jueves, 25 de julio de 2019

Happy 100


Uno no cumple cien años todos los días, así que, si ese alguien, aunque no lo conozca personalmente, me ha servido de referente en demasiadas ocasiones se me antoja suficiente excusa como para hacer un alto en el camino y, sacar un hueco en la ajetreada y anárquica agenda del que viaja en ruta parando sin saber muy bien dónde, cómo o por qué. Y en estas, me escabullo en el primer pub que amable me ofrece copa, cargador y wifi en algún rincón de la plaza principal de la bella Cudillero, así que tampoco me voy a quejar porque el ritmo del regatón no me ayude a concentrarme.
Debía correr el año 2000 cuando el bueno y antipático del profesor de Introducción al Estudio de las Ciencias Ambientales(o algo similar) nos hablaba de un tal James Lovelock(el cumpleañero), como le suelen ocurrir a los profesores plastas y entusiastas(tal vez ambas sean sinónimos), como pude descubrir en carne propia pasados los años, dar la tralla con aquello que les apasiona se convierte en estandarte principal. Así las Edades de Gaia se convirtió en lectura obligatoria y aunque en ella ya intuíamos cosas interesantes, como suele ocurrir, no fue hasta el rescate de la obra, varios años después, cuando empecé a darme cuenta de lo interesante de la teoría que desgranaba el padre de la Teoría de Gaia. No son muchos los que conocen la Teoría de Gaia, sin embargo, ya se cuela en los libros de textos de muchas materias de mi especialidad. La teoría de Gaia que no es otra que la que considerar a nuestro planeta como un gran ente vivo(quiera entenderse de un modo más o menos metafórico) en el cual cada sistema interacciona y depende de los otros. Los mecanismo de autorregulación de nuestro planeta, igual que ocurre en ti, la hacen sobreponerse de los males a los cuales se pueda ver abocada. Lovelock, como tantos grandes a lo largo de la historia de la ciencia, fue pasando cada día un poco más de los caminos marcados y se iba haciendo independiente, y como suele ocurrir en la historia de la ciencia se le trató con facilidad y generalización de loco, a él y a su idea...pero como también suele ocurrir, parece que eso se la sopló bastante.
Siguió a lo suyo, y el tiempo le dio la razón. A mi entender, puede que desde la ignorancia, para mí el inglés es sin duda uno de los padres de la concienciación medioambiental. Sin embargo, Lovelock ha levantado ampollas con sus ideas acerca del uso de la energía nuclear y es que para el centenario, el objetivo principal para que el ser humano pueda contar con tener un futuro en el seno de Gaia(Gaia seguirá sin nosotros)hay que reducir a cero no hoy, sino ayer, toda emisión de gases de efecto invernadero y aún así los daños serían inevitables. Bueno, pues en este contexto, Lovelock entiende que solo las energías nucleares pueden tratar de suplir a los combustibles fósiles, mostrándose bastante crítico con las renovables. Es quizás este uno de los aspectos más polémicos del científico.
En cualquier caso, con poco tiempo por delante, me faltan ganas y capacidad para seguir diseccionando lo poco que sé de la figura de este grande. En cualquier caso, con una hora de antelación, venga desde la península su merecida felicitación, por una larga y próspera vida dedicada al conocimiento y la divulgación. Felicidades, Sir James

miércoles, 10 de julio de 2019

Buscando la llave de la felicidad


Supongo, o doy por hecho, que hacer una lista sobre los mejores grupos de la historia de la música en nuestro país puede resultar casi tan estúpido como hacerlo sobre cualquier otra cosa, porque esto de las listas, básicamente, es lo que tiene, que son estúpidas en sí mismas. Sin embargo, tal vez un sudoku o un crucigramas pueden resultar igual de estúpidos y fíjate la pila de horas que ha echao el personal en ellos a lo largo de los años. Y es que, cuando el aburrimiento aprieta en un atardecer de verano cualquiera, las listas, igual, ya no saben tan mal, como se planteaban hace un momento. 
He de confesar, por otro lado, que esta tontería lleva años rondándome la cabeza, primero tenía en la mente hacerla sobre los diez mejores y en dos entregas...y así mentalmente, iba poniendo y quitando según las cualidades y atributos que en mis escuchas recuerdos o venazos varios me iban llegando. Finalmente, he decidido que será sobre los 5 mejores...y que posiblemente dedique una a cada uno, y pudiese ser que termine de hacerlo para el año 2030, y más si me extiendo tanto en prolegómonos como hasta ahora.
Me voy centrando, he dicho varias veces, intencionadamente eso de los 5 o 10 mejores, pero sabe perfectamente el lector que esto no existe...no existe para él, ni para mí, ni, mucho menos, a nivel absoluto. Las cosas van y vienen, las sensaciones, las vivencias, los recuerdos y un sin fin de otras experiencias más o menos tangibles. El caso, es que he partido de la base de centrarme en grupos como tal, dejando a un lado a los grandes y prolíficos cantautores que, en muchos casos, bien han sido como un grupo, y si no que le pregunten a Sabina y sus secuaces que tantas veces lo sacaron a flote, pero no, ese espectro musical lo dejo a un lado, por la sencilla razón de que es mi lista y hago lo que sale de los huevos. Dicho esto, volveré a insistir en la idea de lo subjetivo de la misma, como no puede ser de otra manera, pero, a pesar de la subjetividad, la misma se basa en grandes razones, muchas de las cuales pretendo que pasen por la música, en sí misma. Así como la evolución del propio grupo, lo cual me parece una característica fundamental a la hora de valorar la carrera del mismo... así, sin más dilación, comience my top5.

NUMBER 5: ESKORZO

Corría la primavera del 2002, y en unas 3 de la tarde de una resaca festivalera, un muy joven yo a demasiados kilómetros de su nueva casa, veía a una Marabunta dejarse llevar por el frenesí convirtiendo el polvo del albero en una suerte de nube que nos bofeteó a todos para quitarnos la resaca de un plumazo. Y así conocí a los granainos. Desde entonces sus dos discos hasta la fecha me acompañaban con frecuencia en mis idas y venidas de Algeciras a Granada, haciendo que su mestizaje fuese transformando un poco mis fronteras musicales que, posiblemente, gracias a ellos, ganaron mucho en flexibilidad. Esperé conseguir con cierta urgencia su tercer disco y tuve la suerte de ver con algunos buenos amigos, en distintas ocasiones, la fuerza incomparable de sus conciertos, acá por la Copera o allá por la fiesta del Zaidín.  Pasó el tiempo, y como con casi toda la música español en general me olvidé un poco de ellos, para desempolvarlos algún lustro después e ir siguiéndolos en pequeñas dosis.
Las razones por las que creo que sin duda Eskorzo, a pesar de que tú posiblemente no hayas oído mucho de ellos antes de esto, es uno de los mejores grupos de la historia de nuestro país tiene mucho que ver con su capacidad de explorar nuevos horizontes sin perder, ni en un ápice, su esencia vitalista y fiestera. Cánticos inconformistas, antisistemas como el look de su líder, Toni Moreno, que tanto recuerda a sus orígenes hippies, granainos, llenos de barrio de Graná. Esa es la grandeza de Eskorzo, ninguna necesidad de grandes poses e imposturas. Solo música. Música de la buena, de la que solo una banda de verdad es capaz de llevar a cabo, ritmos que te invitan a moverte basados en la batería, la percusión, el bajo, pero también una guitarra que juega un papel fundamental en el aspecto rítmico. Ritmos que coquetean a lo largo de su historia con el reggae, el tango, el ska, o el afrobeat y la cumbia más recientemente. Siempre metiéndoles gasolina con la trompeta y el trombón...y un cantante, con voz ruda, pero cálida al mismo tiempo, aspecto canalla y energía contagiosa. Todos los requisitos de un perfecto showman como pico de lanza de la banda.
Eskorzo saca el Paraísos artificiales en el 2009 para dejar a todos sus seguidores un poco descolocado porque en este disco se meten de lleno en una suerte de pop psicodélico pero muy bien trabajao y, como ya se ha dicho, manteniendo toda su esencia. Unos años después exploran con disco experimental mediante los ritmos que el célebre Fela Kuti hizo universales. Y así Eskorzo versiona algunos clasicazos a ritmo de Afrobeat. Después de esto, y con 20 años a las espaldas, lejos de ir echando el freno, aceleran, y quizás rozan el mejor momento de su carrera, sin dejar de lado el afrobeat, van metiendo nuevos ritmos, muy latinos, especialmente la cumbia, pero una cumbia, como todo, eskorzera. Y así, a día de hoy, tras casi 25 años de historia, me tienen más entregado que nunca, y ahora que llega el verano no dejo de buscarlos por el spoty, pa cargarme las pilas y escribir esta entrada mientras no dejo de mover los hombros.,.


Larga vida a Eskorzo!!!!