Descubrimos la tierra prometida, y decidimos repartírnosla. Tampoco nos planteamos en ningún momento eso de contar con ellos, se nos antojaban demasiado parecidos a las bestias como para tales menesteres; así que en proceso de franca expansión llenamos barcos con ellos (los más fuertes, claro) y llenamos otro continente, al tiempo que, casi sin querer, íbamos haciéndonos con los recursos del primero. Toda Europa jugó bien sus cartas y decidimos llevarnos muy bien a la hora de repartirnos el pastel, hasta una conferencia nos marcamos a finales del XIX pá inventarnos fronteras y ver qué parte del pastel tocaba a cada cual. Así nos fuimos quedando con sus diamantes, su oro, su coltán, su café, su biodiversidad, sus tierras…E incluso pusimos blancos donde solo había negros, y aunque siguiesen siendo mayoría, nos la apañamos para que se sintieran como una gran minoría marginal.
Fuimos haciéndonos cada vez más
rico, manipulamos sus gobiernos y sembramos caos al caos. Aquello se convirtió
en un hervidero. Algo en lo que nadie querría vivir por más bello que fuese. El
caos, la corrupción y el expolio, traen hambre, guerras, enfermedades y
violencia. Pero, ¿quién no quiere vivir en su tierra? Algunos no, por supuesto.
Y abandonan sus casas, su tierra, cuando no sus hijos, su familia. Cruzan países,
cruzan desiertos, se les esclaviza…Se les engaña y caen en bancarrota. Ven
morir a los suyos o directamente mueren ellos. Pero el problema lo tienes tú.
El problema es tuyo porque van a quitarte las ayudas.

Hay quien se aprovecha de este
contexto y trata de sacar rédito político. EL odio, que emana de lo
desconocido, de la ignorancia, que se alimenta con el miedo, es un mecanismo de
defensa, un grito, un ladrido, un rebuzno de quien no sabe qué está pasando
realmente. De quien no sabe bucear para entender la complejidad de las cosas y
busca explicaciones sencillas, dicotomizar en un sí o un no, en un malo o
bueno. Y nada avanzamos. ..
…retrocedemos.
Lo que no es desconocido debe ser
la causa de todos nuestros males, y el temor, el miedo y la ignorancia nos
hacen creer la propaganda de quien dice que vienen enfermos y nos contagiaremos…el
Ébola!!!! Ay, el ébola!!!! Aunque nadie conozca a nadie que se haya contagiado
ni de ébola, ni de sarna, ni de tubercolisis o de sida. Da igual. El miedo
opera: sálvese quién pueda!!!
Y hacemos pública nuestra
ignorancia vía redes sociales. Las ayudas!!! Que nos quitan las ayudas!!! Y no
hay otro himno que cantar!!! Aquellos a los que nunca se les oyó quejarse por
el dinero perdido por la corrupción, por las SICAVs, por las amnistías
fiscales, por las evasiones fiscales, por la crisis generada por los de alto
capital, y no por los negros, y no por
los moros… Nunca los oímos quejarse de tanta injusticia, pero parecen perder el
sueño porque un inmigrante les quitará las ayuda y se colará delante de ellos en el médico. Da
igual que las cifras oficiales hablen y le comenten que el inmigrante gasta del
orden de cuatro veces menos en seguridad social que el de aquí. Da igual,
porque la moral del esclavo invita a odiar al igual, pero que está un poquito
peor.
Y nadie se plantea que para este
problema todos debemos de poner de nuestra parte y que si queremos ver a menos
inmigrantes en nuestra frontera más nos vale empezar a cooperar de verdad con
los países de origen, apostando por educación, por fomentar el trabajo regional
o sencillamente dejar de externalizar costes y así, de algún modo, como por
arte de magia, el expolio secular al que los tenemos sometidos les devuelva
algo de lo que es suyo; o bien que la comunidad internacional no mire para otro
lado ante determinadas prácticas de ciertos gobiernos de origen; o bien
comenzar a exigir a las grandes multinacionales ciertas responsabilidades que
muy a menudo no toman. Quizás, ahí, empecemos a encontrar algunas raíces que
expliquen las causas de la migración y, por ende sus soluciones. Pero esto está
claro que es mucho más complejo y algunos preferirían apostar por los nidos de
ametralladoras cerca de las fronteras, o por vallas electrificadas como, de
hecho, ya se está pudiendo leer.
Para colmo, igual ni nos viene tan
mal el hecho de la inmigración, y es que desde hace décadas nuestros países
desarrollados van experimentando un fuerte descenso en el número de hijos por
mujer que, irremediablemente, acabará conllevando a un fuerte envejecimiento de
la población, con los consecuentes problemas derivados de pagar las pensiones a
una población de jubilados empeñados en
vivir más creciente. Pocas soluciones más rápidas que aportar a nuevos ciudadanos
de afuera. Tú necesitas un lugar, nosotros necesitamos gente!!!! Pero no, no
parece tan sencillo. Y es que al fin y al cabo son negros, huelen mal, y en el
vídeo que me pasaron el otro día vi cómo se mataban entre ellos…mira lo que viene!!!
Y es que en este país, como me decía un amigo el otro día, cuando vemos a una
persona procedente del África subsahariana nos falta pararnos en mitad de la
calle, señalarlo con el dedo y gritar: MIRA UN NEGRO!!! Así está el panorama, y no parecen que los
datos o estas líneas vayan a hacerlos cambiar de opinión, entre otras cosas
porque son demasiadas palabras para que uno de esos que tanto abominan de la
inmigración puedan llegar a leer; y es que tantos años de sálvames, HMyV,
supervivientes, firstdates, fútbol y demás mierda, no podían caer en saco roto…
tenía que tener sus consecuencias. Sálvese quien pueda!!! Vayan buscándome un
pisito en Marte!!!!