteados.

Por todo este contexto, el hecho de que una figura política de la relevancia de Susana Díaz, presidenta de Junta de Andalucía, se coja apenas 40 días de baja maternal, es algo que no ayuda ni un ápice a todas esas mujeres(y hombres) que han luchado, y luchan, por mejorar los derechos en este ámbito. Y no es que no ayude, sino que destroza lo poco que se haya podido conseguir. Lo destroza porque si ellos que son el ejemplo son capaces, tú, miserable trabajadora precaria, no irás a decirme que no puedes, ¿no? Esa es la realidad. Y, muy posiblemente(se pone uno retorcido y piensa mal)  es, en parte, el objetivo que se persigue. O tal vez no. Tal vez simplemente sea una adicción insuperable al trabajo(poder) capaz de combatir la otra adicción real, física, de permanecer junto a tu hijo recién nacido, ya que hay quien la precede en esto de bajas maternales exprés como la Soraya o la Chacón. Es evidente, puedo entenderlo, que se trata de un tema delicado ya que, de un modo u otro, es una decisión personal por lo que es un terreno en el que poco hay que decir pero, los políticos son representantes públicos y deben dar ejemplo. Si a un político le paran y da positivo en un test de alcoholemia, chungo. Si un político insulta, chungo. Si un político roba, bueno, estamos acostumbrados. Pero lo cierto es que dan ejemplo. Es la modernidad que ellos defienden. El feminismo que pretenden defender es que la mujer imite al hombre de la misma forma, aunque para ello tenga que renunciar a una parte tan esencial de su propia existencia como es la maternidad. Cesárea programada, reserva de una planta de hospital público que engalanan para la ocasión y pocos días con el bebé no se me vaya a acostumbrar. Podrá pensar Susana que su responsabilidad para con los andaluces es enorme y que por tanto no le queda otra. Pero en tal caso, yo me pregunto si acaso no están los equipos de gobierno para tales funciones. ¿Debe  ser la figura de una persona tan imprescindible a la hora de regir una comunidad autónoma? A mí personalmente me tranquilizaría mucho más saber que dicha responsabilidad recae sobre un equipo de personas preparadas y no sobre una sola persona que además, dicho sea de paso, está delegando en otras funciones que debieran ser, al menos para ella, mucho más importantes. Delegando cuando no está obligada a hacerlo y es esta la clave del debate.

¿Tiene derecho a hacerlo? A día de hoy sí(no olvidemos que durante la cuarentena la baja maternal es “obligada”, porque  no iba a incrementarse este tiempo en un futuro)
¿Está obligada a hacerlo? Evidentemente no, por más que aluda a sus responsabilidades insalvables para ella también está el permiso de baja por maternidad.
¿Ayuda a la sociedad (objetivo principal que se le pide a un político) actuando de este modo?
A ésta os dejo que respondais vosotrxs

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