jueves, 5 de abril de 2018

Las series de Telemadrid


La señora Cifuentes, gracias a la información que nos ofrece eldiario.es,nos regala la serie del momento: "El Caso del Master de Cifuentes". Una serie que tiene casi todos los ingredientes, como buena serie que se precie en estos tiempos postmodernos. Con visos claros de tragicomedia, presenta al mismo tiempo fuertes dosis de surrealismo que producen las mismas ganas de reír que de llorar... según el estado de ánimo del momento del receptor. Pero también tiene mucho de thriller policíaco de los buenos. Típica serie de abogados en las que las pruebas van acorralando a una presa cuya huida parece imposible para que, en un giro final de los acontecimientos y del modo más inverosímil posible, lo consiga. Por lo que este serial recuerda mucho a las series más fantásticas, de acción y ciencia-ficción. Y es que, el caso Cifuentes, como la baby Feber, lo tiene todo,todo,todo... y mira que ella siempre quiso ser más como una Barby.
En fin, que si analizamos la parte cómica de este caso, tenemos para reírnos un largo rato, sin embargo, a veces, mal que nos pese, tenemos que ponernos serios y darnos cuenta de la gravedad de la situación, situación que, como en tantas ocasiones, parece traérsela al fresco a buena parte de la opinión pública de nuestro país que, a lo sumo, acierta a musitar un: "bueno, y si fuera verdad, tampoco es para tanto"...y pasamos a la chilena de Cristiano o, mucho mejor, las historias de Puigdemont (esa serie dio pá mucho pero los últimos episodios resultan un tanto aburridos). Así que, eso es lo que parece, que no es para tanto. No es para tanto demostrar que, para una vez que la derecha oligárquica de nuestro país se acuerda de la educación pública sea para beneficiarse de ella, usando sus influencias, para desprestigiarla un poco más. Que la universidad pública tiene lo suyo, no voy a decir yo que no; y es que, los que la hemos conocido un poquillo, aunque sea de oídas, hemos presenciado varios capítulos que destilaban un tufo a corrupción de la buena, solo que a pequeña escala que era en la que se movía aquel profesor con sus chanchullos y chantajes a becarios. Pero claro, si damos el salto y nos codeamos con las altas esferas todo es política...y en la base, los estudiantes que pagan matrículas (cada día más caras y con menos recursos para afrontarlas) que se labran un futuro en una sociedad del bienestar que se da golpes de pecho diciendo que todos tenemos el mismo número de oportunidades.
Eso es la uni, una potra malcriada cabalgada por una derecha, vestidos de clase obrera, mientras fraguan sus raíces en el elitismo clasista de las privadas. Caballos de Troya que nos han hecho mil agujeros, y sangramos mientras se ríen de nosotros y creemos que la cosa da para hacer memes y recuperar conversaciones políticas en la sobremesa que recuperen, a lo sumo, la indignación que la rutina se encarga de aplastar contra el olvido. Y en esas vamos y venimos, siendo dóciles corderos que a veces nos engañamos, creyendo creer que tenemos algo que decir, aunque se rían de nosotros, una vez más, en nuestra puta cara.

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