Miro, oigo las voces de la libertad. Todas las voces que se levantan en un país que parecía de anestesiado, muerto. Y descubrimos que tenemos voz. Y descubrimos que tenemos el conocimiento necesario como para que, unidas las mentes, surjan ideas que vengan a decirnos cómo organizarnos, cómo ir creciendo. Creciendo desde la propia palabra crecer, como elección de vida. Aprender a conocernos y conocer lo que nos rodea para de este modo ir tratando de conseguir una mayor libertad que tal vez, y sencillamente si el viento sopla a favor tenga que conducirnos a la felicidad. Tan sencillo como eso. Una elección de vida que tendría que ser universal para todo hombre nacido en una sociedad humana tan desarrollada como la de hoy.
Sin embargo, nos comentan que no, que ese no puede ser el camino, que una minoría avariciosa y astuta entendió que el engaño masivo y perpetrado durante años era el mejor camino para alejarnos de tales propuestas a los que así lo concebíamos. Mejor el pastel para unos pocos. Así fue durante siglos. Tal vez muchos digan que es ley de vida, que la lucha de clases es natural, al fin y al cabo somos animales dirán algunos adoptando poses darwinistas aun sin tener mucha idea de quién es tal autor. Sí, es evidente que este hecho de la selección natural ha hecho que unos adoptasen posiciones privilegiadas hace mucho tiempo atrás. Pero hemos sido capaces de evolucionar en nuestro conocimiento. Las posibilidades sociales del ser humano hoy hace plenamente innecesaria la perpetuación del dominio de clases. Podemos organizarnos de tal forma que nuestra vida fuese una auténtica maravilla. Pero, de algún modo, se lo curraron mucho para que eso no fuese así. Y todo lo que evolucionaba era su forma de controlar cada vez más esa forma de vida que permitiese perpetuar por el resto de los tiempos su posición privilegiada. Lo hicieron muy bien, lo siguen haciendo, son los mejores en estos. El chiringuito es tan grande y antiguo que está muy bien montado. Pero es muy ambicioso. Demasiado ambicioso, y como todos los excesos son malos, éste también lo es y presenta sus fisuras.
De algún modo, lo que parecía ser el culmen del diseño de su sistema, trajo consigo el inicio del final. El mundo globalizado y conectado para controlarnos a todos bajo una red de pensamiento único tenía un doble filo. Y en la otra cara de la moneda llegó la conexión de conexiones. Llegó el despertar. Y ahora la lucha comenzaba, a sabiendas de que había mucho por hacer, de momento el ser humano volvió a darse cuenta de que era eso, un ser humano. Además, con ello descubrió que los que le rodeaban a su vez también eran seres humanos. Y la vida un regalo y un presente. Y la forma de vivir una elección personal en última instancia .Y las trabas en el camino obstáculos innecesarios fruto de un mal diseño...luego, ¿por qué?¿Por qué vivir claudicados por obstáculos en el camino que todos juntos podemos decidir quitar? ¿A quién le interesa vivir obstaculizado?
Que interesante reflexión brotó de forma colectiva!!. Pero tras la alegría de aquel hermoso amanecer vino la dura, aunque asumible realidad, de que el camino para llegar hasta allí habría de ser largo y también duro, pero bello al mismo tiempo. Sencillamente tendría que ser un camino en el que la gente se fuese uniendo conforme avanzamos.
Todo es posible
LEVÁNTATE Y PIENSA
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