Arde la Taiga en el mundo, más de
4´5 millones de hectáreas(ha) avanzan
sin control desde la Rusia Siberiana (Krasnoyarsk) hacia el noreste dirección
Alaska. Alaska y su taiga también llevan lo suyo y ya este verano los incendios
ahí superaron la extensión de los de California el año pasado. Pero, si esto no
fuese suficiente, el Amazonas comienza a arder de forma descontrolada también. Las imágenes por satélite detectan unos 73000
incendios activos en lo que va de año, lo que supone un 80% más respecto al
año pasado. A Bolsonaro, le acusan de no estar haciendo nada al respecto.
Y ahora pongamos todos estos
datos en cierto contexto. La Taiga es un bioma característico de las regiones
circumpolares, limitada por la tundra al norte y la estepa al sur. Se extiende
a lo largo de todo el planeta, Rusia, Alaska y Canadá, dominan en ella los
bosques de coníferas, majestuosos viejos árboles rudos capaces de soportar las
duras condiciones de los inviernos allí. Los bosques de gimnospermas que rodean
el planeta en las altas latitudes del hemisferio norte(no se encuentran en el
sur por no existir tierra suficiente para ello) suponen la mayor masa boscosa
de nuestro planeta, por encima incluso del Amazonas, el otro gran pulmón.
Pulmones. ¿Por qué? Esto es fácil y todos lo sabéis, pero lo explico igual.
Árboles, reino vegetal, nutrición autótrofa, capturan CO2, parece que el exceso
de CO2 es precisamente el problema que tenemos en este planeta cuando nos
hablan de Cambio Climático, aunque bueno, siempre habrá negacionistas que lo
sigan poniendo en duda para la crispación de nuestros nervios. Así pues, si las
mayores masas de bosques del planeta disminuyen ostensiblemente la capacidad
de captar dióxido de carbono, de forma paralela disminuirá también ésta. Pero no
solo eso, en los incendios masivos, descontrolados y prolongados en el tiempo,
se produce a su vez la emisión de CO2 a la atmósfera que es exactamente lo que
ocurre cuando se produce la combustión de la materia orgánica. Entramos pues en
un círculo vicioso que se retroalimenta. Pero los datos que nos van llegando
comienzan a ser verdaderamente extremos y preocupantes. A modo de ejemplo
esclarecedor, el escándalo que están suponiendo los incendios en Canarias alcanzan
alrededor de unas 6000 ha. Mientras que la zona quemada en la taiga rusa han
supuesto hasta la fecha un total de 4,5 millones de ha. Es decir, 750 veces
superior. Considerando que la densidad de la biomasa en la taiga es muchísimo
mayor es lógico pensar lo que puede suponer en términos de emisiones de CO2 a
la atmósfera estos incendios que ya calculan que podrían seguir activos hasta
febrero. Sí, he dicho bien, hasta febrero.
Mientras tanto, en la otra parte
del mundo, el otro gran pulmón del planeta arde con la misma fuerza
incontrolable. Un 80% más respecto al anterior. Mucho más que en cualquiera de
los años registrados anteriormente, dejando a una lado algo tan absolutamente
desolador como imaginar la cantidad de especies que el fuego arrasa a su paso
en un lugar como la selva más grande del mundo, el caso omiso que parece que el
presidente de Brasil hace ante esta catástrofe, los negacionistas parecen frotarse
las manos mientras todo se destruye, mientras todo se acelera.
Cumplía cien años hace unos días
el padre de la teoría de Gaia al que le dedicaba una entrada para la ocasión.
Lovelock, en su teoría de Gaia plantea cómo la Tierra se comporta como un
superorganismo vivo que, como tal, tiene
mecanismos de defensa, igual que los tienes tú para afrontar los ataques de
determinados microorganismos combatiéndolos mediante mecanismos como la fiebre.
Del mismo modo presenta nuestro planeta el efecto albedo producido por las
grandes zonas blancas(polos) reflejando en la mayor medida posible la radiación
recibida y, por tanto, enfriando; o mediante los océanos grandes sumideros de
CO2, al igual que los grandes masas vegetales, representadas en primer lugar
por la taiga y las selvas. Hoy, como ya vaticinó el centenario científico, los
grandes mecanismos reguladores parecen estar en grave peligro, por lo cual
todos los efectos, en gran parte camuflados, por el incremento del efecto invernadero
se acelerarán. El famoso punto de no retorno. Lovelock y otros muchos
científicos incluso pusieron fecha. Se habló del 2050, después del 40,
últimamente del 35. Parece que pudiera ser que aún esté más cerca y, entre
tanto, tú, con suerte, abrumado por la apocalipsis que pinto te agobies,
normal. Después, dejarás de leer y a seguir sin hacer nada, igual que yo, ni
más ni menos.
Puede que, ante este panorama, lo único verdaderamente sensato sea asumir y en parte, por qué no, desear la extinción de esta especie cancerosa que tan torpemente se consideró ser racional.
Puede que, ante este panorama, lo único verdaderamente sensato sea asumir y en parte, por qué no, desear la extinción de esta especie cancerosa que tan torpemente se consideró ser racional.
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