Ayer, algunos compañeros de trabajo me
brindaron la oportunidad de ver una conferencia en mi ciudad de mi
admirado y respetado Julio Anguita. Fue en el edificio Millán
Picazo,allí el Departamento de Historia de mi instituto
volvió a ofrecer en su VI edición de las Jornadas sobre la
Historia reciente de España una clase magistral protagonizada
por el gran Don Julio Anguita. Tras las presentaciones de rigor,
Anguita se metió en materia desde el primer momento, el tema a
tratar: Debacle social y crisis económica. Desde el
primer momento dejó claro que las formas de abordar los contenidos
vendrían de tal forma que fuesen comprensibles por los protagonistas
de dicha jornada, los alumnos de 2º de bachillerato, sin descuidar a
la otra parte de la audiencia. Así de ese modo hizo una “galopada”
por la historia reciente de la economía. Habló de Marx y Engels,
citando algún pasaje del manifiesto comunista, libro que recomendó
leer a la audiencia. Saltó de la crisis del 29 a la de los
70, pasando por las medidas Keynesianas que fundaron
eso que conocemos hoy como sociedad del bienestar , pasando por
explicar cómo la guerra ha supuesto en muchas ocasiones, desde la
SGM, una forma de reactivar la economía. Aporta datos, continuamente
aporta datos que invitan a la reflexión, con esa excelencia en la
didáctica y la oratoria que al alcance de tan pocos queda.
No dudó en explicar que bajo su visión
la crisis actual supera con creces a aquella otra gran crisis ya
mencionada, la del 29. Y se sumerge en algunos de los entresijos que
hacen que hoy estemos como estamos, y habla del neoliberalismo de
Reagan y Thatcher, así como del penúltimo gran invento del
capitalismo: la globalización, para adentrarnos en lo que hoy
estamos, patología que acuñó con el término de financialización:
el dinero se escapa del control de la propia economía. El dinero va
por libre, el sistema se ha vuelto loco...Y es lo que vemos
continuamente, algunos que consideramos que, aun de lejos, seguimos
más o menos el camino de la lucidez. Recortes para pagar deuda...O
mejor, para pagar intereses de la deuda. Un círculo vicioso, un
camino sin salida que va condenando a los países hasta el
exterminio. Guerra moderna. Pero los ejemplos de países que ya
pasaron por ahí aún son recientes: México, Nicaragua, Ecuador,
Argentina...por no hablar de los países africanos. Algunos, los
menos, decidieron plantarse, México: “No pago un duro más, esto
es deuda odiosa” o deuda ilegítima como la prefieran llamar. Y en
esa estamos: “Señores, como estamos, nunca saldremos de ésta”
¿Qué solución nos plantea? Un
ejemplo ilustrativo, de esos que tanto le gustan: “ Es como cuando
a un enfermo en una situación de máxima gravedad le dice el médico
más antipático(los médicos que te curan suelen ser los más
antipáticos) que para curarse debe dejar el tabaco, el alcohol,
salir de la cama, hacer deporte, etc. Es un camino duro. Durísimo.
Pero es el único camino” Del mismo modo, una de las soluciones de
raíz que tenemos que tomar, según Anguita, es salir del Euro.
Comenta que es un tema que ha tratado en profundidad con muchos
economistas, algunos de la talla de Vicen Navarro. Y se han
planteado: “¿qué ventajas aporta permanecer en el Euro?”
Ninguna respuesta coherente conduce a la permanencia. Nunca creyó
Anguita que la entrada trajese nada positivo, ya lo decía en los 90
contrario siempre al tratado de Maastricht: “Una Europa con
una moneda común con economías tan dispares como la Alemana no
puede funcionar” Y llevó razón, pero a los agoreros nadie les
hace caso, siempre es mejor donde reina la estupidez matar al
mensajero. No han tenido que pasar ni 15 años para ver algunas de
las consecuencias.
Llama a la rebeldía, “...pero no una
rebeldía sin causa, sino serena, lenta, pausada, y no violenta: A lo
Ghandi”.
Y el auditorio está hasta la bandera y
muchos son jóvenes, apenas han alcanzado la mayoría de edad y les
dice en sus narices que vivirán peor que sus padres. Les dice en sus
narices que no hay salida...que poca existe para el que tiene
titulación, haciendo por ejemplo las maletas, pero prácticamente
nulas para el que adolece de ella. ¿Es un catastrofista? ¿vuelve a
ser agorero? No hay que ser un erudito para que contemplando las
cifras del paro juvenil abrazar esa posibilidad sea un hecho cuasi
consumado.
Y a pesar de todo optimista. Supongo
que por las mismas razones que lo soy yo. Porque es un hombre que ha
visto toda su vida, o gran parte de ella como el adormecimiento
causado por el estilo de vida pseudoopulento del que nos han hecho
partícipes ha mantenido a la sociedad alienada y ajena a todo
espíritu crítico o de lucha. Ahora, por desgracia, cuando es casi
imposible mirar para otro lado, se empieza la gente a despertar.
Supongo que es eso lo que hace a Anguita optimista. Pero sabe él
perfectamente que estos rezagados tienen muchos deberes por hacer
aún.
Turno de preguntas, se dinamiza más
aún la cosa, se escarba en temas de actualidad y se llama más a la
acción. Algún alumno descarado y valiente se atreve a decir que él
si puede llegar a estar de acuerdo con la violencia. Anguita la niega
más como una cuestión práctica que moral. A otros, hijos de sus
padres, se les ve el plumero en las preguntas, con la marca de la
casa de la derecha...estos son así de originales. Don Julio no tiene
problema y sí mucha paciencia y reparte para todos, no se esconde,
no rehusa contestar... vamos, lo mismo que nuestro presidente. Dos
horas de conferencia entre la clase magistral y el turno de
respuestas, no menos magistral. Con todo, aún hay gente, no en este
auditorio, que se atreve a señalarle con el dedo y acusarle de
iluminado, de interesado, de ganas de protagonismo...¿cómo se puede
ser tan necio? Una persona que viene de vuelta de todo, que está en
la senectud de su vida con más de 70 años a sus espaldas, con palos
tremendos de la vida, y que aún se presta para recorrer el largo y
ancho de esta península, aportar su granito de arena para evitar
que esta España nuestra siga hasta el suelo en su caída en
picado.
Ante esta oleada de lucidez solo poner
un pero, el pequeño escozor personal de ver cómo se me esfuma
delante de mis narices la oportunidad más clara de haberlo conocido
personalmente...En fin, habrá que entender las razones de los
compañeros, esperemos haya una próxima ocasión, no hay rencores,
al fin y al cabo si no fuese por ellos no sabría aún lo que es
oírlo sin una pantalla que se interponga entre su camino y el mío.
Comparto tu admiracion por este gran politico con mayusculas. Muy bien escrito amigo como siempre tomo nota de algunos detalles y de las sugerencias a leer. Un abrazo fuerte :)
ResponderEliminarY si tan bueno es porque no se presenta, o espera que la gente le lleve a la rastra hasta la moncloa, habla mucho pero se moja poco, a que le tiene miedo, nadie le va a hechar en cara sus 70 años.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir esto!1 Está muy bien narrado.
ResponderEliminarY al anterior anónimo: preguntale al Felipe y al ppsoe lo que le han hecho a este hombre para que se aleje. Y aún los mismos siguen en el poder...más o menos desde el año nefasto 36.
Y es una pena. Julio Anguita era, y es, un gran presidente para España.
Un abrazo.
Ara