Duró poco el arranque "prolífico" de este blog...escribir por escribir sin importar la falta de inspiración o la mediocridad. En esto se basaban mis intenciones, pero todos sabemos, o deberíamos, a estas alturas de la vida que el tiempo es un enemigo insondable que merma cualquier comienzo energético...las ideas van siendo subyugadas por la rutina diaria de la realidad, y el propósito más firme y tenaz va adquiriendo sin darse cuenta una gruesa capa de polvo que lo borra de la llave de la memoria.
Hoy es domingo. Clásico domingo de desayunos con churros, de público y su documental de la naturaleza, de telediario recalcitrante de la primera, de aromas que llegan tarde de la cocina, de viento y frío fuera, de tener que volver a coger un tren, de dar giros por la vida sin saber muy bien por qué.
La idea de estar escribiendo probablemente reside en el pequeño fracaso que supondría que en este blog no existiese pestaña de enero con entradas. Estas son las típicas pequeñas cosas que nos hacen abandonar proyectos. Como cuando decidimos hacer deporte y la tenacidad de los primeros días nos va llevando con fuerza a salir a la calle, jadear y sufrir el dolor de piernas pero que sembrado este mencionado polvo que cubre las primeras intenciones van pasando los días cargados de excusa por las cuales no salir a sudar. Y cuando nos damos cuenta, pasamos de 4 días por semana, a 3, a 2, a 1, finalmente una semana no hacemos deporte y a partir de ahí se toma por norma y se abandona. Quizás no hayaís nunca nadie experimentado cosa parecida, pero la experiencia me dice que hay ciertas cosas de las que nunca nadie habla y que todos experimentan, no? En este sentido mi amigo Paco es un experto.
Bueno pues sin decir nada voy tecleando. Resulta curioso que últimamente tenga la sensación que dedico más tiempo a pensar que en mucho tiempo atrás y sin embargo soy incapaz de reflejar tan sólo una mínima parte de dichos pensamientos. Disculpen las molestias...pero, estimúlenme.¿ Por qué abandonamos con tanta fuerza la capacidad de filosofar???? Me inquieta esa idea últimamente. Me inquieta que nadie quiera dedicar minutos de su vida a gastar saliva sobre algo que no signifiquen temas triviales e intrascendentes. ¿Es que aún no os dais cuenta de que moriremos y de que esto será relativamente pronto? ¿Cómo es posible que de este modo os negueis a vivir la vida, gritar y decir: "EY!!! AQUÍ ESTOY YO"?