sábado, 12 de marzo de 2016

1,2,3,4...5 escarabajos


Cuando en 1962 George Martin escuchó aquel sonido por primera vez, al productor no le dio por derrochar halagos, sino que vino a decir que era algo “poco prometedor”. Pero tuvieron la suerte los de Liverpool, y el resto de la humanidad amante de la música desde aquel áquel hasta hoy y mañana, que la insistencia del manager de los Beatles, Brian Epstein, acabara contagiando de entusiasmo al ingeniero de sonido de Parlophone. Así pues, de aquel modo, o algo parecido, vino a comenzar tan intensa andadura.
Todos conocen los nombres de los Beatles y a muchos les suena eso de lo del quinto Beatle, aunque no sepan muy bien a qué y por qué se refiere, pero lo cierto es que la influencia de aquel señor inglés es, sin dudarlo un instante, parte fundamental en el legado infinito de los de Liverpool.
Entre sus grandes ocurrencias Martin tuvo que pelearse con Paul para convencerlo, aquella vez que venía mostrando una canción que decía haber soñado, de que lo más conveniente era meterle un arreglo para cuarteto de cuerdas. Mccartney insistía en que era un grupo de rock y que de eso nada… Martin se salió con la suya y el resto del mundo podemos disfrutar con aquella versión de estudio de Yesterday. A partir de ese momento los arreglos orquestales en las canciones de los Beatles pasaron a ser algo bastante frecuente, como así se pudo comprobar en la infinita Eleanor Rigby de la cual decía haberse inspirado en la música de Psicosis. Antes, en Rubber Soul, decidió meter un piano barroco acelerado dotando a ese temazo de Lennon de ese toque tan distintitivo. Y es que era lo que hacía Martin: conseguía captar la esencia, el talento de los genios de Liverpool y hacía filigranas en la producción. Revolucionario, como así resultó el primer disco que sacaran en el 67´, el archiconocido Sg Pepper. De todas las anécdotas e historias que giran entorno a este disco siempre me ha fascinado por encima de todas la que está detrás de la grabación y producción de A day in the Life.  Por temas legales Lennon y Mccartney acordaron firmar sus canciones como Lennon-Mccartney, aunque lo cierto es que esto no es así. Sin embargo, sí existen algunas canciones cuya autoría es compartida. A day in the life es una de ellas y el talento de George Martin el responsable de esa fusión tan psicodélica, tan propia de la época, con la que una vez más se abría camino.
Poco después seguía metiendo arreglos orquestales a canciones infinitas como Penny Lane, I am the Walrus o Strawberry Fields. Pasaba el tiempo y la influencia del londinense seguía siendo tremenda, si bien es cierto que su agenda se apretaba al tiempo que crecía la madurez musical de los Beatles haciendo que estos fuesen más protagonistas de las producciones de sus canciones. Sin embargo, siguió formando partes y dejando su sello en canciones como Because de Lennon, que además de ser otra obra maestra en la composición y las voces, también lo fue en el estudio.

Este martes después de una muy larga y reconocida vida, aquel productor, ingeniero de sonido, músico y arreglista moría en la ciudad que le vio nacer a los 90 años y los Beatles se vuelven a reducir del mismo modo que crece su leyenda. Desde este rincón solo desearle que descanse en paz y darle las gracias

https://www.youtube.com/watch?v=Ho2e0zvGEWE

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