sábado, 17 de marzo de 2012

Imperios

Bueno, un abrazo, adiós, bon vouyage...Un placer teneros aquí. Espero haber sido un buen afitrión. Lo he pasado muy bien, nos vemos pronto. Calidez, sinceridad, cotidianidad, sentimiento, sencillez. La familia. Y así, de un modo u otro, todos sentimos nuestro reino. Todos buscamos la identidad, aunque no todos de igual manera. La identidad pasa, supongo, por la exclusividad. Objeto de distinción que nos haga valorarnos como grupo e individuo, a buen seguro, positivamente a muchos de los otros. Muchos buscan tal identidad en lo material, hacer alarde de lo que se tiene, posee, se muestra o deja entrever. Otros en altas dosis intelectuales, otros en humor, otros en originalidad, otros en candidez familiar. Todos buscamos nuestra identidad en familia, y con ella construimos nuestro propio reino, tratamos de dar sentido a nuestra existencia bajo unos parámetros que baremen nuestra escala de valores, para de ese modo sentirnos realizados y por ende, satisfechos. No es mejor, peor, igual, es lo que es. Sin más. Evidentemente, en lo que a mí respecta, me sentiré agraciado con todo lo que atañe a mi imperio. Pero sé que en lo que a tí respecta también. Algunos encontrarán criterios más objetivos, que valdrían de argumentos para una hipotética competición de reinos familiares, de identidades, pero tal supuesto absurdo difícilmente se dará. Lo importante al menos es poder encontrar tal hueco, poder construir tal imperio. Imperio que, entrecomillado, debiera construirse a base de tolerancia, comprensión, empatía y sobre todo, amor.

Seguiré brindando por todos nuestros “imperios”...

Salud

3 comentarios:

  1. ¿Dónde se va usted señor emperador? ¿Qué fue de nuestra alianza? ¿Qué significa esta despedida? Sabe usted que cuenta con un ministro fiel, un soldado, un bufón si lo prefiere, pero, sobre todo, un lector, que sigue ahí aunque haga meses que -aparentemente- no dialogue. A lo mejor se despide de otros imperios (¿políticos, sociales, comerciales?) que no logro entrever. Espero haber interpretado mal sus palabras y seguir leyéndole por aquí.

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  2. Qué bonitas palabras, señor desconocido...No iré a ninguna parte, al menos de momento...sobre nada relacionado versaba la entrada, pero es cierto que ha creado confusión...No supe expresarme, consecuencia del alcohol, supongo. Más bien hablaba de la familia, del imperio que supone para cada uno. Es este nuestro reino. Aunque suene un tanto extraño, es lo que cuenta al final. Todo ello fue inspirado tras una velada familiar maravillosa...por eso empieza así, con el bon vouyage, y to eso...La despedida de aquel día...Me replanteé no publicarla, y ahora me planteo borrarla, pero en fin...Bueno, muchas gracias de verdad...Un placer escribir con seguidores así

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  3. Nunca se debe borrar lo que se escribe, aunque con algunas dosis de alcohol, porque lo que se escribe responde al sentimiento y pensamiento de un momento determinado, lo suficientemente fuerte e intenso como para reflejarlo a través de la escritura.
    Yo, que fui una de las partícipes de aquella velada familiar, he comprendido (también por la fecha) de qué se trataba.... La velada inspiró y emocionó. No siempre ocurre así, lamentablemente. Pero cuando ocurre hay que congratularse de ello, aunque sea con una entrada en un blog.
    Besos

    Mamá

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