viernes, 14 de febrero de 2014

¿De qué va todo esto?


¿De qué va todo esto? Podría preguntarse un chico que está un tanto hastiado de que le taladren desde Facebook sus amigos con invitaciones de los distintos Círculos, o tal vez de ver a la gente compartir vídeos de Pablo Iglesias. ¿Quién sabe? El caso, es que este chico también pudiera ser que aun habiendo visto algún vídeo del líder de la coleta y queriéndose  asomar a una reunión, del mismo modo albergue esa misma pregunta: ¿de qué va esto? Lo cierto, no sabe el chico, o tal vez la chica, es que nadie tiene una respuesta, aunque a buen seguro, muchos podrán aventurarse a darla. Como yo soy tirando a aventurerillo daré la mía, que no es más que una opinión que responde a mi juicio de todo esto.

Podemos es una nueva forma de que los que estamos absolutamente desencantados con casi todo cuanto acontece en las cúpulas de poder(llámase político, económico o mediático), encontremos de nuevo una vía de ilusión, una mísera esperanza, que aunque se empeñe la razón y la experiencia en ponerle el apelativo de mísera, no deja de ser esperanza. Esperanza color verde como la que a unos más jóvenes nosotros invadió hace ya casi tres años  ver una concurrida Plaza Sol y sus coletazos expansivos.

Fuimos demasiado inexpertos en esto de organizarnos y uno de los sentimientos que más imperó, aunque no siempre se reconozca, fue el de reconocer lo difícil que es. Con lo bonito que resulta el sentimiento eufórico que proporcionan los baños de masa. Y en eso, el 15M, hasta la fecha, gana por goleada a esta nueva iniciativa. Pero, ¿ lo que verdaderamente importa son los baños de masa? Sin despreciarlos, y sabiendo la importancia vital de los mismos para según qué momento, no se puede obviar que la casa no se hace por el tejado. Y realmente, tampoco aquello fue empezar por el tejado, visto en perspectiva, fue el primer cimiento, siguieron los ladrillos de la PAH(que aunque existía de antes se hizo fuerte a posteriori), las Mareas, los Barrenderos, los Gamonales y otros muchos intentos frustrados como el Frente Cívico, pero la sociedad(o al menos una pequeña parte muy guerrillera) supo y entendió que las cosas no se mueven criticando, pero claro, las energías tienen sus vaivenes y uno no siempre está dispuesto a gastarlas si no ve una posibilidad, más o menos real, de que valga la pena hacerlo. Y en éstas, y con dos años de jarabe de PP y alguno más de recetas del FMI aparece un tipo con coleta a modo de mesías, para que le lluevan collejas desde casi todos lados y dice: Gente, que vamos a Europa(en voz alta), y muy pronto después(en voz más baja) organizaros!!. Pasa el tiempo, y lo mediático ya ha golpeado, lo mediático es lo que se dijo en voz alta y hace que todo el mundo mire allí, y cuando la gente mira, se cambian los volúmenes de los mensajes. En voz alta: “organizaos”, en voz baja, “elecciones”.

 Ahora cada cual se quedará con su copla porque cada uno es de su padre y de su madre, y aunque ojalá no fuese así, hay muchos recién incorporados que desconocen mucho de las reglas  del juego y esto es un hecho complicado a la hora de establecer ciertos puntos básicos, pero no nos queda otra. Porque, queramos o no, los necesitamos. Y lo más fácil es volver a la formación, la educación política o como se  quiera llamar. Si la gente está dispuesta a cambiar las reglas del juego tiene que estar igualmente dispuesta a mojarse. Mojarse de verdad. Pero mojarse de verdad tampoco debe de confundirse con: haz de tu vida algo que solo gire entorno a la política, porque entonces estamos ante el problema de sentirse abrumados y desistir (cosa que fue frecuente en el 15M). Mojarse debe ser, de un  lado, estar dispuesto a hacer de la vida algo más político en tanto en cuanto obligación por estar informados para que no nos pase lo que ahora y, consecuentemente, actuar. ¿Hay camino por hacer? Todo el camino, menos el que ya llevamos, que es, no lo olvidemos y sintámonos optimistas por ello, mucho más que el que existía el 14 de Mayo de 2011.


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