domingo, 11 de noviembre de 2012

Con el debido respeto



Nota: Esta entrada fue escrita pocos días después de la última Huelga General, nunca llegué a publicarla. Ahora lo hago.

A todos mis compañeros(y compañeras) dedico este post. Ayer fue Huelga General y , para mi desgracia y descontento, a pocos de vosotros vi por allí. Qué vamos a hacer, estamos lejos de tener conciencia y espíritu de lucha. Vuestros argumentos, malas excusas que tapan la verdadera razón: el dolor de perder un día de sueldo. Siendo así, vuestro espíritu mercenario es mayor del que podía esperar, aunque no sé de qué me sorprendo, tantos nuevos y variopintos modelitos no se pagan solos. Solía ser el gremio un frente de lucha y espíritu crítico. Tenía la inmensa responsabilidad de dar ejemplo y educar. Algunos aún entendemos que dicha responsabilidad recae sobre nuestros hombros, pero ver vuestro espíritu burgués tan asentado hace que sea inevitable abrazar la certeza de que tanto inmovilismo acabará consiguiendo que tengamos lo que nos merecemos. Nosotros, que tenemos doble responsabilidad porque los chicos se pueden reflejar en nosotros, no cumplimos ni con la mitad. Una pena, no negaré vuestra simpatía, sois buenas personas en la mayoría de los casos, pero dolorosamente aburguesados. ¿Os habéis sacado una oposición y miráis por encima del hombro al resto de los mortales?

"No vale para nada" Quizás el argumento más pronunciado por vosotros justificando vuestra no asistencia a la huelga. Ya, claro. Especialmente no vale para nada si ninguno de vosotros acudís. Valga de poco, valga de mucho, lo que está claro es que vale como mensaje. Mensaje alto y claro a nuestro gobierno diciéndole:  " No estamos de acuerdo con estas medidas y no permitiremos que sigáis por ese camino". Eso solo era ya suficiente motivo como para acudir.

Otros colectivos no tienen tanta suerte como nosotros. Muchos pobres trabajadores explotados por sus jefes se sienten amenazados y cohibidos ante la posibilidad de ser despedido si acuden a la huelga. En pleno siglo XXI éste es el panorama. Contrariamente, cada día lo que se oye más es a la gente quejarse sobre la falta de libertad de acudir a trabajar porque, según ellos, los piquetes informativos anulan ese derecho. Si baremásemos y contrarrestásemos ambos casos, creo que acertaría si afirmo que son más los que no acuden a la huelga por miedo, que los que no acuden a trabajar por el mismo motivo. Pero como iba diciendo, sin irme por las ramas, son muchos los profesionales que tienen el derecho a la huelga digamos que al menos, un tanto cuestionado. Sin embargo, nosotros sí tenemos libertad ante ese derecho. Nadie nos va a despedir por ello. Nadie nos apuntará con el dedo haciéndonos sentir miserables o pequeños, sino más bien todo lo contrario. Sin embargo, la pérdida de un día de sueldo pesa demasiado. No podemos negarlo, no podéis negarlo. Esa es la realidad. Si no quitasen el sueldo muchos más habríais acudido masivamente. A todos nos duele un día de trabajo en un país en el que cada día el poder adquisitivo deja menos margen de maniobra. Pero sin lucha, no os quepa duda, menor será el poder adquisitivo, y menores los derechos.

"Los sindicatos son unos vividores y no voy a permitir que se salgan con la suya y grrrgjrhhehdkck...." Tranquilo, tranquilo...Conozco a muchos que se han manifestado sin pertenecer a ningún sindicato y siendo muy críticos con los dos grandes, entre ellos puedes contarme a mí. Pero esto no es un brindis a los sindicatos, sino un gruñido al gobierno...La pregunta vuelve a ser la misma, ¿no hay motivos para quejarse?

El propósito de nuestro enemigo es firme y continuo, buscar motivos de separación, de confrontación. Hacernos enemigos los unos de los otros. Yo no abrazaré esa razón, aunque a veces cueste, porque nuestro objetivo,hoy y mañana, tendrá que ser seguir sumando. Somos más. Somos amplia mayoría, estamos en el mismo barco y luchamos por lo mismo. Hay que eliminar estúpidas doctrinas ideológicas a las que de un modo u otro creemos pertenecer, porque así es como conseguimos sentirnos desunidos. El único objetivo tendrá que ser defender lo nuestro. Pero para ello hay que estar unidos y concienciados y no sé a cuántos kilómetros estamos de eso.


Recuerdo con nostalgia de lo que nunca vi a un Fernando Fernán Gómez enfrascado en un maravilloso personaje que daba un discurso sobre la educación y la libertad al término del curso escolar, ante unos padres que le ovacionaron pero entre los que, por desgracia, había alguno no muy de acuerdo con dichos valores. En él decía una frase de esas que marcan: "...pero de algo estoy seguro. Si conseguimos que una  generación . Una sola generación crezca libre en España ya nadie les podrá arrebatar nunca la libertad... Nadie les podrá robar ese tesoro". Poco después estalló la guerra civil. Esto es una película, "La lengua de las mariposas"(para el que no haya caído en la cuenta), pero a grandes rasgos no está muy alejado de la realidad. Le pese a quién le pese.Hay veces en la vida que toca ser valiente y que toca decidir. Y los principios deberían estar por delante de cuatro duros...pero claro, antes hay que tenerlos. Nunca es tarde. Y ahora es el momento.




6 comentarios:

  1. gracias por tus palabras

    ojalá todos los maestros enseñaran como tú, si no entienden los principios de la vida, difícilmente podrán mostrar el camino hasta el final

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  2. ¿Qué quieres que añada a lo tantas veces hablado por nosotros en las tertulias de sobremesa o en cualquier otro momento? Yo suscribo la frase de Fernán Gómez:"Nunca el lobo dormirá con el cordero". Tampoco me gusta la frase que yo misma he dicho infinidad de veces: "tenemos lo que nos merecemos", porque eso es autocriminalizarnos. Somo todos víctimas, de una manera o de otra. Somos víctima de la manipulación de los medios, que a su vez son manipulados por los políticos, que a su vez son manipulados por las grandes empresas, cuyos hilos mueven los lobis financieros.
    Siempre ha existido esclavitud, desde que se tiene conocimiento de textos escritos (lo que se conoce como la historia de la humanidad), y la explotación de los poderosos a los miserables también es una perversa constante en nuestro devenir colectivo.
    Pero lo que sucede hoy en día no tiene nombre: porque no deberíamos permitirles que nos manipulen y nos exploten como lo hacen, porque tenemos algo que ni los egipcios, ni los asirios, ni los romanos, ni los bárbaros, ni los sudamericanos, ni los esclavos africanos, ni ninguno de nuestros antepasados tenían: tenemos información de lo que ocurre a nuestro alrededor. Vemos las imágenes de la pobreza, de la injusticia, de la desigualdad, de la miseria, de la indigencia, de la enfermedad que nos dejan desolados e indignados, a la vez y en el mismo medio en el que vemos las imágenes de los corruptos, de la gente rica, de las casas de superlujo, de los yates abribonados, de las realezas cuestionadas, de los bancos tiranos e impasibles con el dolor ajeno que ellos mismos han provocado.... bueno, prefiero no seguir escribiendo. Sólo una cosa: aún no ha habido en España una sola generación viviendo en la libertad.
    Mamá

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  3. Hola Pepelu,

    con todo respeto, voy a explicarte algo. Soy profesora de secundaria, con un sueldo de 1800 euros al mes. Soy muy consciente de mi pertenencia a la clase obrera de este país, por extracción social, mi padre era un fresador, obrero de la industria metalúrgica. Yo soy una obrera , como él, pero con estudios universitarios; esa es la única diferencia; yo he ido a la universida, él no tuvo esa oportunidad.
    Por tanto, tengo conciencia de clase, soy y he sido toda mi vida furibundamente de izquierdas. He salido a todas las huelgas que se han hecho en nuestro país, las últimas la de marzo en contra de la reforma laboral, y en junio para reivindicar asuntos que concernían a educación.

    Sin embargo, esta próxima huelga NO LA VOY A HACER, y digo el por qué:

    Una huelga general de un día se la pasan nuestros pòlíticoas canallas por el forro de los cojones. Aquí hay que hacer acciones más contundentes. MUCHO MÁS CONTUNDENTE ¿se entiende? Me da vergüenza salir a la calle a hacer el papanatas, por lo que he visto en las manifestaciones en las que he estado, con las putadas que nos están haciendo y nosotros con las manitas al aire, gritado consignas infantiles como si fuésemos un grupito de boy-scouts.
    Para colmo de los colmos, luego llegan las elecciones y la panda de gilipollas aborregados que pueblan mayoritariamente este infeliz país vuelven a dar la mayoría absoluta a la derecha (véase Galicia, véase las previsiones en Cataluña...)

    Yo he decidido que cuando se decida en serio plantar cara a la mierda que nos rodea, CUANDO SE DECIDA EN SERIO PLANTAR CARA, que cuenten conmigo. Mientras tanto, voy a mantenerme asqueada y rabiosa, pero sentadita, viendo con pena y asco las memeces cobardes y pusilánimes que los sindicatos idean, con el fin de no darles de lleno a los cabrones fascistas que nos malgobiernan; no vaya a ser que les hagamos pupita de verdad.

    Elena

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  4. Querido amigo y compañero,
    hoy he tenido esta discusión en el Instituto, no debía haberlo hecho, porque me he cagado en el derecho a trabajar el 14 N de esta panda de insolidarios que se creen por encima del bien y del mal porque son funcionarios y a ellos "no les va a tocar". La reina de las excusas ha sido la de un colega fachorro perdido que decía que iba a ir, pero que ha cambiado de idea porque Almodóvar secunda la HUelga, que te diga eso un profe de Historia es muy triste. Le he respondido que si le importa más Almodóvar que los derechos de sus hijos, y que si vota al PP porque sale Norma Duval... No entiendo nada, pero estoy descorazonada de ver cómo mis compañeros agachan la cabeza y consienten esta sinrazón de desesperación y desesperanza a la que están sumiendo a nuestro país... Me siento absolutamente importente y muy cabreada, porque con su actitud nos arrastran a todos, y a mis hijos. Así que yo me cago en el derecho al trabajo un día de Huelga General de unos desagradecidos con los que salieron a la calle para que ellos tuviesen unas condiciones dignas, me cago mil veces en los que con su actitud insolidaria nos arrastran a todos, porque si ellos se merecen lo que tienen, los demás no. Me cago en los que teniendo esa información, como bien dice tu madre, prefieren mirar para otro lado mientras echan de la casa a sus vecinos, mientras le niegan la salud y la educación a sus iguales. Me cago en ellos mil veces y les deseo meses sin cobrar y la amenaza de un desahucio, a ver si se despiertan a hostias.
    Ya te dije que estaba descorazonada, pero la verdad es que estoy muy jodida.
    Les temo más a ellos que a siete trokas.
    Un abrazo compañero, nosotros a lo nueestro con la cabeza alta, porque es justo y porque las cosas, para conseguirlas, hay que intentarlas, los pusilánimes borregos irán a trabajar mientras nosotros peleamos por ellos, y nos retroalimentaremos juntos, porque "EL PUEBLO, UNIDO, JAMÁS SERÁ VENCIDO".
    Mil besos,
    Lupe

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  5. LO QUE A MÍ ME DA VERGÜENZA ES IR A TRABAJAR ELDÍA QUE LOS TRABAJADORES SALEN A LA CALLE A PELEAR POR MIS DERECHOS... Respecto a las acciones más contundentes, también estoy dispuesta a secundarlas, pero que me digan cuáles son y cual sería su repercusión en cifras absolutas: por ejemplo, una huelga indefinida, quien la hace si en la mayoría de las casas vivimos con un sueldo? Y que conste, yo lla hago, pero los esquiroles que se venden por 80 euros, no van a perder dos o tres mil, seamos realistas. Esa respuesta, la de yo iré con acciones más contundentes, también está dentro del "decálogo del esquirol"... junto con "no sirve para nada" y junto con "no voy con los sindicatos"...
    Lupe

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  6. Buenas a todas...
    En primer lugar agradecer las palabras de la primera persona anónima...
    Después...qué decirte Madre? Aciertas cuando dices que lo hemos hablado mil veces, pero no por ello deja de ser la misma mierda de siempre. Es acertadísima la observación que haces cuando estableces la diferencia de la inforamción entre los distintos pueblos sometidos a lo largo de la historia y nosotros...Ahí reside mi esperanza. Lo que ocurre es que los grandes cambios sociales que desemboquen en cambios en la humanidad se rigen por otra escala de tiempo que no es la propia de la vida humana, para nuestra desgracia, no siendo conscientes, o no viendo en gran parte cómo están aconteciendo los cambios pero a veces...a pesar de todo, me gusta pensar que esto es así y forma parte de nuestra evolución. Lo jodido es que sea tan lento por culpa de los injustos, de los insolidarios, etc. y por más que estos sean borregos y/o víctimas no dejan de ser en cierta manera el enemigo, en tanto en cuanto chocan de forma directa con nuestros intereses. Intereses los nuestros que, paradójicamente, pretenden ser los intereses de la inmensa mayoría...Así estamos, y siendo así las palabras de Lupe cobran todo el sentido cuando dice "Les temo más que a siete troikas" y es que, como reza aquella pancarta: "No temo al poder de los que mandan sino al silencio de mi pueblo"... Pero,¿ qué vamos a hacer? ¿Qué nos queda? No nos queda otra que seguir luchando como hemos hecho hasta ahora...sumando, gota a gota, aunque la percepción se difumine o confunda a veces...Deberíamos sentirnos orgullosos de nuestro modo de actuar pues es valiente y no es el camino más fácil, y el encontrarse una y otra vez conlas mismas trabas acaba siendo, cuanto menos, desolador...Pero, lo que creo es que debemos de seguir estando ahí, los que a ahí pertenecemos...y eso iría por las palabras de Elena..Qué decirte? Entiendo tus quejas, tu hartazgo y hasta en cierto modo tu decisión de no secundar esta huelga pero...a tenor de todo lo dicho, creo que te equivocarías y la que más se acabaría arrepintiendo de no acudir serías tú misma. Como le dije ayer mismo a un compañero, supongo que debe ser peor sentir que debías haber acudido a la huelga y no hacerlo, que la cara de gilipollas que se nos queda cuando descubrimos que apenas el 20% de nuestros “compañeros” la han secundado...
    Y con todo lo dicho...muchos besos para todas...
    El próximo miércoles yo iré a la huelga para que no se cumpla lo que reza esa otra pancarta: “Algún día puede que tenga que contarle a mis hijos que perdimos los derechos por no luchar suficiente, pero nunca lo podré mirar a la cara si no luché por defenderlos”

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