Todo lo que hay escrito por ahí acerca
de este tema parece ponerse de acuerdo a la hora de señalar que una
serie de despropósitos fueron los que llevaron a esta situación.
Recuerdo cómo en el verano de 2006,
habiendo vuelto recientemente de Inglaterra, aprovechaba la coyuntura
para conversar con un par de adorables ancianos en algún cálido bar
de un pueblito de los Alcornocales. Entre cervezas, copas de vino y
tierna y sabrosa carne de venado, mi inglés iba fluyendo para asombro
y orgullo de mi madre que allí también estaba. Entre
tanta buena charla nos contaron que vivían por alguna finca perdida
en mitad de la sierra y que llevaban en España tantos años como
años hacía que se pusiera en marcha aquella ocurrente y no
inteligente idea de montar un Safari Africano "made in Spain" por los
alrededores de Gibraltar. De esto hace hoy unos cuarenta años; y al
parecer fue todo un desastre desde el primer momento.
El “Autosafari Andaluz”, como así
se llamaba, con cuyos dueños resultó varias décadas después que
conversé en el mencionado bar, fue inaugurado allá por el año 1972
en terrenos de la finca Alcaidesa, con una extensión superior a las
2000 hectáreas(100 ha tenía el parque) y siendo propiedad de los
marqueses de Urquijo(aquellos que serían célebres años después
por protagonizar una de las historias más misteriosas y dramáticas
de la historia reciente de este país). La idea era sencilla: crear
un safari con las especies más emblemáticas de la vecina África,
para hacer así las delicias de los asistentes sin peligro de
malaria, y de paso, sacar el máximo beneficio al negocio revendiendo
a zoológicos u otros safaris los ejemplares más rentables...Les
debió parecer brillante sobre el papel, y antes de que fuese papel
mojado, vio mi comarca en la década de los 70 toda suerte de grandes
herbívoros tan majestuosos y bellos en los
documentales(rinocerontes, elefantes, jirafas, avestruces,
gacelas...),tan desgraciadamente patéticos sometidos bajo el yugo
humano. Por uno u otro motivo, o por unos y otros motivos, el
maravilloso e inigualable Autosafari, que costaba 100 pesetas para
adultos(50 para menores) no debió ser tan rentable como sus
creadores auguraban y diez añitos después tal como abrió, cerró.
Y aquí, básicamente es donde empieza la triste historia de los
babuinos del Pinar del Rey.
La mayoría de los animales fueron
llevados, tal y como ya tenían en mente, a zoológicos y otros
enclaves turísticos, pero no fue el caso de los babuinos. La colonia
de babuinos(papio anubis) que por aquellos años contaba con
unos sesenta ejemplares, logró escapar de las intenciones
mercantilistas de los Homo sapiens y encontró a varios millares de
kilómetros de distancia de sus hábitats naturales la libertad.
Resultó que las zonas rocosas se asemejaban lo suficiente como para
adaptarse a ellas. Resultó que estos primates, tan inteligentes en
esto de demostrar ser astutos, dieron cuenta de los piñones de los pinos piñoneros de la zona, de los brotes de palmito, madroños, setas,etc. consiguiendo alimentarse convirtiéndose así en el único grupo de primates viviendo en
libertad de toda Europa. Claro que ahora alguien podría preguntarme que
qué pasa con los macacos de Gibraltar. La respuesta es sencilla, hoy
día los macacos de Gibraltar(Macaca Sylvana), a pesar de que
los estudios más recientes hablan de que no fueron introducidos sino
que evolucionaron allí(o al menos hay testimonios de ellos antes de
que el peñón fuera tomado), son alimentados artificialmente,
haciendo que el concepto de animal en libertad sea cuanto menos
cuestionable. En cualquier caso, volviendo a nuestros protagonistas,
el precio de la libertad se puso alto y los lugareños decidieron,
más veces por su cuenta que por cuenta de las autoridades, saldar deudas con los babuinos, haciendo que cuando estos trataron de
expandirse topasen con el destino fatal que dan las numerosas
escopetas que por estas sierras de cazadores se encuentran. No debió
ser una buena época los años ochenta para la colonia, y los
intentos de expansión diezmaron rápidamente la población. Cuentan
que las mayores masacres se dieron por las cercanías de Ubrique. Al
fin y al cabo, los babuinos pueden llegar a ser una especie bastante
fuerte y agresiva y la falta de miras de muchos lugareños hace que
no se anden con rodeos y resuelvan los problemas por la vía más
rápida, sin entrar a valorar lo moralmente correcto, la protección
medioambiental, o el futuro de la especie.
Ante este panorama la colonia se afincó
en la zona del Pinar del Rey en las inmediaciones de San Roque, de
modo que su población diezmada a 12 ejemplares(según Verdemar) en
1993, consiguió ascender hasta 24 en 1998. Fue por esa época que
las autoridades competentes decidieron dar carpetazo al asunto y
fueron a por ellos precisamente cuando se había convertido en un reclamo
turístico el hecho de alimentarlos.Para comienzos del
2000 la población se quedó solo con 4 hembras, que han ido
muriendo poco a poco hasta quedar solo una en 2009, que es el último
año del que he conseguido obtener información. No hay que ser muy
pesimista para pensar que tres años después, la soledad, la
depresión y la ineficacia que da no tener congéneres con los que
cooperar hayan llevado a esta última superviviente de esta extraña
historia, que nunca tuvo que ocurrir, a una muerte segura.
Por otro lado, ocurrió que a mediados de los 90 la
Universidad Autónoma de Madrid, y más concretamente el profesor
Carlos Gil , se interesó por el comportamiento de estos primates,
llegándose a un convenio entre la UAM y el Ayuntamiento de San Roque,
de modo que se realizaran prácticas y trabajo de campo para obtener
datos sobre el comportamiento de los babuinos de modo que pudieran
responder a la adaptación que habían experimentado. Pero se ve que
dicho convenio no fue suficiente como para salvaguardar la libertad
de los mismos.
Si queremos concluir algo en esta
entrada a buen seguro corremos el riesgo de equivocarnos, o en el
mejor de los casos de crear debate. Pero bajo mi punto de vista,
partiendo de la base de que esta historia nunca tuvo que ocurrir, me
cuestiono si acabar con la población de los babuinos del pinar
veinte años después de su asentamiento, era la mejor de las
opciones. Cierto es que entrañan peligro, sobre todo si eres un
simpático dominguero que solo quieres sacarte una foto con él
mientras le das un cacahuete. Pero, también entraña peligro el lobo
o el oso y hacemos todo lo posible por mantenerlos porque son
autóctonos. Entonces, ¿la cuestión es esa? ¿Es una cuestión de
nacionalidad y pertenencia? Entonces,
¿por qué dejamos especies como
por ejemplo el Pinus pinea en el mismo entorno de donde hemos
sacado al babuino si este pino tampoco es autóctono de esta zona?.
¿Tal vez porque no muerde? No sé, supongo que si ya estaba afincado
y controlado, podría haberse optado por su libertad supervisada.
Libertad condicional para los babuinos. Suena a chiste, pero al menos
hubiese sido una alternativa menos triste e indigna que la que le
tocó malvivir a esa última mona.