Qué hermosa esta clase
filogenética a la que pertenecemos y cuyo nombre evoca el acto más
hermoso que podemos imaginar: amamantar. El vínculo entre la cría y
su madre. Recibir directamente de ella todos los nutrientes que
necesita, al tiempo que en el mismo acto se va forjando una unión
especial entre cría y madre. Orgulloso de ser mamífero. Pero claro,
no estamos acostumbrados a ver al esbelto adolescente, luciendo una
incipiente melena de futuro macho dominante, mamando de las tetas de
su cazadora leona madre. Tampoco hemos visto jamás a una osa tras la
finalización de su ciclo reproductivo mamando de las tetas de su
hija, porque claro, dada la edad de la úrsida difícilmente podría
mamar de su madre, probablemente cadáver decrépito desde primaveras
atrás. No obstante, sí que hay una especie de mamíferos a la que
sí conseguimos ver alimentándose eternamente del producto estrella
de nuestra clase, la leche. Somos nosotros, los seres humanos. Con
esto de descubrir la ganadería nos dio por experimentar, y al
descubrir el capitalismo, la publicidad y los lobbys, la locura
estaba servida. Este planeta de 7 mil millones de Homo Sapiens por lo
que se ve estaba ávido de leche y ahora presenta una insaciable y
enfermiza necesidad de leche.
¿Por qué?
Contestar a esta pregunta
nos lleva a navegar por terrenos pantanosos. Hace algún tiempo que
me sorprendí a mí mismo al leer sobre las falsas verdades de la
leche. Al principio, como todo buen dogmatizado no daba crédito. Sin
embargo, esta profesión y esta maldita necesidad de buscar
información me hizo seguir indagando. Y no es fácil. El lobby es
muy fuerte y las fuertes convicciones más. Por otro lado, para
colmo, también existe un fuerte lobby tirando desde el otro lado (la
industria de la leche de la soja). Siendo así las cosas sacar algo
en claro sobre este tema resulta asunto complicado que parece
prestarse finalmente a las creencias de cada uno. Como no me gusta
mucho esto de las creencias expondré los argumentos más claros y
convincentes que he podido sacar de todo esto:
- De todas las virtudes que se destacan de la leche la número 1 es el aporte de calcio, esencial éste para nuestros huesos. Existe la extendida falsa creencia de que solo los productos lácteos nos pueden proporcionar el calcio necesario para el organismo. Sin embargo, existen una multitud de alimentos de distinto origen que también aportan calcio, siendo en muchos casos éste más asimilable por el organismo. Algunos de estos alimentos son: Brócoli, nueces, almendras, espinacas, garbanzos o el huevo. Para que el calcio sea bien absorbido depende de la relación que tiene con el fósforo y en el caso de la leche de vacuno esta relación es demasiado alta para una correcta absorción.
- Existe una enzima que degrada la lactosa (esto es el disacárido presente en la leche). Dicha enzima se llama lactasa y por norma general deja de sintetizarse cuando el organismo deja la lactancia(si bien es cierto que continuar con el consumo de leche hace que en muchos casos esta enzima se siga sintetizando). En cualquier caso se relaciona con la multitud de problemas, cada día más en auge, relacionados con la intolerancia a la lactosa como aquéllos asociados con el aparato digestivo, muy especialmente en el intestino delgado, al ser éste el encargado de la absorción de los nutrientes. Algunos de estos problemas son: pesadez, acidez, flatulencia o dolores.
- La tercera pata de la mesa es aquella que se relaciona con la caseína, la proteína presente en la leche. La leche de vacuno contiene 20 veces más esta proteína que la leche de nuestra especie. Dada sus propiedades, la caseína parece estar relacionada con un incremento de la mucosidad, por lo que se relaciona cada día más con el incremento existente de alergias y otros tipos de rinitis.
- Por otro lado, los métodos de producción de este planeta globalizado, capitalista y superpoblado han hecho que la calidad de la leche disminuya hasta tal punto que debido a los procesos de pasteurización a los que se ve sometida pierda gran parte de los nutrientes por los que es conocida como el alimento sano por excelencia. Cierto es también que este problema afecta a casi todos los alimentos que consumimos, pero el hacinamiento e inyecciones continuas de hormonas y antibióticos a los que el ganado vacuno se ve sometido parecen poner en duda que de estos organismos pueda extraerse un alimento idóneo para nuestra especie.
- Finalmente, existen países que sin ser consumidores de leche de vacuno presentan una mayor esperanza de vida, así como una mayor ausencia de enfermedades, como es el caso de Japón; mientras que otros como EEUU, siendo uno de los mayores consumidores de productos lácteos, se encuentran también a la cabeza de los países con mayor incidencia de diabetes, obesidad o problemas cardíacos.
Dicho todo esto y
encontrándome con pocas o ninguna ganas de continuar, abandonaré el
repicar de estos dedos sobre el teclado y me comeré un yogur.
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