viernes, 5 de septiembre de 2014

Un largo viaje


Y en una mañana de Septiembre, para crear excepciones, se entretiene uno haciendo zapping por los canales que más hedor destilan y que, a estas horas matutinas y con el pistoletazo del inicio de curso político dado, se encargan de, bisturí en mano, extirpar la realidad cotidiana, que no analizar. Cada día, al menos eso pienso yo con algo parecido al convencimiento, engañan a menos gente. Qué prestigio político puede tener la señora Ana Rosa Quintana, o el ilustre Miguel Ángel Rodríguez!!!??? Sarpullidos y escozores solo con nombrarlos. Y allá van, con uno de los dos temas de moda, a estas horas, caso Puyol. Pero qué malo que es Puyol!!! A nadie le cabe duda que a ningún otro dirigente de esta piel de toro se le hubiera ocurrido llevárselo así, calentito, a tierras paradisiacas en ámbitos fiscales. Solo él es el corrupto. Él y “Luis el Cabrón”. Solo ellos dos. Hasta que salga un tercero y será igualmente otra excepción. Un pacto de silencio. Un pacto de no agresión. Un pacto de estado por el cual ese término de moda, que por más que otros lo acusen de manido y excesivo, cobra una inigualable comprensión: La Casta. La política como profesionalización.
“- Roba, roba, ignora que yo lo hago que yo haré lo propio compañero.-¿compañero? Pero si somos del partido opositor. – Compañero!! Que esto de robar es un arte que nos une. “
Y así pasan los años, robando. ¿Entonces por qué a estas alturas se lo hacen pagar? ¿Por qué a estas horas lo dejan con el culo al aire, cuando el pobre hombre estaba tratando de vivir plácidamente su ya bien entrada senectud? ¿Ha sido sencillamente un pequeño error de su sistema? La respuesta es más sencilla. No ha cumplido el pacto de estado. No ha sabido hacer que su partido se baje del carro de la independencia y por tal acto ha sido desterrado.
Elocuentemente mi madre lo ejemplificaba ayer con la escena del Lazarillo, cuando éste, le daba uvas de comer “al Ciego”, habiendo acordado que se las iban a comer de una en una, cuando de repente el Ciego le pega una buena hostia. Sorprendido el Lazarillo le pregunta ¿Pero por qué me has pegado? Y el Ciego le responde-Porque te estás comiendo las uvas de tres en tres.  El Lazarillo sorprendido dice - ¿Y cómo lo has sabido?   - Pues porque yo me he estado comiendo las uvas de dos en dos y no has dicho nada.

Esa es la historia de la política de nuestro país y si algunos ciudadanos un poco locos, un poco aburridos, un poco frikis, un poco utópicos, deciden  quedar y organizarse serán tachados de todas estas cosas y de regalo de estas otras también: ignorantes, manipulados, etarras, venezolanos, comunistas y ya, de paso, nazis.  Afortunadamente esos ciudadanos, independientemente de los adjetivos que se les quieran dar o de los que ellos quieran asumir, cada día son más conscientes de que esto no va con ellos y se siguen organizando. Para ser tan ignorantes están aprendiendo a organizarse velozmente. Tal vez sea la utopía y el frikismo. Sin dejar de observar milimétricamente la realidad que les rodea están más centrados en llenar la mochila con todos los enseres necesarios. No puede faltar ninguno. El viaje es largo, algo tenebroso y hay que estar muy bien preparados. Dejemos a estos locos seguir preparando su mochila al tiempo que los voceros de antaño, hoy caducos y en peligro de extinción, dan los últimos coletazos de este stablishment herido de muerte.

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