martes, 1 de junio de 2010

Una vez más...israel

Estaba pensando que Israel sigue haciendo lo que le sale d los huevos... ¿a quién le importa? Como mucho, si la cosa trasciende, si los derechos humanos son pisados de modo semejante a como en épocas pasadas otros genocidas hicieran con ellos, si acaso, decía, nos indignamos colectivamente y alzamos la voz al tiempo que los medios progres de turno nos zarandean para denunciar tamaña injusticia...y lo cierto es, que esto ocurre con bastante frecuencia, pues los amigos israelitas le han tomado el gusto a esto de ser un violador de los derechos humanos.No sé, imagino que debe dar su gustillo, nunca me lo había planteado. La culpa es de los valores de mierda que me impuso mi madre de crío que ahora, a mi edad adulta, no considero que esté bien eso de matar, hacinar, aterrar, robar la dignidad a los pueblos y ese tipo de cosas, ¿qué le vamos a hacer?ya sabéis, la familia no se elige.

En fin que como decía se apoltrona gobierno, cúpula militar y, no lo olvidemos, la mayoría de la sociedad israelí, en esa rutina de oprimir a un pueblo hasta que la falta de dignidad alcanzada les lleve a una sumisión absoluta...eso les debe poner. Dicen los psicólogos que es el extraño síndrome del maltratador que fue maltratado. Da igual, ni un segundo más perdido en los vaivenes de la historia. Lo cierto es que poco deberíamos reprochar a Israel si alguna vez confiamos en los acuerdos internacionales de un mundo justo que velara por las injusticias, atrocidades y violaciones de los ya mencionados derechos de la humanidad  acometidos en el mundo, pues tal cosa, se evidencia una y otra vez que no existe. Se evidencia una y otra vez que la comunidad internacional es un cobarde gordo chupóptero, lameculos del poderoso. Es la historia de siempre, la que vivimos cada día cada uno de nosotros, en las oficinas, en los departamentos de la facultad, en el mundo de la fama. Solo cambia la escala, pero es la misma historia, dar cera al poderoso no se nos vaya a irritar. No nos mire mal, no perdamos su simpatía...

Y piensa uno...¿cuán poderoso son?¿cuán poderoso que no hay quién les tosa, hagan lo que hagan?¿cuántos beneficiaros económicos de sus bolsillos  por su silencio?

Y tantos como llegan arriba, a ese sillón diseñado por el mismo estilista de dios que amuebla ese solemne edificio de las naciones unidas. Nadie. ¿¿Ni uno solo de ellos es capaz de alzar la voz??¿ Tanto se puede comprar?

Una vez más nos equivocamos si creemos que las soluciones y los cambios deben de venir desde arriba porque esperar eso es lo mismo que decir que esperamos que los que nos están dando por el culo dejen de hacerlo por propia voluntad, y eso es, en cualquier caso, desalentador.

Una vez más nos indignamos ,como decía al principio, los menos comentaremos irritados, discutiremos con alguno que hasta busque una justificación...los más ni se darán por enterados de la noticia...pero todos, todos acabaremos olvidando, no olvidando del todo, pero sí apagando la llama que con estas noticias del "vale todo" se despierta. Después los medios acallarán, reinará el silencio, seguiremos enfrascados en crisis, fútbol, facebooks, chupitos los sabados, música los viernes, series de Tv entre semana y viajes en vacaciones, como creyendo que por algún motivo eso que tanto nos indignaba hace dos meses, seis o un año, ha dejado de ocurrir. Como si por arte de magia las fronteras se hubiesen abierto en Gaza, como si se hubiesen reconstruido  casas, hospitales, colegios...Como si la tierra no estuviese expoliada y robada. Como si las vejaciones no se sucediesen en cada intervención israelita. Como si el pueblo hubiese resucitado a sus muertos Como si el odio hubiese desaparecido. Como si se pudiese hablar de esperanza. Como si lo hubiéramos logrado entre todos... Por si acaso, cuando vuelva la próxima temperada de la moda otoño-invierno en el corte inglés, no olvidaremos comprar nuestro palestino que va tan bien con las converse nuevas...

2 comentarios:

  1. El lunes a las 8 hubo una concentración de repulsa en la plaza nueva... tú fuiste?

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  2. Y la verdad es que no paran... Ya han pasado 5 meses y siguen dejando a los palestinos en un país que es un queso de gruyere. No hace falta ir a ninguna manifestación para sentir rechazo, repulsa e indignación. La voz en la calle es muy importante.... pero lamentablemente, el pueblo hoy por hoy no tiene el poder de cambiar las cosas.... el dinero sí....

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