Una reflexión vespertina...dejo la tarjeta de sonido y la guitarrica a un lado, me levanto, unas almendritas en la cocina, y en la tele, sin saber muy bien por qué, hablan de nuestro querido diestro José Ortega Cano...que si la rehabilitación va mejor, que si las fuerzas del torero, que si el apoyo de la familia...que si tal, que si cual... e imagino en ese instante una amplísima audiencia de rasgos similares diciendo algo parecido a: " ay...!! pobrecito...a ve si ce acaba esto ya...". No quiero decir al parecerme ridículo que la población amante de la prensa rosa de este país lo admire y exculpe que quiera yo para su persona una dilapidación pública...pero entre un extremo y otro del segmento hay bastantes alternativas posibles, y no puede uno evitar acordarse de Farruquito y la similitud del caso...pero lo que me lleva a reflexionar aquí es que para la mayoría de esas personas amantes de la prensa rosa aparentemente solo existen extremos, pues son ellos los mismos que no tardan en pedir hoguera, cadena perpetua y demás consideraciones de pena máxima para aquellos desgraciados individuos que por una circunstancia u otra entran en las redes del ojo del huracán de los mass media. Con esto me refiero especialmente al último caso, aún en boga(y lo que queda) de los hermanos de Córdoba. Leía el otro día en un artículo, como el padre era llevado con el juez a reconstruir el caso en el lugar de los hechos. La zona acordonada, la prensa aglutinada...y los curiosos(los morbosos, los amantes del mal ajeno, los carroñeros, la gentuza...) increpando, chillando, insultando... ¿Alguien en este país recuerda eso de la presunción de inocencia? Por supuesto que no busco con esta reflexión exculpar a este hombre( la duda ofende), lo que busco es tratar de comprender cómo la gente es capaz de pedir la cabeza de cualquiera que se presente como presunto asesino...a no ser, claro está, que sea famoso. En ese caso, es al contrario. Puedes ser pillado infraganti con el cuchillo profundamente ahogado en las vísceras de tu víctima, que la audiencia, más tarde o más temprano, acabará encontrando una excusa para atenuar tus infamias...pero pobre de ti si eres otro triste mortal, un don nadie, un igual a aquéllos que pedirán tu exterminio...
Pues sí, esto es España...y no sé a que viene sorprenderme por este tipo de cosas...