La madrugada es testiga del insomnio. El insomnio, fruto del café, se apega con fuerza a tus pensamientos y la espiral de idas y venidas d imágenes y palabras recurrentes ya está formada...y como espiral buena y caótica que es, te aleja más aún de tu tan anhelado descanso. Cuando se desata el chip, cuando se ha pulsado el on q activa la espiral insómnica es mejor no luchar contra ella, pues toda lucha está abocada al fracaso. Así pues lo mejor, olvidarse del sueño acumulado al día siguiente y mantener tu mente ocupada de manera activa en otro lugar. Un buen momento para descubrir nueva música. Ir reponiendo el store del spoty. Tan coleccionista nos gusta ser, que sabe a rancio y enfermizo...pero en fin, nadie es perfecto.
Pocas ideas, al menos pocas confesables, atraviesan mi mente atrapada en la espiral...todo cuanto hay, o todo cuanto hubiere está ya en ninguna parte. Los años se abandonan al proceso del olvido...los recuerdos fueron ya maltratados, devorados, mutilados e incinerados, y ni su sombra hoy queda. El pasado es una palabra que retumba con el eco. Es incontrolable el recordar, a la par que estúpido en cierta manera hacerlo de un modo consciente y provocado. Sin embargo, de alguna extraña forma, lo que ya no estaba resucita, sin saber muy bien porqué. Ciertos días, no sé si dependiente de los astros, o del ciclo hormonal(quizás de ambos), atropellan tu mente en cadena, cual caballos desbocados, recuerdos de distintas épocas y lugares, sin saber muy bien por qué...como en un sueño despierto.Tú no eliges, sólo contemplas. Es un ataque de nostalgia.
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