En Alemania las madres disponen de 98 días de ayuda al 100%
(42 días antes del parto) más un un año al 67%, mientras que los padres reciben
también un 67% durante un año. En Reino Unido la madre tiene 273 días. En
Italia 154 días y los padres 91. En
Bulgaria(sí, Bulgaria) 2 años, el primero al 100%, el segundo salario mínimo. Y
bueno, a los países escandinavos mejor los dejamos si no queremos empezar a
llorar. Es cierto que hay otros países que no se diferencian mucho del nuestro
pero, en cualquier caso, hay muchos otros que sí. Por esto y porque es de sentido
común que un bebé recién nacido pase el máximo tiempo posible con su madre, las
voces que en este país demandan mayores derechos a este respecto van siendo un
clamor. Por esto y porque además de contar tan solo con 112 días de baja
maternal la madre y 14 días el padre, la realidad es que a menudo las
trabajadoras no pueden contar siquiera con este derecho por presiones y
amenazas (suavizadas, pero amenazas) de muchos jefecillos de turno. Esa es la
realidad de este país en el que unos raquíticos derechos sociales se ven
diariamente pisoteados.
Por todo este contexto, el hecho de que una figura política
de la relevancia de Susana Díaz, presidenta de Junta de Andalucía, se coja
apenas 40 días de baja maternal, es algo que no ayuda ni un ápice a todas esas
mujeres(y hombres) que han luchado, y luchan, por mejorar los derechos en este ámbito. Y no es
que no ayude, sino que destroza lo poco que se haya podido conseguir. Lo
destroza porque si ellos que son el ejemplo son capaces, tú, miserable
trabajadora precaria, no irás a decirme que no puedes, ¿no? Esa es la realidad.
Y, muy posiblemente(se pone uno retorcido y piensa mal) es, en parte, el objetivo que se persigue. O
tal vez no. Tal vez simplemente sea una adicción insuperable al trabajo(poder) capaz
de combatir la otra adicción real, física, de permanecer junto a tu hijo recién
nacido, ya que hay quien la precede en esto de bajas maternales exprés como la Soraya o la Chacón. Es evidente, puedo entenderlo, que se trata de un tema delicado ya que,
de un modo u otro, es una decisión personal por lo que es un terreno en el que
poco hay que decir pero, los políticos son representantes públicos y deben dar
ejemplo. Si a un político le paran y da positivo en un test de alcoholemia,
chungo. Si un político insulta, chungo. Si un político roba, bueno, estamos
acostumbrados. Pero lo cierto es que dan ejemplo. Es la modernidad que ellos
defienden. El feminismo que pretenden defender es que la mujer imite al hombre
de la misma forma, aunque para ello tenga que renunciar a una parte tan
esencial de su propia existencia como es la maternidad. Cesárea programada,
reserva de una planta de hospital público que engalanan para la ocasión y pocos
días con el bebé no se me vaya a acostumbrar. Podrá pensar Susana que su
responsabilidad para con los andaluces es enorme y que por tanto no le queda
otra. Pero en tal caso, yo me pregunto si acaso no están los equipos de
gobierno para tales funciones. ¿Debe ser la figura de una persona tan
imprescindible a la hora de regir una comunidad autónoma? A mí personalmente me
tranquilizaría mucho más saber que dicha responsabilidad recae sobre un equipo
de personas preparadas y no sobre una sola persona que además, dicho sea de
paso, está delegando en otras funciones que debieran ser, al menos para ella,
mucho más importantes. Delegando cuando no está obligada a hacerlo y es esta la
clave del debate.
¿Tiene derecho a hacerlo? A día de hoy sí(no olvidemos que
durante la cuarentena la baja maternal es “obligada”, porque no iba a incrementarse este tiempo en un
futuro)
¿Está obligada a hacerlo? Evidentemente no, por más que aluda
a sus responsabilidades insalvables para ella también está el permiso de baja
por maternidad.
¿Ayuda a la sociedad (objetivo principal que se le pide a un
político) actuando de este modo?
A ésta os dejo que respondais vosotrxs