jueves, 8 de noviembre de 2012

Viaje por el Oeste Americano: Primera parte, NY- Fresno(California)


25 de Julio de 2011: Hoy toca madrugar; como siempre que la jornada es importante, larga y agotadora, pero claro, en ocasiones como ésta no resulta difícil, o al menos no tanto, porque el nerviosismo que produce la emoción de la expectativa carga las pilas y deja un estado de alerta que combate fácilmente al sopor...Salimos del pisito de Jersey, volveremos en un par de semanas, de momento hay que coger el Path que haya de dejarnos en el WTC y desde allí buscar la entrada de un metro que nos lleve hasta el aeropuerto, el JFK, para ser exactos. Todo va bien, un madrugador Dunkin Donuts, o algo similar, sirvió de suministro para nuestro "desayuno basura" aunque muy socorrido para la ocasión, y es que el tiempo, no juega a favor. Llegamos al aeropuerto y primer tropiezo: el trenecito que gira circularmente no se detiene en nuestra salida, el margen de tiempo que nos daba un respiro se estrecha y con ello nuestra respiración. A la siguiente vuelta comenzamos a ver extraños movimientos, sonidos y advertencias por los altavoces...Todo se detiene. Nos detienen. Buscamos información, se confirman las apariencias: aviso de bomba. Qué guay como en el cole!!! Se paraliza todo hasta nuevo aviso. La hora de salida se aproxima vertiginosamente, mucha incertidumbre, y aunque uno trate de ser optimista no siempre es fácil cuando todo es demasiado desconocido. Tras el desasosiego de la incertidumbre las aguas vuelven, parcialmente, a su cauce. Se reanuda todo como si nada hubiera pasado, y nadie parece, ni pareció, especialmente alarmado, será que es costumbre en la tierra del terror. El tiempo de la salida es inminente y no cambian la hora del vuelo, hay que facturar y todo el mundo está apilado. Sigue creciendo el desasosiego, sin embargo, sin saber muy bien cómo, lo conseguimos, facturamos, embarcamos y volamos. Próxima parada: Los Ángeles, California.

Seis horas despúes, si no me falla la memoria, y con cierto Jet Lag metido en el cuerpo, aterrizamos en la tierra de la playa y el sol estadounidenses. La Andalucía americana, como dijera alguien de cuyo nombre no quiero acordarme. Solo de pasada y desde el aire veremos el infinito terreno de casas de lujos, solo de pasada y desde el aire veremos el Pacífico y con algo de suerte las letras  más famosas del mundo sobre una colina...Pero no, no hubo suerte, no las vimos. En L.A. solo una pequeña escala hasta Fresno(California): nuestro destino por aire. Después de aterrizar en un artefacto poco más grande que una avioneta, recogemos equipaje y nos dirigimos al Rent a Car...por fin nuestro coche, maravilloso Chevrolet blanco con matrícula de Nevada. La pequeña libreta que hará las veces de GPS está lista, el sol brilla, hace calor y estamos felices de estar por fin en tierra y con toda la carretera para nosotros. Nos sentimos afortunados, de algún modo sabemos que el viaje comienza ahora.

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